jueves, marzo 02, 2006

Occidente, una opción para sentirse orgulloso

Ha tenido que ser un agnóstico de buena voluntad quien dé la voz de alarma sobre el complejo que afecta a Occidente en su búsqueda de una identidad distinta, progresista, que no lleva mas que a dejar nuestra civilización falta de recursos morales y a merced de los vientos salvajes del islamismo fundamentalista.

Marcello Pera ha publicado un manifiesto que titula "Per l´occidente, forza di civiltà" (En defensa del Occidente, fuerza de civilización), que tiene todo la fuerza de una llamada angustiosa a nuestra civilización para que se sostenga sobre los valores que le han dado su fuerza, su sentido de la libertad, su riqueza intelectual y su prestigio internacional.

Ya George Weigel en un pequeño libro titulado "Política sin Dios" muestra a qué nos puede llevar tanto complejo por nuestro pasado cristiano y tanta búsqueda distinta de un "orden nuevo", sustentado por unos valores "creados o consensuados por los hombres", pero lo más alejados posible de los valores que denominan tradicionales, como pueden ser la institución de la familia, la educación en la religión para los creyentes, el respeto a la vida en cualquier estadío de su existencia, etcétera.

De hecho, el Doctor Perà manifiesta que desde el nihilismo filosófico, que impera en nuestra clase política, desde el todo vale si hay consenso, porque no hay verdad ni valores en la esfera política, no hay recursos que aglutinen a los ciudadanos de Europa. Desde esa visión se está indefenso ante un peligro real e intransigente, poco respetuoso con la libertad individual que tenemos como vecino fronterizo, e -incluso- como grupo de presión importante dentro de nuestra Europa.

Vamos camino de desbancar una civilización sólida, sostenedora de la libertad individual, de una sana separación de la esfera política y religiosa, por otra en la que, curiosamente, los increyentes pondran el gobierno de Europa en manos del Islám, cayendo en una teocracia ya superada por la civilización occidental.

Esto ha sido posible por el ataque sistemático a los valores que sustentaron nuestra civilización por una mal entendida pluralidad, que se traducía en definir "progresista" y fomentar desde los poderes públicos soluciones en profunda colisión con las aspiraciones naturales del ser humano.

De ahí que suscriba prácticamente en su totalidad el manifiesto "Per l´Occidente" y pida a los poderes públicos que, en vez de construir el "nuevo hombre", llevando a la civilización a la ruina en aras del progreso, se dediquen a cuidar del "hombre actual", del "hombre de siempre" y se planteen la reforma de las leyes para dar más valor a lo que construye sociedad que a lo que disgrega.

Sin pretender ser exaustivos, pediríamos a todos los ciudadanos y a nuestros representantes:

  • Que se sientan orgullosos de ser europeos, que no renuncien al espíritu que impregnó la fundación de Europa
  • Que no se dobleguen ante el chantaje del fundamentalismo islámico
  • Que defiendan a los cristianos (que es también una manera de defender a los que no lo son) en tierra de mayoría islámica
  • Que defiendan la vida desde su concepción hasta su consunción natural (con políticas activas para dar una solución en favor de la opción "dejar vivir" o ayudar a paliar la angustia y sufrimiento de los enfermos)
  • Que el Estado deje a la esfera privada, a la libertad individual, todo lo que sea posible (y asuma el Estado sólo lo necesario para que todos podamos tener el mínimo de bienestar y atención médica y social)
  • Que se haga una política claramente a favor de la familia y de los hijos (verdadera riqueza social, y verdadera escuela de ciudadanía)
  • Que se respete la religión (considerándola como garantía de paz y conviencia, y respuesta adecuada para muchos a sus aspiraciones últimas)
  • Que se apueste por la educación en libertad (entendiendo que se ha de servir a los padres y permitir que elijan en igualdad la enseñanza pública o privada, la enseñanza religiosa, etcétera)
  • Que se fomente el sano patriotismo (sentirse orgulloso de ser español es compatible con el sentirse muy aragonés, saberse europeo y ser solidario con el resto de los hombres de la gran familia humana)

En definitiva: Europa, recupera tu identidad si quieres seguir siendo Europa y mantenerte como foco de libertad y faro de la inteligencia.