domingo, mayo 21, 2006

El hombre ¿Centro del Universo?


El hombre moderno es un ser esencialmente rebelde, no admite su condición de criatura, de ser finito y dependiente.

El hombre moderno se ha erigido en explicación del mundo creado, en el intérprete absoluto de la realidad, que es sólo lo que, en su subjetividad, él define.

Al hombre moderno le sobra, evidentemente, un creador y rechaza como un intruso a Dios.

Al hombre moderno le sobra el bien o el mal, categorías que reclaman una razón última que juzga las acciones humanas.

Por eso las leyes humanas se convierten en imposición de los criterios de unos sobre los otros, en mero equilibrio de poder.Ya no se plantea la armonía del Universo humano, y -paradójicamente- se admite, no se sabe por qué explicación, un sentimiento ecológico que hay que respetar.

He oído a una misma persona negar a Dios y creer en la Ecología, negar el orden creado y admitir una ley del progreso continuo que rige el mundo material.

Yo me pregunto, esa ecología ¿no implicará acaso que la naturaleza material está sujeta a una armonía necesaria que hay que respetar? ¿porque si no, cuál es el origen de esa determinación en la que creen?

Esa aparente determinación... ¿no será una ley que rige la naturaleza material?

Y, si esas normas de conservación de la naturaleza que deben ser por todos admitidas, no nos estarán hablando acaso de que están ahí antes de que el hombre existiera y se pusiese a pensar.

Y si esas leyes están ahí, acaso el azar ha sido capaz de crearlas.¿No habrá que volver a ese Dios desconocido de los atenienses para encontrar una razón primigenia?¿No será que antes que el hombre, por muy moderno que sea, hay una centralidad distinta que vale la pena buscar?

Federico R. de Rivera

martes, mayo 16, 2006

Un apunte sobre el puente del conocimiento



Por gentileza de Germinal he tenido ocasión de leer y releer los doce argumentos de un tal Faure sobre la inexistencia de Dios. Al principio intenté buscar la lógica que pudiera estar escondida en los algo farragosos doce puntos en los que nos quiere demostrar la inexistencia del Dios creador, del Dios de las religiones... ¿es que hay otro?... sin embargo me he rendido en el intento. Curiosamente los argumentos que utiliza no son concluyentes... son más bien premisas puestas una detrás de otra con la finalidad de abrumar más que de convencer... de todos modos he hecho un esfuerzo por encontrar algún agarradero a todo ese maremagnum de "despropósitos"... y publiqué en uno de mis blogs, y con la mejor intención los artículos:


1. Respuestas a un ateo ¿Qué es crear?
2. El orden del universo... ¿o el azar?
3. Sobre la obstinación de los incrédulos
4. Reminiscencias deístas del ateismo contemporáneo

Después de ese ejercicio de buena voluntad he decidido completar mis apuntes con unas observaciones sobre el problema del puente del conocimiento... no pretendo ser exhaustivo... simplemente abrir los ojos y la mente a la reflexión, ya que, en mi opinión... parte del problema del ateismo contemporáneo deriva de haber roto el puente del conocimiento con la realidad... primero llevando al subjetivismo pero admitiendo un dios lejano tipo deísta... y luego, al no hacer ninguna falta ese dios que no se inmiscuye en la vida de los hombres, con la negación del puente con Dios... porque al fin y al cabo, ese puente lo pone por propia voluntad el subjetivista... es un imperativo categórico nada más.

Si analizamos el obrar humano nos podemos encontrar, al menos, con tres tipos de realidades diferentes:

• la acción del hombre con sus máquinas y mecanismos... que obran de modo necesario y que, si bien están sometidos a la fatiga del material y a la finitud de su vida útil... una vez construidos por el hombre tienen la autonomía de la máquina, muy imperfecta pero real. Estas acciones necesitan un elemento material pero, al mismo tiempo, plasman una idea... un intangible que al desarrollarse sigue estando en el autor del artefacto... no se comunica en su totalidad.
• la acción del hombre en el arte, en la transmisión del conocimiento... donde el elemento material es meramente el transmisor de la idea del artista, de la teoría del científico, de la evidencia del sabio... aquí la realidad se multiplica y se posee por todos sin que haya merma en la inteligencia del que la transmite... más aún, se producen sinergias que llevan a mejorar el arte, la ciencia y la sabiduría humana.
• la acción del hombre en su organización social... donde instaura un orden de seres libres que tiene vida propia a través de la coordinación de los esfuerzos, y a la generación de oportunidades imprevisibles a primera vista... ya que surgen de la realidad asociativa... lo que hace que la sociedad sea mucho más que su organización política. Aquí de nuevo se genera riqueza tanto intelectual como material... lo que muestra el carácter espiritual de esa organización.

En todas esas acciones hay comunicación, puente entre los seres humanos... y una evidencia práctica de que el conocimiento se transmite, se participa y se enriquece.

Si elevamos el punto de mira... veremos que el hombre, el ser humano... salvando las distancias, de modo analógico (y es la analogía una de las claves que ignoran los seguidores de Faure)... con su creador se encuentra en unas relaciones parecidas.

• Como ser creado tiene una autonomía, lo que no excluye el que haya tenido un principio... que, en su caso, le ha dotado de libertad.
• Como ser espiritual está dotado de entendimiento y es capaz de captar lo que se le transmite, también por parte de Dios... y esa transmisión enriquece al ser humano... sin mermar en absoluto la ciencia divina.
• Como ser social se relaciona de modo público con el creador... y de ahí la importancia de la religión natural en la construcción de los sistemas sociales... el reconocimiento a Dios en la Constitución americana y el reconocimiento de un espacio común para creyentes y no creyentes de la Constitución polaca.

La gran diferencia entre la acción del hombre y de Dios está en que el hombre siempre emplea para sus construcciones algo ya existente... pero también hay que entender que la acción del hombre tiende a controlarlo todo... a generar sistemas necesarios... lo que le lleva con frecuencia a caer en la tiranía. Dios, sin embargo, crea a un ser... el hombre... con capacidad de decidir, un ser libre que puede, incluso, negar a Dios e introducir el mal en el mundo.

Ante ese misterio... ¿acaso seremos tan ingenuos de creer que podemos entender y comprender a Dios?... sólo me cabe decir que el hombre libre, aunque pecador... es más digno y perfecto que el hombre esclavo, aunque sin capacidad de pecar.

lunes, mayo 15, 2006

Razones para vivir... una necesidad social

El otro día leí un artículo que me impactó por su lógica, difícil de desmontar. La tesis que sostiene el articulista es "dejadlos vivir" y "dejad que les hagan morir"... aprueba la actitud del que, por motivos religiosos, decide vivir aceptando los sufrimientos de una larga enfermedad... y, al tiempo, da la razón al que, cansado de vivir decide acortar su vida y pide ayuda a otros para ello. Traslada toda la fuerza a la decisión personal, si bien señala que, para el primer caso, aparecen unos motivos religiosos que hacen sostener con especial fortaleza la lucha para mantener la vida.

Ese mismo día tuve una conversación con un profesor de colegio sobre lo que piensan los chavales hoy en día sobre el tema: la respuesta da también cierta luz... en general los chicos jóvenes van a lo inmediato, a lo que les apetece, y aceptan sin plantearse lo contrario que si uno quiere acabar su vida, para acabar con su sufrimiento... ¿por qué no?, ¿por qué se lo vamos a impedir?... el profesor me comentaba que, en el fondo, si esos chavales no tienen un horizonte transcendente en su vida... si no existe Dios... pues todo eso y más es posible... una vida de dolor perdería su sentido.

Si analizamos la cultura pagana, nos encontramos también con cierta exaltación al suicidio. Ha terminado la batalla, el rey se encuentra con sus capitanes a punto de caer en manos del enemigo, lo que supone la humillación, la esclavitud y, casi segura, la muerte... le pide al capitán de confianza que ponga su espada en tierra y se arroja a ella para morir antes de caer en manos de su enemigo... y es que una vida sin honor o esclavizado no es digna de ser vivida.

Otro caso lo encontramos en el empresario que ha quebrado... le va a sobrevenir la vergüenza, la ruina, la humillación... el caer en el estatus social. Un baldón irreparable. Ante ello una salida airosa... un disparo en la sien y una carta para la familia. ¿Salva su honor?... al menos no se encuentra con la vergüenza.

Otros casos más recientes, el suicidio ritual en la cultura japonesa, las órdenes de Hitler a Rommell para que se quitase la vida antes de caer en desgracia.

En todos estos casos el drama está claro... mi vida es mi honor, mi salud, mi riqueza, mi estatus social, mi libertad... una vez perdido ese valor ¿qué me queda?

Por eso no es una cuestión baladí la existencia de Dios y de un orden transcendente... que puede dar razón a una vida incluso en esclavitud, en pobreza y con enfermedades dolorosas, y humillados por la pérdida del honor... hay un modo de unir esos distintos dolores a la Cruz de Cristo y sacar de ahí grandes bienes... ¿pero si no se es cristiano?, ¿si no se tiene fe?... es necesario encontrar un sentido a la vida, aún en esas circunstancias.

La clave meramente humana estaría en lo que todavía puedo hacer, en el tesoro que tengo en mis manos para hacer el bien a mi alrededor... esa actitud de generosidad resolvería parte de los problemas... da razón para la vida al margen de las riquezas y del estatus social... ¿o es que sólo tiene sentido la vida de los ricos?

Sin embargo... lo más duro es encontrar una razón para vivir en el dolor, para no acortar la vida en la enfermedad y la vejez.... otra cosa es la aceptación de la muerte y el evitar alargar artificialmente y con métodos desproporcionados una existencia que se agota... hay que saber aceptar la muerte ¿como una liberación?... ahí se vuelve a topar con el sentido de la trascendencia... si voy al encuentro con Dios, y tengo bien cargada mi mochila de obras buenas... es, ciertamente, un gran momento... ¿en caso contrario? ¿en el caso de la duda?

Ahí sólo me queda un argumento... el de la seguridad jurídica. El suicidio es un acto irreparable, sin vuelta atrás... luego no se puede legislar de cualquier manera.

Pero, es que además, el legislar a favor de la asistencia al suicidío fomentaría, y lo está fomentando inseguridad de los enfermos en los sistemas sanitarios, en las residencias de ancianos, en los hogares de personas con minusvalías, en los casos de tener interés de heredar una fortuna... porque no parece razonable que los mismos lugares donde se cuida la vida administren la muerte.

Por eso lo más seguro es mantener la condena legal a la asistencia al suicidio, no inmiscuir al Estado en ese comercio tremendo... y analizar con serenidad los actos concretos en los que la pasión o el sentimiento omnubilaron la razón y llevaron a los amigos o familiares a decidir sobre la vida de otro... esto último después de una seria investigación de las causas del asesinato... no vaya a ser que se llegue a trivializar el "arsénico por compasión".

Tengamos en cuenta que de esa decisión no cabe, una vez tomada, la vuelta atrás... y profundicemos, sobre todo, en dar razones para vivir... de hecho la ciencia ha avanzado muchísimo en las técnicas paliativas del dolor, y la psiquiatría y la psicología pueden utilizarse para luchar contra el desánimo... dando grandes o pequeñas razones para seguir viviendo.

Lo que está claro, como me comenta un amigo... es que la sociedad tiene mucho que avanzar y atender uno de sus grandes retos: que nadie se sienta solo; que se valore la riqueza que cada uno puede desarrollar con las acciones de su propia vida (por muy limitada que esa); que se valore como un tesoro al anciano; que sepamos dar cariño a los que conviven con nosotros... y, de todos modos... que siempre la calidad de via pasa primero por la premisa fundamental: estar vivo.

sábado, mayo 13, 2006

Reminiscencias deistas del ateismo contemporaneo.


Es muy difícil un diálogo serio cuando se niega la existencia del Espíritu Puro desde la concepción del ateo... y más si su discurso se desarrolla desde un planteamiento materialista, como es lo más lógico.

Intuir o definir aquello que se niega tiene el peligro de convertir al Espíritu Puro en una especie de hipogrifo o ser mitológico... mitad material y mitad espiritual... porque al afirmar que "el Espíritu puro no puede crear el Universo material porque entonces lo tendría dentro de sí como en un contenedor y, que por tanto, no necesitaría crear lo que ya existe"... es no distinguir las dos realidades que se dan en el propio ser humano... una finita y limitada a la ley de la materia y otra finita, también, pero abierta al infinito... insaciable, que es en la que reposa el entendimiento y la voluntad. Hemos de fijarnos en la parte insaciable del hombre, la que nos llevaría a sostener que el hombre es un ser también espiritual, pero de grado inferior.

Dios no es como nosotros. Y es más sencillo definir lo que no es de lo que es... no está compuesto de materia, su creación no es fabricación... y "crea el mundo sin mancharse las manos"... no entra al crear en la limitación del sucederse temporal.

Ya nuestros filósofos clásicos se dieron cuenta de que el tiempo tenía una parte común a todos los seres materiales... lo que nos permite medir un antes y después para todos... pero su vivencia del tiempo es diferente... y, en el caso de una acción espiritual, el sucederse es simplemente el paso de potencia a acto... es distinto... pero el tiempo implica un antes y después... un ser diferente antes de obrar o de conocer o de amar... y un ser que ha hecho, conoce o ama... en el caso del Espítiru Puro, ese obrar, conocer o amar no puede ser de nuestra misma manera. El debería ser un Acto Eterno... lleno de vida... pero su Vida es de otra manera. Y su acción en las criaturas en sólo en las criaturas... "sin mancharle las manos".

Estamos ante el modo de conocimiento de Dios desde la luz de la razón: se afirma lo que hay de perfecto en los seres creados... se niega toda la imperfección de lo que están impregnadas esas criaturas... y se llega a lo que se dice "vía de eminencia"... se dice que esa perfección en Dios es de otra manera... no es como la nuestra... ni se mancha las manos, ni lleva como los marsupiales una bolsa mágica, ni nada que podamos imaginar... si bien la imaginación nos permite acercarnos, desde fuera, a ese misterio.

Y, acabando, si bien "no se mancha las manos"... puede decirse que "sí se implica"... ya que la creación, tú y yo, somos una realidad... y ese implicarse es lo que hace a Dios un Ser cercano a la vida de los hombres. Nos crea y guía con su providencia... de modo natural supondría que Dios nos ha dado todo lo necesario para alcanzar el fin natural del hombre... y parte de esa "mochila básica" es la capacidad de conocerle, de vislumbrar donde está el bien y el mal (los tan famosos mandamientos).

viernes, mayo 12, 2006

Sobre la obstinación de los incrédulos:


(cita de Vittorio Messori en "el Gran Milagro"... sobre el Milagro de Calanda)

Es interesante analizar el modo con el que los no creyentes aplican el "método científico" y ejemplo tenemos en la historia... siglo XIX, apariciones de la Virgen de Lourdes... la intelectualidad, los ilustrados franceses, desconcertados... no pueden menos que negar el hecho e ir al lugar de los milagros para encontrar la superchería que hay oculta en tanto ruido... ya que, por axioma, lo sobrenatural es imposible.

Cuenta Vittorio que el mismo Ernest Renan, según testimonio de la viuda de un comisario de policía de Lourdes, durante la época de las apariciones, el propio Renan ofreció en secreto una cuantiosa suma de cuarenta mil francos a cambio de documentos y noticias que descalificaran aquellos acontecimientos, tan molestos para él. También el ilustre Zola ofreció una gran cantidad de dinero para que abandonara Francia y se trasladase a Bélgica, a una mujer cuya curación total e inmediata él había presenciado durante su estancia en Lourdes. No consiguiéndolo la dio por muerta en un su novela contra Lourdes después de una breve e ilusoria recuperación... lo que motivó que la "difunta" protestase enviando varias cartas a los periódicos poniendo en entredicho la credibilidad del escritor "naturalista".

El método, como se ve es viejo... niego lo que no encaja en mi apriorismo... ¿quién es aquí el radical, el que tiene una fe ciega en su propia teoría?... es semejante a la negación que se hace, actualmente, de los milagros de Jesús. Razón: no tienen explicación natural, ha pasado mucho tiempo... luego no existen.

Consejo a los incrédulos: por favor, al menos ved las cosas con objetividad y, si no podéis creer... haced lo más razonable... quedaros perplejos... quizá con esa actitud se os abra la inteligencia por la humildad ante la limitación de vuestro (y nuestro) entendimiento.

jueves, mayo 11, 2006

¿El orden del Universo... o el azar?


Cuando uno va por el monte y encuentra una borda... aunque el paraje sea apartado y solitario... piensa que ahí ha pasado un hombre y ha hecho esa construcción... no se pone a pensar la probabilidad de que las piedras hayan, por pura casualidad, caído del cielo dando esa determinada forma al recinto... ni menos aún que los árboles de alrededor se hayan astillado por casualidad para dar la forma de los tablones de la puerta... y ¿qué diremos de los herrajes, la botella de vino usada, y otros pequeños detalles.

Cuando uno analiza la probabilidad de que sea la casualidad la que haya dado lugar a las condiciones tan peculiares de la tierra para albergar la vida... se queda sorprendido por lo escasa que es y por el hecho de que, sin embargo, la tierra llegase a existir y siguiese existiendo... lo normal es un sistema solar con demasiado calor... o demasiado frío... o sin agua... o con agua helada. Me dirán los ateos que podría darse un sistema solar con vida... con otros seres inteligentes... ¿luego creéis lo que no veis porque es probable... aunque no lo hayáis visto y con toda seguridad no lo veréis en la vida?... es más fácil pensar que el que hizo la borda es un hombre... y el que logró un planeta como este sea Dios.

Cuando se va de visita a una fábrica completamente robotizada... en la que, suponiendo que fuese posible, no se ve un ser humano salvo los que van de visita... nadie sensato piensa que, esos mecanismos se han puesto de pronto, sin intervención humana, a hacer tornillos, vehículos, etcétera. Esa rutina repetitiva exige una programación previa.

Todos los días amanece, las estaciones se suceden unas a otras... y es más fácil pensar que eso no es azar, que hay alguien que ha organizado el tinglado... alguien que ha incluido unas pautas de funcionamiento al mundo material infalibles y permanentes... que el hombre no puede alterar... lo más descubrir..., o con frase del libro de la Sabiduría, capítulo 13, 1: "vanos por naturaleza son todos los hombres que han ignorado a Dios, los que, a partir de las cosas visibles, no fueron capaces de conocer a "Aquel que es", y al considerar sus obras, no reconocieron al Artífice."

Veamos otra organización... la de los seres vivos... creer que la evolución es una fuerza ciega y que sólo por probabilidades se ha desarrollado la vida es mucho creer... creer que en un ser vivo todas sus células, sus órganos, forma y estructura se dan por casualidad... es mucho creer. Parece que aquí se dan dos saltos importantes y muy poco probables: del mundo material al vivo... de elementos inertes a seres capaces de moverse, reproducirse, alimentarse y morir. Y el paso de seres unicelulares a seres organizados. Además de los abismos el grado de vida entre una ameba, un árbol y un simio... hasta llegar a un ser, como el hombre, capaz de ir contra sus propias leyes de supervivencia.

Siguiendo la línea del orden... no parece razonable dar al azar la causalidad del orden y estructura del más minúsculo de los seres vivos... del ser vivo individual organizado (hay una ley vital para que el caos no impere... no crezcan desproporcionadamente los órganos y aporten al conjunto lo necesario para el bien del individuo)... de los seres vivos organizados: ¿quién puso la ley del grupo en las colmenas, los hormigueros, los depredadores en manada?... considerar que es por casualidad, porque la prueba-error funcionó de modo selectivo, es mucho considerar.

Es más razonable pensar que toda esta organización de la vida tiene una causa... aunque nosotros no la veamos. Incluso en el caso de mantener la teoría evolucionista se llegaría a una ley universal, como la de la atracción de los graves que requeriría una explicación... ¿por qué? ¿Quien la puso?...

"El mundo anuncia a su creador de modo clamoroso"... sólo hay que mirarlo bien y con humildad... como lo vieron científicos de la talla de Newton, Descartes, Galileo, Mendel, Einstein y otros muchos... pues es normal que la ciencia lleve a Dios... no como respuesta de los problemas técnicos sino como origen, creador y admiración ante la maravilla del mundo creado.

martes, mayo 09, 2006

Respuestas a un ateo... ¿qué es crear?


Algunos ateos colgados en la red han "colgado" un manifiesto para rebatir la existencia de Dios, creía que su argumento iba a ser fruto de pensamiento propio... pero se han limitado a exponer las doce tesis que Sebastián Faure presenta para probar la inexistencia de Dios, como nuevo tablón en el Nuremberg virtual de sus blogs.

La primera cuestión que afirman es la imposibilidad de la creación... para ello realmente plantean una premisa correcta: Crear es hacer las cosas de la nada... ex nihilo. Y, ciertamente, reconocen que eso es imposible para el ser humano.

Nosotros vemos siempre que unos seres provienen de otros... los hijos de los padres; también reconocemos en los estratos geológicos un origen de las piedras sedimentarias y metamórficas; en los mecanismos de la técnica claramente utilizamos instrumentos y materia prima... tanto los seres materiales como los hombres estamos continuamente "reciclando" material y vida.

Ahí es donde se da el salto demagógico... "como no puedo imaginar una creación"... "como no veo en la tierra ninguna creación"... pues al "serme" incomprensible... no existe.

Hay que fijarse que esa afirmación centra la atención en el hombre como ser de inteligencia absoluta... todo lo que no puedo imaginar, todo lo que no haya visto o experimentado previamente, todo lo que no pueda hacer, todo lo que no pueda comprender... no existe.

Simplificando... todo lo que supere mi capacidad es imposible. Supongo que esa capacidad no será la propia... sino la del ser más inteligente de la especie humana... por no excluir del mundo de los tontos o de los locos toda la realidad que no podrán en esta vida comprender.

Pero es que lo que plantea la creación son dos cosas... que el hombre no es el ser más inteligente posible y que puede haber un ser superior al hombre con otras potencialidades desconocidas.

Los antiguos, y algunos pueblos animistas de África, asignaban a la Naturaleza un poder especial... y la divinizaban... en parte porque su ciencia era inferior a la nuestra y se sentían abrumados ante la potencia "casi infinita" que presentaban las fuerzas naturales.

Hoy en día tampoco estamos lejos de los antiguos... nos excede enormente el Universo tanto macroscópico como microscópico... no captamos mas que el modo de funcionamiento de las cosas, algunos de esos modos y de algunas cosas. Creemos que vamos a entender la clave de la fabricación de la vida... pero bien decimos "fabricación", siempre utilizando materia viva (por ahora).

Pero con esta digresión lo que pretendo mostrar es que es más lo que el hombre desconoce que lo que conoce y que "cerrarse a lo desconocido" es un gran atrevimiento.

La creación supone la existencia de un Ser Superior... infinitamente superior al hombre. No se puede demostrar que la creación no se haya realizado... de hecho en algún momento todo esto comenzó a funcionar. El big-bang o la gran explosión no explicarían el estado anterior a ese big-bang...

La honradez del ateo le debería llevar a seguir buscando el primer estado de la materia... y plantearse ¿antes de ello, qué?...

Ese antes de ello, ¿qué? es lo que lleva a mucha gente normal, muchos científicos también, a pensar que nada excluye un hecho creador... antes no había nada material, después todo este teatro comenzó. ¿Cómo fue? ¿Quién lo hizo? ¿Porqué lo hizo?... esas son otras preguntas... pero lo seguro es que alguien empezó esta movida no fue un hombre.