miércoles, enero 30, 2008

EL ENCUENTRO CON CRISTO CAMBIO LA VIDA DE SAN AGUSTIN


Catequesis de Benedicto XVI sobre la figura de San Agustín.

CIUDAD DEL VATICANO, 30 ENE 2008 (VIS).-En la audiencia general de este miércoles, celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa continuó con sus catequesis -la tercera- sobre la figura de San Agustín.

El Santo Padre recordó que Juan Pablo II, en 1986, en el decimosexto centenario de la conversión del santo doctor de la Iglesia, quiso dedicarle la carta apostólica "Augustinum Hipponensem", que definió "una acción de gracias a Dios por el don que hizo a la Iglesia, y mediante ella a la humanidad entera, gracias a aquella admirable conversión".

Tras anunciar que en la próxima y última catequesis sobre San Agustín tratará sobre el tema de su conversión, "un tema fundamental no solo para la vida del santo, sino también para la nuestra", el Papa dijo que hoy deseaba hablar sobre el tema fe y razón, "el tema determinante de la biografía de San Agustín".

"Todo el itinerario espiritual e intelectual de San Agustín representa un modelo válido también hoy en la relación entre fe y razón, un tema no solo para los creyentes, sino para todo ser humano que busca la verdad, tema central para el equilibrio y el destino de todos. Estas dos dimensiones -fe y razón- no se deben separar ni contraponer, sino que deben ir juntas".

Benedicto XVI recordó en este contexto las dos fórmulas agustinas "que expresan esta coherente síntesis entre fe y razón: "crede ut intelligas" (cree para comprender); creer abre el camino para entrar por la puerta de la verdad; y también, de modo inseparable "intellige ut credas" (escruta la verdad para poder encontrar a Dios y creer)".

"La armonía entre fe y razón significa, sobre todo -continuó-, que Dios no está lejos de nuestra razón y de nuestra vida; está cerca de cada ser humano, cerca de nuestro corazón y cerca de nuestra razón si realmente nos ponemos en marcha".

El Papa señaló que "la presencia de Dios en el ser humano, profunda y al mismo tiempo misteriosa, puede ser reconocida y descubierta en nuestro interior. (...) Precisamente, como el santo subraya con una afirmación famosísima al inicio de "Las Confesiones", su autobiografía espiritual: "Nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".

"El ser humano, añade el santo, es "un gran enigma" y "un gran abismo", enigma y abismo que solo Cristo es capaz de iluminar y colmar. Esto es importante: Quien está lejos de Dios, está lejos de sí, alienado de sí mismo y sólo puede encontrarse si se encuentra con Dios y así (...) alcanza su verdadera identidad".

El Santo Padre afirmó que en la obra "La ciudad de Dios", el santo de Hipona subraya que "el ser humano es sociable por naturaleza, pero antisociable por vicio, y es salvado por Cristo, único mediador entre Dios y la humanidad y "camino universal de la libertad y de la salvación", como repitió Juan Pablo II en el documento anteriormente mencionado. "En cuanto único mediador de la salvación, Cristo es cabeza de la Iglesia y está místicamente unido a ella".
Refiriéndose de nuevo a la carta apostólica "Augustinum Hipponensem", Benedicto XVI señaló que Juan Pablo II "quiso preguntar al mismo santo qué podía decir a los hombres de hoy y responde sobre todo con las palabras que Agustín confió a una carta dictada poco después de su conversión: "Me parece que se debe llevar a los hombres a la esperanza de encontrar la verdad"; "aquella verdad que es Cristo, Dios verdadero".

"Agustín -concluyó el Papa- encontró a Dios y durante toda su vida experimentó su presencia, de tal manera que esta realidad, que es sobre todo encuentro con una persona, Jesús, cambió su vida, como cambia la de las mujeres y los hombres que tienen la gracia de encontrarlo en todos los tiempos. Pidamos al Señor que nos conceda esta gracia para encontrar así su paz".

VIS 080130 (650)

lunes, enero 28, 2008

Escatología (VIII) Un consuelo. Hay Juicio.

El hombre está clamando justicia, y siempre en esta tierra. Los pobres claman ante los ricos, los trabajadores ante sus empleadores, los hijos ante los padres, y todo en una cadena interminable.

Pero cuando llega el momento de que nos apliquen los mismos criterios, cuando por influencias hemos logrado unos privilegios o una posición... allí se termina nuestra petición de justicia.

Clamamos justicia pero podríamos decir que "imploramos" las ventajas de los otros. Queremos ser el rico, el dueño, el padre... queremos poder determinar "lo que es justo".

Por eso, los que han perdido la voz en reclamar justicia en esta tierra, sólo anuncian para la vida futura misericordia. Ahí, en el lugar donde todas las cartas se juegan a la vista, donde estamos en la presencia de Alguien al que no engatusamos, no estamos nada seguros y preferimos "salvarlos a todos" antes de arriesgarnos a ser sólo nosotros condenados.

Pero lo tremendo del juicio post mortem es que ni presiones sindicales, ni mentiras, ni influencias, no dossieres bien guardados, ni dineros... sirven para cambiar la realidad que se juzga.

Dicen algunos que el juicio particular es cosa de dos. Uno que expone y Dios que mira... y las falsas teorías, las falsas escusas... se caen una tras otra. En un instante nosotros mismos le diremos que le hemos amado o le hemos odiado.

La misericordia se quedó en la puerta e hizo con muchos milagros... pero el empecinado en desaprovecharla ha pasado el dintel y no hay vuelta atrás.

Dice el CIC (n0 1022): Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación (cf. Cc de Lyon: DS 857-858; Cc de Florencia: DS 1304-1306; Cc de Trento: DS 1820), bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Benedicto XII: DS 1000-1001; Juan XXII: DS 990), bien para condenarse inmediatamente para siempre (cf. Benedicto XII: DS 1002).

En ese juicio los pocos completamente limpios irán a ver a Dios, los muchos con manchas y defectos pasarán por el Purgatorio... y otros ¿muchos o pocos? que se empecinaron en el mal, irán a la eterna condenación.

Y habrá justicia, algo que hemos clamado sin saber muy bien si pedíamos justicia o privilegios. Pero ahí sólo justicia, y justicia divina.

Y esa justicia respetará nuestra última decisión libérrima. Y la seguirá respetando por los siglos de los siglos.

frid

miércoles, enero 23, 2008

Escatología (VII) Morir en esperanza.



Todos hemos visto morir a alguien, o si no lo hemos visto los veremos morir... y si no los vemos morir hemos perdido una gran experiencia, que creo necesaria para afrontar nuestra muerte.

Ese momento es único y se recibe de muchas maneras: desesperación, esperanza, serenidad, desasosiego, frustración, euforia, asombro...

Yo diría que siempre hay asombro... nos adentramos a lo desconocido y, además no podemos mas que hacer conjeturas. Podemos decir "era un santo, era muy buena persona, le atendió un sacerdote"... pero la garantía plena de la meta la tenemos en los Santos canonizados. Y hay otra garantía moral: en los buenos y virtuosos. Esperamos que el que vive bien muere bien, y suele ser así.

La muerte siempre duele. Es el fruto del pecado. Pero desde que Cristo nació para morir la muerte del cristiano es vida, tiene un sentido, igual que su sufrimiento.

Nuestra muerte es la entrada en la Patria definitiva, en la Gloria de Dios, en la comunión con la Virgen, los ángeles y los Santos, en la visión de Cristo Glorioso y de la Trinidad del Cielo. Pero "sólo si morimos del modo adecuado".

Para preparar la muerte la Iglesia tiene el Sacramento de la Unción de los Enfermos y la Comunión en forma de Viático, además de la Confesión Sacramental, y otras ayudas espirituales.

La fe y la esperanza han hecho que contemplemos muertes ejemplares, en las que se toca de alguna manera el Cielo. Y la vida cotidiana nos ha hecho ver también cosas terribles que confiamos al Misterio de la Misericordia divina.

Pero el que vive como hijo de Dios muere como hijo suyo en los brazos de su Madre. Eso esperamos. Por eso, para los justos la muerte es una bendición: "se llega a la definitiva patria". Y para nosotros, pecadores, también si acudimos a la Divina Misericordia.

El perdón y la misericordia están ahí esperando hasta el último instante... pero Dios no violenta nuestra voluntad. Hay Cielo e Infierno. Elige la vida para que Vivas.

Este es el sentido de la muerte cristiana: "Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. "Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia" (Flp 1, 21). "Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con él, también viviremos con él" (2 Tm 2, 11). La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente "muerto con Cristo", para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte física consuma este "morir con Cristo" y perfecciona así nuestra incorporación a El en su acto redentor: Para mí es mejor morir en Cristo Jesús que reinar de un extremo a otro de la tierra. Lo busco a El, que ha muerto por nosotros; lo quiero a El, que ha resucitado por nosotros. Mi parto se aproxima ...Dejadme recibir la luz pura; cuando yo llegue allí, seré un hombre (San Ignacio de Antioquía, Rom. 6, 1-2)" (cic nº 1010).

Y eso esperanza ha alimentado la fortaleza de los mártires. Una especie de antecedente está en la muerte de los hermanos Macabeos o del anciano Eliazar. Por la resurrección de los muertos en la gloria estimaron en nada una vida larga de gloria humana o unos minutos más de existencia. San Ignacio de Antioquía ansiaba ser inmolado por Cristo, los niños romanos martirizados, así como hombres y mujeres de todos los tiempos mostraron en su martirio que esperaban una vida más valiosa. Morían con Cristo para reencontrarse con él.

Más humilde será nuestro caso, probablemente en una cama de nuestra casa o de un hospital, acompañados de los amigos y familiares que nos quieren, atendidos por un sacerdote amigo hasta el último momento. Después nos tocará cuidar de los que cuidaron de nosotros con esos pequeños favores que nuestros difuntos hacen desde el cielo ahora por nosotros.

Y nos llenaremos de pensamientos de esperanza: "Camino n. 880. Cuando pienses en la muerte, a pesar de tus pecados, no tengas miedo... Porque El ya sabe que le amas..., y de qué pasta estás hecho.–Si tú le buscas, te acogerá como el padre al hijo pródigo: ¡pero has de buscarle!"

Escatología (VI) ¿Resucitaremos con nuestros cuerpos?



La realidad es que vemos descomponerse los cuerpos. Una vez muertos "somos polvo y en polvo nos convertiremos". Alguno decía ¿Y si me devoran los peces del mar, o las aves del cielo, o los animales de la tierra? Algo terrible había en ello ya que entre los pueblos antiguos dejar el cadáver expuesto a los elementos era humillar al alma y entorpecer su camino hacia el Hades.

Los egipcios pensaban que el cuerpo acompañaba al alma en su viaje al más allá y bien que embalsamaban a sus difuntos. Pero las momias ahí están si no es porque expoliadas y dejadas en manos de los hombres acaban como todo... polvo y ceniza.

Entonces ¿con qué cuerpo resucitaremos? ¿y ese cuerpo en qué estado resucitará?

Si hablamos sólo con argumentos de razón sólo llegamos a que los egipcios y otros pueblos animistas tenían claro que el alma era un misterio y que tendría una vida después de la muerte. Unos le preparaban el barco, otros le auguraban el recuerdo en una vida virtuosa y en la mente de los hombres. Y otros invocaban o veneraban los espíritus familiares. Pero sólo con la fe y con la experiencia de los testigos de Cristo Resucitado "nos atrevemos a decir": creo en la resurrección de los muertos.

Esa acción se debe al Poder de Dios. Luego así como Él ha tenido la virtud de crear un alma para nuestro cuerpo mortal, tiene la virtud de recuperar nuestro cuerpo en estado glorioso para nuestra alma inmortal.

Resucitaremos todos: unos para el Premio eterno y otros para el Castigo eterno. "¿Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto:"los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2).(cic nº 998)

Resucitaremos con nuestro propio cuerpo pero en incorrupción: Pero dirá alguno: ¿cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? ¡Necio! Lo que tú siembras no revive si no muere. Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano..., se siembra corrupción, resucita incorrupción; ... los muertos resucitarán incorruptibles. En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad (1 Cor 15,35-37. 42. 53). (cic nº 999)

Eso significa que resucitaremos, al final de los tiempos, para nunca más morir. Poderoso es Dios para que siga siendo nuestro cuerpo. De hecho la composición real del cuerpo está en continuo cambio y es "siempre" nuestro cuerpo. Su razón de ser "nuestro cuerpo" tiene más que ver con su organización que con que esté presente determinada célula o que sea sustituida por otra. Eso es accidental.

Dirá alguno "tanto accidente no puede devenir en un cambio sustancial"... sí, con la muerte. Pero aquí hablamos de la resurrección. Y en ese momento recibiremos lo que corresponda a nuestro cuerpo, al cuerpo ideal, el que corresponde y en la edad que corresponda a nuestra plenitud humana.

Escatología (V) Razón de nuestra esperanza


Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: "Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará en el último día" (n. 989)

Y es que sí que alguien ha venido del "reino de los muertos" y nos ha contado qué habrá después de la muerte. Nosotros creemos no sólo en la inmortalidad del alma sino también en que resucitaremos con nuestro propio cuerpo, y ese cuerpo estará en glorioso.

El modelo y la razón de nuestra esperanza: Cristo. Lo dice San Pablo: ¿Cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe... ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron (1 Co 15, 12-14. 20) (cic nº 991).

Nos adentramos en la fe con una guía, con el testimonio de los apóstoles y de multitud de discípulos que vieron a Cristo resucitado. Y estos testigos no eran nada propensos a creer. A las santas mujeres no las creyeron, ante los discípulos de Emaús dudaron, ante el Sepulcro vacío creyeron algo pero no claramente, Tomás precisó que Cristo le dijese "mete las manos en mi costado..." y que el Señor después de mostrarles que tenía un cuerpo carnal, pero glorioso, que comía, que se podía palpar... les reprochase su incredulidad.

Esos mismos testigos pasaron miedo y se escondieron, protegidos por el cariño maternal de la Madre de Dios y sólo después de Pentecostés afianzaron la fe y fueron capaces, por su fe, de sufrir privaciones de todo tipo hasta el martirio.

La Resurrección del Señor es fundamental para nuestra fe, no sólo en la Resurrección de la carne, sino también en la Gloria Futura. Su manifestación y su posterior Subida al Cielo en alma y cuerpo es la primicia de nuestra futura resurrección. "Si con Él vivimos, viviremos con Él"

martes, enero 22, 2008

Escatología (IV). Soluciones de eternidad

Los hombres no creen, pero no se resignan a morir "y se acabó". Y se inventan soluciones que les aviven alguna esperanza... aunque esa esperanza sea muy pobretona.

Los primitivos, y hablo de la sabiduría oriental, inventaron la teoría de la transmigración del alma. Pero ellos creían en la "inmortalidad". Ese eterno retorno debería tener un fin. Y por eso algunos plantearon la escala de reencarnaciones: alma de gusano, de sapo, de gorrión, de cordero, de ser humano... y con un poco de suerte ¡al paraíso! o vuelta a la rueda. ¿Qué méritos podría tener un gusano para ser un buen gusano? Ese es un misterio irresoluble. Y nuestra razón no hace mas que gritar que el gusano no tiene "razón"... ni ninguno de esos animales en la escala de la "irracionalidad".

Otros plantearon el eterno retorno del alma a la tierra, como si fuese un asunto de "prueba-error" Una vida mal vivida sería redimible en una vida posterior. Y, al final, el premio. Así se relativizaría también el valor de la virtud. Un Hitler, por ejemplo, podría haber decidido ser un gran borrico porque tendría otra vida para reparar. Los malos, según este sistema, podrían ser malos todas las veces que quisieran.

Pero es que no hay ninguna razón para afirmar que después de la muerte el alma vuelve a encarnarse. Ni ha sido revelado ni hay nada en ella que lo facilite. Una vez muertos, la forma del cuerpo ¿desaparece? ¿permanece? La razón afirma, a través del conocimiento de operaciones espirituales, que el alma que capta por la inteligencia lo universal... no es material y no tiene en sí razón de descomposición como sí puede tenerla la materia. Pero nada más.

Curiosamente los que no creen en la inmortalidad del alma debaten estas otras opciones como posibilidades, juegan a "imaginar" esas situaciones y muestran su respeto y admiración a esas sabidurías orientales. "Interesante y brillante opinión"... "útil para tranquilizar nuestras ansias de inmortalidad"... pero aceptable "porque sabemos que no es verdad".

Ellos han inventado una teoría mejor... que no es mas que un nuevo panteísmo, un panteísmo "curiosamente materialista".

Afirman que no hay nada después de la muerte. Y ¿cómo explican el entendimiento humano? Pues como la "fuerza universal de la misma materia que se manifiesta como pensante"... es una especial organización de la materia que nos "hace creer que somos inteligentes". La Inteligencia se escribiría con mayúscula y sería el motor de la materia. En definitiva: han inventado una "forma sustancial del Universo" que es "eterna", que se "crea a sí misma"... y que tiene todas las operaciones de un "espíritu".

Esa manera de pensar no soporta el análisis del "principio de no contradicción" y es irracional. Porque es evidente que ese monstruo tan "universal" de algún sitio ha salido. ¿Por qué está ahí? ¿Cómo es que sigue estando ahí?

Pero esa elucubración mental tiene enormes ventajas: yo como individuo muero, la Inteligencia es eterna, soy como una neurona suya. ¿Pero y si lo que yo deseo es seguir siendo esa neurona? Muerta la "neurona" yo muero... por mucho que haya una especie de etéreo cerebro subsistente.

Y además subordinado el individuo a esa Inteligencia, convertido en parte de un todo organizado... qué impide el poder absoluto de aquellos que se "autodefinan" las "super-neuronas".

Ese materialismo genera totalitarismos esclavizantes... pero es que es una burda imaginación y mentira.

¿No es más fácil dejar a cada "minúscula inteligencia" su "minúscula subsistencia" y su "minúscula eternidad"?

Otra cosa es lo que el alma, después de su vida mortal encuentre como respuesta.

Los cristianos, los judíos y los musulmanes y otras religiones, admiten una vida después de la muerte en la que se premia a los buenos y se castiga a los malos. Otra cosa es lo que se entiende como bueno... porque en ese sentido la Salvación Universal es un concepto cristiano.

frid

viernes, enero 18, 2008

Escatología (III) Experiencias del más allá

Todos tenemos una gran curiosidad por lo que hay detrás de la muerte. Ese velo es motivo de inquietud, de curiosidad o de esperanza. Y todos nos preguntamos si alguna vez se ha descorrido ese velo y se nos ha mostrado alguna realidad del más allá.

Es evidente que San Pablo estaba bien convencido de que ese velo lo había descorrido Cristo. Es Él el primero que nos habla después de su muerte y resurrección. Y es tal la fuerza de ese hecho que "si Cristo no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe y seríamos los más infelices de todos los hombres" (Primera carta de San Pablo a los Corintios, 15) Y es uno de los contenidos principales de nuestra fe católica.

También creemos que la Virgen María está en cuerpo y alma en los cielos. Era posible para Dios que es su Hijo y la tradición cristiana es unánime en ese sentir, definido como de fe para los cristianos. Pero las apariciones de la Virgen siendo ciertas, no son del contenido necesario de la fe, no forman parte de ese depósito revelado... si bien negarlas o negar los efectos sorprendentes y milagrosos que se producen por la intercesión de María podría ser más bien una verdadera estupidez.

Además tenemos la experiencia cotidiana de "pequeños favores" debidos a la intercesión de los ángeles y de los santos. Muchos Tobías andamos sueltos por la vida que le debemos a nuestro "Rafael" particular pequeños y no tan pequeños favores. Para nuestros ojos llenos de fe son evidentes, pero para los demás... no vamos a generar polémica... les diremos como a Natanael "ven y verás".

Esas experiencias se añaden a otras debidas a las acciones de personajes más turbios, los demonios. El satanismo está en boga hoy en día, y eso no es sólo una sugestión. Hay muchas religiones primitivas que quisieron ganarse el favor de los demonios, y muchas explicaciones de la realidad del mal que "divinizaron" al señor del mal y de la mentira. No es algo agradable entrar en ese tema... pero muestran también la realidad de un mundo espiritual poderoso que, sin embargo, sólo puede hacer lo que Dios permite... y Dios permite lo que no impide nuestra libertad en la elección y en la prueba.

Desde los primeros tiempos Satán tienta a las "evas" del mundo y a los "adanes"... y los hombres, "una vez comido el fruto del árbol prohibido" nos empeñamos con todas nuestras fuerzas en hacer que los demás coman. Y ahí están haciendo el papel luciferino muchos grupos que promueven la lucha de clases, el aborto, la ideología de género, los edonismos, los fundamentalismos, la corrupción de menores y todo tipo de desordenes.

Pero de los mortales que han muerto y están bien muertos... ¿qué experiencia tenemos?

Saúl buscó el oráculo de Samuel y bien que lo tuvo y además un castigo divino por ese buscar atajos sobre el futuro. Los espiritistas lo intentan y logran, en mi opinión, lo que Chesterton que tuvo alguna experiencia, dice que llegan a invocar a los demonios.

Yo sólo creo que los mortales bien muertos que se hacen sentir son los que están en el lado de los buenos: de ahí la devoción a las almas del Purgatorio y a los Santos, en especial a los santos familiares.

Y esas acciones de los santos en favor de nosotros, algunas milagrosas, son una manifestación de un más allá esperanzado, que siembra bien. En ese sentido he leído varios milagros atribuídos a San Josemaría Escribá, al que tengo devoción, pero también hay muchos santos muy milagreros.

En definitiva, ciertamente tenemos experiencias del más allá, experiencias íntimas, difícilmente comunicables.... y, salvo que nos vayamos por el lado luciferino, son todas manifestaciones del cuidado divino sobre sus criaturas, de la providencia divina.

En esas manifestaciones destacan como signos para toda la Humanidad las especiales apariciones de nuestro Señor y de su Madre... pero como signos para cada uno de los cristianos de a pié, los pequeños favores o "grandes" obtenidos de las manos de Dios o de la intercesión de la Virgen, los Santos o los Ángeles.

jueves, enero 17, 2008

Escatología (II). Paraísos.

Sin esperanza no hay paraísos que valgan. Sin embargo la capacidad del hombre para fabricarse falsas esperanzas y no comprobar lo "ilógico" de sus construcciones raya lo patológico.

Sólo hay una esperanza que se sostenga, la de la Vida Eterna, además esa vida eterna para que realmente colme nuestra esperanza tiene que ser algo muy distinto a "nuestra vida... pero eterna". El recto obrar de las cosas de la tierra, una vida en justicia y paz es lo que más se acerca al paraíso. Una familia unida, unos padres que te quieren, unos hijos que te obedecen, sanos, fuertes, listos y guapos... todo eso colma ciertas aspiraciones de felicidad. Un trabajo bien hecho, que la gente estima, que se nos da bien, nos llena de satisfacción. Un paseo en un día magnífico de primavera con unas vistas magníficas, nos produce euforia... "pero son tránsitos" de vida.

El ser humano no está continuamente delante del dilema de la muerte. En la tierra está por algo y el verse capaz de sus pequeñas metas le colma de esperanza, su logro de felicidad, pero esa felicidad es efímera (Spe Salvi 30)

Además de esos momentos de felicidad, la edad y la enfermedad irrumpen como polilla en la armonía familiar, por no decir la discordia, la envidia, y el pecado. Los hijos se hacen rebeldes a los padres, los padres cargantes a los hijos, el trabajo agota, las relaciones profesionales sufren los embates de la discordia. La misma naturaleza sufre cataclismos. El invierno y el frío, lo desapacible se codea con lo idílico. Lo bueno del mundo está mezclado con la cizaña y con el "fruto" del pecado.

Y Jesucristo dio el consejo de dejar crecer la cizaña junto con el trigo hasta la última recolecta. Incluso los paraísos puritanos han sido tiranías de la ortodoxia. Calvino en Ginebra, regímenes fundamentalistas religiosos en países islámicos... son sumisión y esclavitud. Y la felicidad está unida a la libertad, a la elección libre y responsable. No hace feliz el "ser obligado a ser bueno".

Esos paraísos son los que derivan de un deseo natural de felicidad, de la legítima aspiración del corazón humano: de amar, ser amado, gozar de salud, ser útil a los demás, estar en paz con uno mismo y con el mundo que le rodea... y, sin embargo, revolotea sobre ellos la insatisfacción.

Otros paraísos sólo tienen de paraíso el nombre, son las construcciones humanas que defienden un sistema para alcanzar la felicidad en la tierra.

El marxismo buscó esos paraísos en la lucha de clases. Llegaría al final el mundo sin clases, gobernado por los trabajadores. Para lograrlo sacrificaron a otros seres humanos, utilizaron la violencia y el terror... y se encontraron con "seres humanos" tan terribles como los anteriores. Las pasiones y los vicios corroen al hombre desde dentro y no les libera nada externo. O se hacen buenos o no harán un mundo bueno (Spe Salvi)

Cambiaron el paraíso de clases por el paraíso del progreso. La "dinámica determinista" que es captada por unos hombres especiales, "los del partido", que son la savia del mundo... lleva al hombre nuevo. Clave: la ruptura con todo lo anterior, con la familia, la tradición y, sobre todo, con su conciencia. Borrado el concepto de bien y mal ya no habrá infelicidad. Y la realidad es que hemos quedado abandonados a los sentimientos, las depresiones, los suicidios, las amarguras de la conciencia ensangrentada y dolorida negándonos a acceder a ella.

Otros paraísos han abundado en los bienes de la tierra. Recuerdo al rico del Gran Teatro del Mundo, "él era el único que no quería acabar su función"... "se encontraba tan bien en la tierra". Pero esos bienes secundarios son a la vez motivo de cansancio, de apatía, de zozobra. El rico es feliz a ratos y acaba desgraciado. Lo que se goza se gasta. El helado se acaba o se derrite. La salud se pierde... y todos los bienes se dejan.

Es claro que el paraíso no es terrenal. También es claro que los pequeños goces de la vida son más goces si están dentro de lo que la naturaleza humana necesita. La familia, la fama, un mínimo bienestar material, la salud... son "esperanzas" y "felicidades" auténticas pero pasajeras y limitadas y llaman a otros bienes mejores, a un lugar que "ni ojo vio, ni oído oyó, ni le cupo al hombre en imaginación alguna". Es otra forma de ser feliz que no se agota, que no cansa, que llena. Y sabemos que "sólo Dios basta" (Santa Teresa)

frid

Escatología (I). Necesidad de tener esperanza.


No podemos negar una realidad cotidiana: "el hombre porque nace, muere". Podemos alargar la existencia, gozar de buena salud, pero... al final por ahí pasamos todos. Ochenta años es la edad de un hombre robusto "dicen los proverbios", noventa, cien... todo se resume en el último instante. ¿Seguimos, se acaba, cómo seguimos?

Ese enigma, el mayor enigma de la vida del hombre (GS 18) está ahí, a la vuelta de la esquina. "Nuestras vidas son como ríos que van a parar a la mar, que es el morir" (Jorge Manrique) y esa fluir no lo para nadie.

Podemos decir, como algún relativista... "fabrícate un dios y una religión que te resuelva el problema, es de gran utilidad creer en un más allá, donde lo injusto del mundo se acabe, donde goces el estado de eterna felicidad"... o bien ser como más conciliador y "fabricarnos un dios medio tonto al que le de igual lo que hacemos porque ya estamos salvados". Un buen engaño, pero no resistirá un segundo más allá de la muerte porque la realidad será la que sea.

La esperanza tiene que tener una base real, no una base incierta. Esa realidad puede ser más o menos fuerte y cuanto más fuerte, más argumentos de peso la apoyen... su certeza puede llevar a cambiarla en seguridad.

Los mismos judíos no tenían ese asunto demasiado claro. Su seol fue poco a poco aclarándose. Pero los saduceos no surgen del aire. Un movimiento importante y pragmático pensaba que no había resurrección de los muertos en contraposición con los fariseos. San Pablo aprovechó esa grieta ante el Sanedrín para encontrar apoyo en los fariseos cuando le presentaron para que se defendiese de sus acusaciones. ¿Y si le ha hablado un Ángel? decían los fariseos.

Hay argumentos de razón para afirmar que el alma es inmortal, que hay algo después de la muerte, que habrá un destino distinto para el justo que para el impío. Pero visto cómo en el mismo pueblo judío esa cuestión suscitó tanta controversia y debate, y eran los depositarios de la revelación, habría que afirmar que es un asunto nada sencillo, importante, vital... y que nos viene muy bien que Dios haya hablado y nos halla revelado algunas verdades del más allá.

Nos abre una puerta para la esperanza saber por fe que "el alma es inmortal", que "seremos juzgados después de la muerte", que hay juicio, purgatorio, infierno y gloria... suerte diversa, que "Dios quiere que todos los hombres se salven", que hay medios para ello, que hay infierno también, que juegan un papel la libertad humana, la justicia divina y la misericordia, que resucitaremos con nuestros propios cuerpos, que la resurrección será para no morir, que el destino final será eterno e inmutable, que habrá "unos cielos nuevos y una tierra nueva".

Por una parte la inteligencia apunta las razones de la inmortalidad y del premio y castigo final basados en la actividad intelectual del hombre y en el sentido de justicia; el corazón nos acerca a los aspectos de justicia y misericordia... a un Dios con capacidad de perdón; y la fe nos asegura que Dios nos ha creado para la Morada eterna, respeta nuestra libertad, ha enviado a su Hijo al mundo para rescatarnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo y que hay muerte, juicio, purgatorio, infierno y gloria, con resurrección de la carne.

miércoles, enero 09, 2008

Manteniendo los derechos de los padres en Panamá. La defensa de la libertad

Manteniendo los derechos de los padres en Panamá.

Population Research Institute.

Carlos Polo

Hace tres meses, una pareja de Panamá contactó a la oficina del PRI para América Latina en Lima. El señor Juan Francisco y su esposa Gabriela De la Guardia habían escuchado del soporte estratégico que dimos a los pro-vida en Nicaragua, en un intento por mantener ilegal el aborto en ese país.

Esta pareja panameña quería ayuda para combatir los diferentes ataques contra la familia. Un peligroso proyecto de ley presentado en la Asamblea Nacional atacaba el corazón de los derechos de los padres de familia panameños. Después de nueve semanas de estar trabajando con los pro-vida panameños desde mi oficina en Lima, Perú, finalmente pude viajar a la Ciudad de Panamá a encontrarme con un grupo multidisciplinario de ellos. A decir verdad, durante todo mi trabajo pro-vida alrededor del mundo, creo que esta experiencia fue una de las mejores que he tenido. Aprendí muchísimo del coraje, actitud y la fe de nuestros amigos, esos valientes pro-vida de Panamá.

El Proyecto de Ley

Como siempre, el proyecto de ley tenía un nombre opuesto totalmente a lo que en realidad proponía: la protección del Niño y del Adolescente. El proyecto de ley fue suscrito por la ministra de Desarrollo Social, María del Carmen Roquebert, pero obtuvo el completo respaldo de la actual administración en la persona de la esposa del Presidente, la señora Vivian Fernández de Torrijos. En la página web de la Primera Dama, ella afirmaba que esta ley era necesaria para procesar a los adultos que abusen de los niños. Mencionaba el abuso sexual, tráfico de drogas y trabajo de menores como asuntos que necesitaban ser legislados.

Sin embargo, lo más importante es que ella negaba tajantemente que el proyecto de ley podría afectar la autoridad de los padres en modo alguno. “Ni la administración de mi esposo, Martin Torrijos, ni yo misma como madre de tres hijos, podría desear respaldar un proyecto de ley contra los padres y la autoridad que ellos deben tener”, afirmó la Primera Dama.

Sin embargo, una lectura minuciosa al proyecto de ley muestra que esta afirmación no corresponde en lo absoluto con su postura política.

Un análisis legal del proyecto de ley hecho por la Dra. Janet Ramos, Directora Ejecutiva del Comité Legal de Alianza para la Familia, mostró que este proyecto contiene un lenguaje que restringe la patria potestad a favor de una acción directa del Estado sobre sus hijos. El razonamiento no es complicado, explicó la dra. Ramos. Sencillamente se cita algunos casos de abuso de los padres a fin de cuestionar la orientación de los hijos por parte de sus padres, y legitimizar un rol primordial del estado en ese campo. Tan pronto como el Estado estuviera legalmente involucrado de esta forma, reemplazar en la práctica a los padres sería algo peligrosamente factible.

El texto del proyecto de ley declara que los niños de Panamá tienen el derecho a su absoluta privacidad. Sin embargo, el texto no menciona el rol de los padres o el respeto por el ambiente familiar en el cual viven los hijos. Esta aproximación podría excluir a los padres de las decisiones de sus propios hijos e hijas. Dicho más claramente, los hijos ahora estarían expuestos a cualquier influencia sin tener que recurrir al consejo o cuidado de sus padres. De esta forma, el Estado podría relevar a los padres de sus obligaciones e influir en los hijos por medio de programas “educativos” en las escuelas o en los centros de salud pública. Este es el punto donde la verdadera agenda del proyecto de ley viene a mostrarse en toda su magnitud.

Desde que UNFPA y UNICEF están detrás de escena respaldando este proyecto de ley, el principal interés del proyecto no podía dejar de mencionar los “servicios de salud reproductiva” y la educación sexual. De acuerdo a los pro-vida de Panamá, la actual administración de Panamá está bajo una fuerte presión para claudicar debido a los $4.5 millones recibidos de UNFPA de los cuáles $2.2 millones están destinados hacia programas de “salud reproductiva”. Como se declara en la página web de UNFPA, uno de las metas de esta fundación era conseguir la aprobación de leyes respecto a los asuntos de salud reproductiva. La idea de dar fondos a un país con el objetivo principal de ejercer presión frente a sus propias leyes internas puede parecer escandaloso, pero gradual y lamentablemente se va convirtiendo en algo cada vez más común. Como las organizaciones elitistas ajenas a los intereses de América Latina ponen presión en países como Panamá para cambiar sus propias leyes a fin de que se ajusten a los propósitos de sus agendas institucionales.

La Estrategia

En 5 días de intensa actividad pro-vida programamos 12 horas de sesiones de entrenamiento en estrategia en temas relacionados a la vida y la familia. El entusiasmo del equipo pro-vida panameño era incomparable. La meta del PRI en este país fue compartir algunos conceptos sobre estrategias prácticas para un trabajo pro-vida participativo, usando la actual crisis como ejemplo de lo que puede lograrse.

Ni darles un “pescado” a los pro-vidas, ni tampoco enseñarles a pescar, el objetivo de este viaje fue invitar a más personas a aprender a pescar juntos.

Revisamos algunos de los conceptos y estrategias desarrolladas durante los últimos cuatro años de trabajo en el PRI por Steven Mosher. Nuestra sesión de entrenamiento usó casos similares que se presentaron en otros países de América Latina para contextualizar lo que estaba sucediendo actualmente en Panamá. Así mismo se analizó lo qué podríamos hacer de forma inmediata y que cosas podríamos implementar a corto plazo.

El proyecto de ley se encuentra en el legislativo de Panamá, donde quería aprobarse aprovechando el típico apuro de fin de año. Era ideal para los pro-aborto aprobar este proyecto de ley antes del 31 de diciembre, pues desde febrero del 2008 el parlamento experimentará un cambio importante. Muchos de los diputados actuales serán candidatos para la siguiente Asamblea Nacional y las actitudes de los diputados actuales cambiarán radicalmente. La siguiente legislatura empezará en marzo del 2008, así que el anuncio fue clave para este escenario.


Juan Francisco and Gabriela de la Guardia (lado izq), Carlos Polo, Marina de Españó and Luis Arrieta (lado der)

Nuestros amigos de Panamá asimilaron bien lo compartido. Ellos evidentemente ganaron tiempo para que el proyecto de ley no se aprobara. Voceros pro-vida denunciaron públicamente en los medios de comunicación, que la ministra Roquebert quería aprobar el proyecto de ley sin discusión alguna. Censuraron su “actitud dictatorial”, la que ellos veían como parte del nefasto pasado de Panamá. La Ministra de Desarrollo Social estuvo sola como la única promotora de esta impopular iniciativa. La crítica sobre la Ministra se incrementó hasta que ella finalmente se vió obligada a retrasar el debate hasta enero.

¿El resultado final es bueno? El escenario ha sido controlado, posponiendo efectivamente la situación por completo hasta marzo del 2008. Dado que el legislativo ha dejado la situación para después, la Ministra y sus aliados tendrán un tiempo muy difícil tratando de desbaratar la resistencia de la gente para lograr la aprobación de este proyecto de ley. La gente está preparada para continuar con la presión en este y otros asuntos ahora que el equipo panameño de ardientes pro-vida están más organizados, con más experiencia y más listos para lidiar con amenazas mayores que se presenten en el futuro.
 
Carlos Polo es el Director de la Oficina del PRI para América Latina 

martes, enero 08, 2008

DIGNIDAD HUMANA, BASE Y REFERENCIA DE TODO DERECHO

DIGNIDAD HUMANA, BASE Y REFERENCIA DE TODO DERECHO

 

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2008 (VIS).-El arzobispo Silvano M. Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, intervino el pasado 10 de diciembre de 2007 en la sesión ordinaria del Consejo de los Derechos Humanos de ese organismo que conmemorará a lo largo del presente año el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (París, 10 de diciembre de 1948).

 

  El prelado afirmó que esa declaración "sigue siendo el punto de referencia más importante para la discusión intercultural sobre la libertad y la dignidad humana en el mundo y representa la base jurídica habitual para cualquier discusión concerniente a los derechos humanos".

 

  Los derechos de los que habla la Declaración Universal, subrayó el arzobispo, "no son conferidos por los estados u otras instituciones sino que son inherentes a cada persona, independientemente de cualquier tradición ética, social, cultural o religiosa, si bien sean en muchos casos el resultado de ellas".

 

  "La dignidad humana atañe a la democracia y a la soberanía -prosiguió- pero, al mismo tiempo, va más allá de las mismas" y "exige a todas las partes interesadas (...) que trabajen en favor de la libertad, la igualdad y la justicia social para todos los seres humanos, respetando a la vez la pluralidad cultural y religiosa. El hecho de que todos tengamos en común la dignidad humana representa la base indispensable sobre la que se asienta la interrelación e indivisibilidad de los derechos humanos, sociales, civiles y políticos, culturales y económicos".

 

  Asimismo la Declaración Universal "reconoce que el respeto de todos los derechos humanos es el origen de la paz" y "la paz no se concibe solamente como la ausencia de la violencia, sino que lleva aparejada la cooperación y la solidaridad en el ámbito nacional e internacional, como la forma necesaria para promover y defender el bien común de todas las personas".

 

  Recordando que "60 años después de la Declaración muchos miembros de la familia humana están todavía muy lejos de disfrutar de sus derechos y de ver satisfechas sus necesidades básicas", el arzobispo señaló que las celebraciones conmemorativas pueden servir para demostrar "que todo ser humano, sea como individuo que como miembro de una comunidad, tiene el derecho y la responsabilidad de defender y poner en práctica todos los derechos humanos".


 VIS 080108 (390)