Por: José Antonio Calvo
Del 10 de abril al 23 de mayo de este año, en Turín se volverá a exponer al público la Sábana Santa.
Es la primera ostentación pública desde el Jubileo del 2000. Muchos se preguntarán si tiene sentido mantener la veneración de esa tela si se dató por el método del carbono 14 que era de la Edad Media. Sin embargo, el público general no sabe ciertas cosas que se han averiguado de esa sábana en los distintos períodos desde el siglo XIX hasta ahora. Porque las averiguaciones efectuadas constituyen un auténtico desafío a la Ciencia. Es eso, un desafío a los científicos, y no a la gente de fe, dado que la Sábana Santa no constituye materia de fe para los fieles; pero sí que sería una irresponsabilidad por parte de la comunidad científica despreciar los hallazgos realizados con diversas técnicas. A simple vista es un trozo de tela de color marfil claro con leves marcas más oscuras, y según tradiciones antiquísimas, envolvió el cuerpo de Jesucristo cuando fue depositado en la tumba tras su muerte y crucifixión. Tras resucitar, dejó marcado en la tela diversas marcas de sangre. La tecnología moderna ha abierto nuevos caminos para conocer la historia de la Sábana Santa. Apareció por primera vez en Europa en 1355. En esa época no se dudaba de la autenticidad del lienzo, y en 1898, se permitió fotografiar. Y el fotógrafo, Secundo Pía, se llevó una gran sorpresa al examinar la placa fotográfica. Vio una imagen nítida de un rostro. Es decir, la imagen de la sábana es en realidad un negativo fotográfico, y por tanto en las películas aparecía como el negativo del negativo, es decir una imagen positiva. 100 años después se expuso al público, y se colocó en una urna dotada de la más alta tecnología para conservarla, mediante argón. El profesor Ángelo Montante de una universidad de California, utiliza la Sábana Santa como uno de sus métodos de enseñanza. Así, muestra por ejemplo que existen manchas de sangre a la altura de las muñecas, y no en las palmas de las manos: si fuera una falsificación medieval, aparecería en las palmas, dado que todos los cuadros que representan la crucifixión de Jesús lo hacen pender de las palmas. Pero las palmas no pueden aguantar el peso del cuerpo, hecho que descubrió un médico francés. A la altura de la quinta costilla hay una marca de la forma de la lanza romana utilizada en la época de la crucifixión. En general hay mucha sangre en toda la sábana, y muchas marcas corresponden a la forma del látigo romano: el flagrum. Al final de los años 70, un grupo de científicos logró el permiso para examinar la tela con las técnicas más avanzadas. Se trataba del proyecto STORM. Su objetivo era descubrir el mecanismo que había provocado la aparición de la imagen, no en confirmar que era la sábana que cubrió el cuerpo de Cristo. . Uno de los integrantes del proyecto comentó que su única intención era ver la imagen y marcharse a casa, dado que no esperaba descubrir nada. Otro pensaba que era un cuento de hadas. Separaron la sábana del lienzo al que estaba cosida, y comprobaron algo sorprendente: al irradiar con luz desde atrás, se transparentaba la sangre, pero la imagen no. Es decir, no es una imagen pintada. Si se irradiaba con luz ultravioleta, se comprobaba que no era una quemadura, dado que no se transparentaba.También comprobaron que era sangre de verdad. Por otro lado, se han descubierto rastros de flores por todo el cuerpo, identificando hasta 25 variedades, que florecían en abril. Una de las plantas, sólo crece en un punto del mundo: cerca de Jerusalem, como afirma sin dudar un experto botánico de la universidad Hebrea. También se han descubierto 58 tipos polen, identificando cada planta mediante las técnicas avanzadas actuales. 28 de esos tipos de polen sólo existen en Oriente Medio, indicando que la Sábana pasó una buena parte del tiempo. La fagonia mollis, se observa cerca de la cabeza del hombre del lienzo. Esa planta es conocida sobre todo por la gran cantidad de espinas que tiene. Por otro lado, existe multitud de pinturas en diversos lugares del mundo basados en la imagen de la Sábana. Todos estos datos y más, indican que la Sábana procede del siglo I en Palestina. ¿por qué la datación con el carbono 14 difiere de eso? Se descubrió una fina fina película de una bacteria que cubre todo el lienzo. El doctor Garza-Valdés que esas bacterias distorsionan los resultados, hecho confirmado por el doctor Hary Gove, descubridor de la técnica del carbono 14. Por eso actualmente se está investigando una manera de separar esa película de bacterias. Y entramos en la física cuántica. Esa imagen es tridimensional, inimaginable si fuera una falsificación. La imagen sería como una placa de rayos X que reflejan las estructuras internas del cuerpo. El cuerpo pasó de un medio a otro, dejando un retroceso de partículas tras de sí, que marcaron la imagen de la sábana. (De la misma forma que cuando alguien se echa a una piscina, que pasa de un medio de aire a otro de agua).
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