jueves, agosto 31, 2006

El ius-positivismo genera indefensión

El ius-positivismo genera indefensión


El ius-positivismo parece, en principio una teoría inofensiva, incluso atractiva. Entre todos, por consenso, nos ponemos de acuerdo en definir lo que está bien o mal. Construimos el mundo, o al menos las reglas de juego en ese mundo.

La autoestima queda ensalzada. Hago lo que quiero, bueno... exactamente no. Haces lo que te dicta la mayoría, y, lo normal, es que todos se tengan que dejar algo en la gatera. Ese sistema, cuando lo forman personas sensatas, parece maravilloso. A nadie ninguna mayoría sensata se le ocurre pensar hacer una ley para asaltar la farmacia, la panadería o un banco, para poder atropellar a los que midan menos de un metro cincuenta centímetros, ni pegar un tiro a todas las señoras que vistan de negro y tengan moño. Porque, esas personas sensatas no ponen en la mesa de juego todo. Se guardan la dignidad humana en el bolsillo.

Y ahí falla el ius-positivismo. De pronto resulta que alguien se juega más de la cuenta, se hacen apuestas y una gran mayoría rompe las leyes no escritas para reescribirlas todas. Ahora es posible que la mayoría, que está en apuros, saque una ley para asaltar el banco: todos necesitan dinero y hay que repartirlo. Pero, además resulta que ese señor se resiste, pues hacemos una ley entre todos que le quita los derechos civiles, o –si incordia demasiado- que le quita la propia vida. La mayoría decide, es ley y debe cumplirse.

Por eso es evidente que hay algo que no podemos poner encima de la mesa política. La garantía antigua era una Constitución basada en la dignidad humana, en los derechos inalieanables de la persona. Los padres de la democracia europea tienden a considerar la Constitución como “meras reglas de juego”, sin base en la naturaleza humana y, por tanto, susceptibles de ser cambiada aunque el margen del cambio sea una mayoría cualificada.

Sin embargo, en esa convención hay una trampa. Y esa trampa la están sufriendo actualmente los niños no nacidos, que ya no se les ampara la vida; pero también la sufren los enfermos incurables en ciertos estadios de su vida que en Holanda son eliminados sin ser consultados (al menos en el 30 % de los casos). La trampa ha surgido porque hemos reglamentado con “meras reglas de juego”, sin analizar antes que las “reglas” las pusieron los “jugadores” que están por encima del juego que definen.

Las reglas son para la convivencia, no para hacer vulnerable al individuo. Y, si hubiese una regla a ese respecto, debería ser inmutable y eterna: “al jugador no se lee toca”; o lo que es lo mismo: el hombre es inviolable en cualquier estadio de su vida. La vida es un valor sagrado, o dicho de otro modo: hay derechos humanos.

Lo dicta la evidencia.

frid

miércoles, agosto 30, 2006

Chesterton ya lo decía: si tu matrimonio no funciona, procura arreglarlo.

Chesterton ya lo decía: si tu matrimonio no funciona, procura arreglarlo.

De hecho es así como se hace con las cosas que tienen valor. Si tu casa tiene goteras: arreglas las tejas, no te cambias de vivienda. Si el reloj se para: vas al relojero a ver si con nuevas pilas sigue marcando las horas. Si se agota la gasolina del coche, no lo dejas abandonado en la calle, vas y repostas en la estación de servicio más próxima. Si tu bebé llora no vas y lo tiras por la ventana, si hay que darle el pecho o el biberón será una u otro el que pueda resolver el llanto.

La gente civilizada no suele tirar al traste las cosas que necesitan una reparación. Sin embargo, los divorcistas, como decía Chesterton, cuando oyen que un matrimonio no funciona, tienen la panacea: pues te separas. Yo te pregunto ¿has pensado en arreglarlo? Es seguro que eso es mucho más barato.

Como dice forumlibertas: en España los divorcios en 2005 llegaron a la escandalosa cifra de 140.000, un 10% más que el año anterior. Si se continúa ese ritmo el matrimonio va a ser como un campo minado que al menor grito o discusión repercute en separación y daño de los hijos.

Parece que ya no tenemos aguante, que nos hemos vuelto todos inflexibles o “perfectos” como para exigir al otro demasiado. Hay muchas escenas de separaciones derivadas de las comparaciones: la mujer real o el marido que yo veo todos los días arreglado y sin arreglar; frente al compañero de trabajo o la vecina, que siempre veo arreglados y de visita. La persona que me recuerda que debo comprar las bombillas o la persona que se desvive porque le muestre las fotos de la niña, como si esa persona quisiese más a la niña que su madre.

En definitiva: se ha levantado la voz de alerta. Hay muchos torpedos sociales que pueden hacer fracasar el matrimonio si uno no se da cuenta a tiempo; los sentimientos se apegan y es inevitable; los amigos mal aconsejan; la sociedad te vende la felicidad hipotética, porque no te habla del coste económico, afectivo y de salud que los divorcios provocan.

Jill Savage aconseja algo muy viejo: la prudencia, y da unos consejos que copio de www.forumlibertas.com , pero además de los consejos, considera qué puedes hacer cada día para alimentar el amor de la pareja:

Precaución 1: Elige sabiamente. Evita pasar tiempo innecesario con alguien del sexo opuesto. Por ejemplo, si buscas un entrenador personal en el gimnasio, elige mejor a alguien del mismo sexo que tú.

Precaución 2: Comparte sabiamente. Si un día te das cuenta de que estás compartiendo con alguien secretos e intimidades sobre ti y tu matrimonio que no ha compartido con tu esposo o que no lo haría, eso es una señal de alerta. Un lío emocional con alguien, incluso si no llega a ser sexual, también puede hacer mucho daño a la relación.

Precaución 3: Procura estar en sitios públicos. Haz el propósito de no citarte a solas con alguien del otro sexo. Si un compañero te invita a comer o a que le acompañes. haz que venga una tercera persona. No titubees en explicarle, si hace falta, que así lo has acordado con tu cónyuge. Puede servir para dar ejemplo.

Precaución 4: No seas inocente. La mayor parte de la gente que termina teniendo un lío no quería tenerlo; la infidelidad empieza como una relación inocente que termina alcanzando una profundidad emocional que cruza la línea de la fidelidad.

Precaución 5: Aumenta tu inversión en hogar. Los matrimonios fuertes se consiguen pasando tiempo juntos, riendo juntos, jugando juntos. Si no tienes citas con tu pareja, planea ya citas para los meses que vienen y haz que pasar tiempo juntos sea una prioridad.

Precaución 6: Presta atención a lo que piensas. Si todo el día estás pensando en los fallos de tu cónyuge, si el tiempo que dedicas a pensar en él o ella se centra en defectos y reproches, es fácil que cualquier otra persona pueda parecerte mejor y te atraiga. Haz una lista por escrito de los puntos fuertes que inicialmente te atrajeron de tu pareja. Aumenta el animar y apoyar y disminuye las críticas.

Precaución 7: No juegues a comparar. Todos tenemos malas costumbres, manías y errores. Es muy tramposo comparar a tu esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién llegado no lo estamos viendo en el mundo real, en el mundo de compartir techo, cuidar niños a las tres de la mañana, cuadrar cuentas, etc...

Precaución 8: Busca ayuda. Buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad. Busca ayuda quien está dispuesta a presentar batalla, es un primer paso de fuerza. Un terapeuta familiar cristiano, un buen consejero, etc... te darán una perspectiva serena, valiosa, para establecer nuevas estrategias para proteger o defender o reconstruir tu matrimonio.

Estos consejos, publicados en Christianity Today (verano 2006, Vol. 23, n2, pág. 42) son de Jill Savage ( www.jillsavage.org ), fundadora de www.hearts-at-home.org

lunes, agosto 28, 2006

Soy capitalista pero en mi casa soy sencillamente Federico.

La vida es más rica que el capitalismo, pero sin él no hay una rica vida.

El otro día, gracias a un amigo bloguero, entré en un enlace que me llevó a un documento sobre lo que es el capitalismo de Ayd Ran. Y, enseguida me quedé convencido. Soy capitalista. Es evidente que es el mejor sistema, si no es el único, competente para generar riqueza. También es el mejor sistema para garantizar la libertad individual. Ciertamente unos se enriquecen más que otros, pero esos unos hacen subir el nivel de vida y el confort de los demás. De hecho trabajan para esos otros que son sus clientes y sus beneficiarios.

En toda ciudad que se precie, en todo Estado, en el mundo entero se debería estar agradecidos a los grandes hombres que han creado riqueza por medio de la innovación. Deberíamos recordar con admiración al inventor de la máquina de vapor, al del automóvil, de la locomotora, del submarino, al descubridor de la electricidad, a los genios de la informática, al descubridor de la penicilina, y a tantos otros que han hecho avanzar a la humanidad dentro de un sistema claramente liberal en los aspectos económicos.

Ciertamente hay y ha habido desigualdades sociales, pero en el mundo occidental, en el heredero del capitalismo liberal, la sociedad ha avanzado en calidad de vida, en esperanza de vida y en salud. Y también ha podido dedicar sus sobrantes al desarrollo del tercer mundo, que también está mucho mejor que hace cien años, si bien todavía queda mucho que solucionar.

Sin embargo hay esferas de nuestra vida en las que el capitalismo no funciona, aunque funcione la libertad. Y eso es, sencillamente, que el capitalismo, como el liberalismo, sólo se refieren a un grupo de las relaciones entre los hombres. El hombre es algo más que un hombre-económico o que un hombre-político. El hombre es padre, madre, esposo, esposa, hijo o hija. Y esas relaciones son de otro tipo.

El ser esposo se elige; pero luego ya hay unos compromisos y un contrato peculiar que, a la llegada de los hijos, se vuelve ya irrenunciable en la paternidad. Ese último vinculo, deseado por los padres, es permanente. Pero el hijo recibe una relación sin haberla elegido: es hijo por decisión de otros.

Ahí no funciona el capitalismo. Ese tipo de relaciones, libres al inicio, se fundamentan en otros principios: la entrega plena y generosa sin esperar contraprestación alguna por parte de los padres; el amor filial del hijo que cada vez es menos dependiente y que, con el pasar de los años, le lleva a cuidar sin esperar contraprestación alguna de sus padres; el amor generoso y de donación plena entre los esposos, lo que es garantía de su felicidad. Esa es una sociedad más perfecta que la política y económica, se basa en el máximo principio: en el amor.

De esa sociedad aprenden los buenos políticos y los buenos empresarios, que son algo más que caudillos o jefes; gobiernan con suavidad y epiqueya; atienden a los empleados también en las necesidades materiales. Algo de eso sabe la Iglesia católica cuando escribe sobre Justicia Social, porque en ella está el aceite para la convivencia.

Frid

viernes, agosto 25, 2006

Apuntes sobre la clonación ( y VII)

Reflexiones conclusivas:

Solo tener que decir esto nos tendría que llenar de pena, porque ¿cómo es posible que el hombre haya llegado tan bajo en la degradación de su sensibilidad?

Cuando veíamos un bebé, hasta ahora, el sentimiento natural era de protección. Ahora no queremos verlo para no pensar lo que estamos haciendo.

  • La clonación humana representa la terrible desviación a la que se ve empujada una ciencia sin valores y es signo del vacío de una civilización que busca en la ciencia, la técnica y la búsqueda de la “calidad del vida” a toda costa el sustituto del sentido de la vida y de la salvación.
  • Detener la carrera de la clonación humana es un compromiso moral. Hay que diferenciar progreso científico del despotismo científico. La ciencia está al servicio de toda persona humana.
  • La clonación humana es una violación de los derechos del hombre al menos en el principio de igualdad y de no discriminación; tiene un claro matiz eugenésico.
  • La confianza en la ciencia nos lleva a asumir el reto de lograr los fines de la salud por métodos lícitos moralmente.
  • El ser humano se merece que lo tratemos mejor, sencillamente: como ser humano.

Apuntes sobre la clonación (VI). Células madre embrionarias.

Dice Juan Pablo II: “..., será necesario evitar siempre los senderos que no respetan la dignidad y el valor de la persona; en particular pienso en los eventuales proyectos o intentos de clonación humana, con el fin de obtener órganos para el transplante; estos procedimientos, en cuanto implican la manipulación y destrucción de embriones humanos, no son aceptables moralmente, aunque estén dirigidos a un fin en sí mismo bueno. La ciencia deja vislumbrar otras vías de intervención terapéutica, que no comportan ni la clonación ni la extracción de células embrionarias, ya que para esa finalidad es suficiente la utilización de células madre que pueden ser extraídas de organismos adultos” (Juan Pablo II, Discurso al Congreso internacional sobre transplantes de 29 de agosto de 2000).

Mis preguntas:

  1. ¿Quien arrancaría la vida a un niño con toda seguridad para curar a otro?
  2. ¿Hasta qué límite arriesgarías la vida de un niño para salvar a otro?
  3. ¿Quien mutilaría de modo imprevisible a un ser humano para extraerle miembros que puedan sanar a otros?
  4. ¿Quién eliminaría un ser humano para, con su material celular, fabricar otro?
  5. ¿Quien va a querer que le implanten un ser humano mutilado, un embrión del que se han extraído células madre, si sabe que hoy por hoy es inviable su éxito?
  6. ¿Quien quiere no tener padre y madre?
  7. ¿Quien quiere que su padre biológico sea un desconocido, que su madre biológica no sea la madre de la que ha nacido?
  8. ¿Quien gana con todo esto, el ser humano, o la esclavitud que nos somete a esos experimentos?
  9. ¿Y si hay métodos científicos diferentes para sanar enfermedades que no implican esos procedimientos, porqué hemos de seguir este camino de locos?


Apuntes sobre la clonación (V). Consideraciones éticas y científicas.

Algunas consideraciones a tener en cuenta sobre la clonación humana:

Dice la Pontificia Academia para la Vida: “la clonación constituye una radical manipulación de la racionalidad constitutiva y la complementariedad que se encuentran en el origen de la procreación, tanto en su aspecto biológico, como en el propiamente personal; pues tiende a convertir la existencia de dos sexos en un puro residuo funcional, unida al hecho de que es necesario utilizar un óvulo, privado de su núcleo, para originar el embrión-clon y necesita, por ahora, un útero femenino para poder llevar hasta el final su desarrollo. De este modo se utilizan todas las técnicas experimentadas en zootecnia (...)

Se produce una instrumentalización radical de la mujer, reducida a algunas de sus funciones puramente biológicas (prestamista de óvulos y útero) y se abre la perspectiva hacia la posibilidad de construir úteros artificiales, último paso para la construcción “en laboratorio” del ser humano.

En el proceso de la clonación se pervierten las relaciones fundamentales de la persona humana: la filiación, la consanguinidad, el parentesco, la paternidad-maternidad. Una madre puede ser gemela de su made, carecer de padre biológico y ser hija de su abuelo. Con la FIVET ya se ha introducido la confusión en el parentesco, pero con la clonación se verifica la rotura radical de esos vínculos” (Academia Pontificia para la Vida; Reflexiones sobre la clonación, Observatore Romano de 25 de junio de 1997; páginas 180 y 181 del libro).

Dos preguntas sencillas, pero sin respuesta limpia:

Pregunta sin contestar aún por la falta de éxito: ¿cuántos seres humanos se han sacrificado ya para ese experimento? Para llegar a la oveja Dolly se utilizaron 267 embriones. Luego para el éxito se requerirán centenares de intentos.

¿No es acaso la clonación no es mas que un comercio abierto y criminal, se trafica con seres humanos de encargo, y se asemeja al mercado de esclavos?

Apuntes sobre la clonación (IV). Clonación terapéutica y las células madre embrionarias

La clonación humana terapéutica con células madre.

Esta clonación tiene como objeto producir y utilizar células madre en el campo de los injertos de tejido en pacientes que sufren graves enfermedades metabólicas, neurológicas, musculares, cardiovasculares, neoplásticas, etcétera como son la enfermedad de Parkinson, el Alzhaimer, la esclerosis múltiple, isquemias o lesiones espinales, diversas enfermedades de la sangre, del hígado, etcétera. Pero también se está aplicando para cirugías de regeneración de huesos en implantes bucales y otras aplicaciones menores.

Células madre no embrionarias: son células no diferenciadas de un tipo de tejido específico que, en cultivo, tienen la propiedad de renovarse sin perder sus propiedades de replicarse y epigénica, y de diferenciarse en ciertas condiciones dando lugar a tipos celulares que componen tejidos y órganos. Son células multipotenciales.

Estas células son numerosas en el embrión en el estado de blastocito (alrededor de los cinco días, cuando las células oscilan entre 150 a 200). También se dan en el embrión ya anidado en el útero y en el feto; y en especial en algunos órganos como el hígado, la médula ósea y el cerebro: todas ellas son células madre embrionarias.

Además de en el embrión se dan células madre en la sangre del cordón umbilical y en algunos tejidos del cuerpo del adulto.

Ante el rechazo de los transplantes se inició una investigación de clonar seres humanos en células embrionarias con células somáticas del paciente, con el objeto de disponer de células de respaldo.

Con la investigación con células madre adultas se han logrado éxitos en la reconstrucción de la cornea de pacientes en Italia. En Dusseldorf se logró curar a un paciente de un infarto grave gracias a la inyección de células madre extraídas de la médula ósea. También se está utilizando para tratar la leucemia aguda y crónica, linfomas, mielomas y mieloplasias y algunas enfermedades metabólicas monogenéticas (hemoglobinopatías, inmunodeficiencias congénitas, enfermedades de lisosoma, anemia de Fanconi, etcétera.

La investigación con células madre adultas no tiene problemas éticos, salvo los comunes de otros aspectos de la medicina.

La succión de masa celular de embriones en fase de blastocitos es matarlos. También es asesinato el clonar desde un embrión las células de un paciente. No se puede quitar una vida para salvar otra vida.

Ahora unos científicos dicen que han extraído células madre de un embrión sin matarlo; se les puede hacer las siguientes preguntas:

  • Qué hacía ese embrión fuera del útero de la madre, que es el lugar más seguro para su vida?
  • ¿Si de los embriones que no se han manipulado, sólo cuatro de cada 100 dan lugar a un niño nacido, cuantos morirán entre los manipulados?
  • ¿Si la célula extraída es omnipotencial, capaz de generar otro ser humano, no es acaso un gemelo del otro, y, por tanto, otro ser humano?
  • ¿Si las células madre extraídas son de un embrión más maduro, sólo pluripotenciales, qué parte del embrión se ha extraído, un dedo, la pierna, el corazón?
  • ¿No es más sencillo utilizar células madre adultas que son las que no dan problemas de conciencia, y son, además las únicas que han logrado tener aplicaciones terapéuticas?

Apuntes sobre la clonación (III). Razones que no se sostienen.

Motivos que se podrían plantear para una petición de clonación humana.

Motivos principales: la esperanza de conseguir dar un hijo a padres con esterilidad radicalmente incurable; dar un hijo sano a padres afectados con patologías hereditarias; mejorar las técnicas de la FIVET y su porcentaje de éxitos; diagnóstico perimplanto a favor del embrión original (investigar con la réplica).

Motivos eugenésicos: replicar individuos particularmente bien dotados; asegurar la disponibilidad de órganos de transplante sin rechazo alguno; generar un número significativo de individuos idénticos para la investigación de la influencia de los aspectos hereditarios en la salud y en la personalidad; asegurar el sexo del hijo; la generación de superatletas; la mera experimentación y curiosidad humana.

Valoraciones de la clonación ampliamente compartidas en la sociedad contemporánea.

El consenso es casi unánime sobre la inadmisibilidad de la clonación de seres humanos. Esta valoración ética ha de ser jurídicamente sancionada.

Razones éticas: respeto a la identidad individual (nadie tiene derecho a decidir cómo debo ser); respeto a la dignidad humana (no manipularla ni replicarla; ni arriesgar la vida del hipotético clon); protección de la autonomía genética.

Es antinatural y antiecológico; dice H. Jonás: “la clonación es en el método la más despótica y en el fin la más esclavizadota forma de manipulación genética: su objetivo no es la modificación arbitraria de la esencia hereditaria, sino precisamente su también arbitraria fijación en contraste con la estrategia dominante en la naturaleza”.

Además, desde el punto de vista de una ética personalista:

En el origen, la clonación se separa del acto conyugal. Incluye la alteración del orden natural de la IAD, de la FIVET y de la GIFT en lo referente a la generación del ser humano, al riesgo de su vida, a su desvinculación de los padres biológicos. Además la intervención técnica asexual desvincula totalmente ese ser humano de los antepasados. Es un ser sin historia.

La clonación es equivalente a deshumanización en la procreación.


El individuo sería querido como réplica de otro, no por sí mismo. Y se le encargaría una misión, si viviese, que él no ha elegido. Se le intentaría programar la vida.

Un individuo clonado es un individuo instrumentalizado.

Apuntes sobre la clonación (II). Un largo camino hacia la manipulación humana.

Las etapas de un camino de investigación de cincuenta años.

Primeros experimentos de clonación: Estados Unidos en 1952 con embriones de rana, posteriormente en muchos anfibios.

A partir de 1975 se investiga con mamíferos. Primeros éxitos y parciales con ratones en 1981. Verdaderos clones en 1986 con ovejas y con becerros, posteriormente con simios. Todos estos casos son de escisión embrionaria.

Caso de utilización de células adultas: Oveja Dolly en 5 de julio de 1996; anunciado en Nature el 27 de febrero de 1997. Se realiza por sustitución del núcleo de un óvulo por el de una célula adulta. El éxito se logró después de ensayar 29 blastocitos derivados de 277 embriones reconstruidos con células de las glándulas mamarias. Un porcentaje de éxito de 1/277 ó 0,003.

El primer intento de clonación humana es del profesor J. L. Hall de la George Washington Scool of Medicine en 1993. En ese caso, todos los clones utilizados sucumbieron. Sin embargo para ello eligieron 17 embriones humanos compuestos de 2 a 8 células no transferibles al útero. Se separaron las células envolviendo cada una en una zona pelosa artificial; se sumergieron en el caldo de cultivo adecuado iniciando el desarrollo de 48 embriones. De ellos sólo los que derivaron de un embrión compuesto por dos células alcanzaron el desarrollo hasta 32. Todos los embriones fueron eliminados. Esta técnica es clonación impropia o splitting. Como consecuencia de la polémica que suscitó, el Profesor Hall abandonó la Universidad al año siguiente.

Conclusión: hasta ahora todos los frutos de la clonación humana han sido asesinados, o lo que es lo mismo, se ha llevado al embrión a un imposible desarrollo.

Apuntes sobre la clonación (I). Precisiones terminológicas

En los medios de comunicación nos están vendiendo que se ha logrado extraer células madre sin matar al embrión. Y argumentan que se acabaron ya así los problemas éticos.

Ante esa falacia, traigo en mi blog los apuntes de una persona interesada en el tema y en qué hay de verdad de todo esto, porque el tema trata sobre seres humanos, que son lo más preciado y delicado.


Precisiones conceptuales y terminológicas:

Clon deriva del griego: klon o “capullo o ramito”. En biología: clon es el resultado de duplicar el patrimonio genético de una estructura molecular, es decir, obtener dos individualidades biológicas idénticas genéticamente.

Este fenómeno parece que se da espontáneamente en los gemelos homocigóticos. Esto es posible en la fase del embrión totipotencial: cada célula está capacitada para generar un individuo completo de la especie humana.

En la fecundación in vitro se produce la gemelación a través del splitting: separación de una de las células del embrión original: es clonación por escisión embrionaria o clonación impropia.

Cada uno de los seres así generados es un ser humano completo.

Clonación en sentido propio: se ha descubierto que células que han perdido ya su capacidad totipotencial pueden verla reaparecer cuando el núcleo de esa célula se ha transferido a un óvulo privado de su núcleo: es la reprogramación del genoma: transplante nuclear. Y es “la producción de sujetos caracterizados por una identidad genética fundamental, partiendo de células adultas llevadas de nuevo a la condición original de potencialidad informativa y transplantadas en oocitos privados de sus núcleos”.

La clonación se refiere a individuos enteros, a moléculas de DNA, a células, a tejidos y otros. Esta el la clonación incompleta o parcial de gran utilidad para la medicina; también se denomina clonación terapéutica para diferenciarla de la reproductiva.

La identidad con el ser originario no es completa. En el caso del transplante nuclear la identidad es sólo del patrimonio del núcleo, pero se diferencian en la parte aportada por el ovocito sin núcleo. De todos modos la diferenciación básica está en la diferente identidad.

En el caso de transplante nuclear se mata un embrión para "fabricar otro", que ya pierde su relación completa con toda referencia sexual.

Bibliografía para los post (I al VII inclusive): Ver Bioética, de Lino Ciccione, Ediciones Palabra, 2ª Edición; Madrid 2006.

Falacias de un ateo

Las falacias de un ateo:

Reflexiones-liberales

Ha caído en mi blog un defensor acérrimo de la ideología atea; un aspirante a "un mundo ateo". Su blog es negro y es razonable. No tiene luz. Sin embargo dice que no impone su mundo, lo que no creo en absoluto. Sin embargo algo podré decirle. Yo no creo en que Dios existe, sino que tengo evidencias de su existencia. Es más razonable pensar que Dios existe a pensar que el azar lo hizo todo o que el mundo sigue las leyes del eterno progreso. Y en eso están de acuerdo los agnósticos, que dudan, no se atreven a dar el paso de ese señor, son más humildes. No han podido demostrar la existencia de Dios y la dejan en suspenso.

El ateismo es algo relativamente reciente, la humanidad siempre se ha preguntado la causa última de las cosas y ha ido atribuyendo esa causa a seres que consideraba superiores. De hecho en la raíz de los ídolos hay una parte de verdad. Es cierto que el sol y la luna se escapan de la voluntad humana y de su poder, por ahora... porque quizá inventemos algo con lo que los destruyamos. Pero no son superiores a los hombres. El que nos supera es el que comenzó todo esto. ¿Cómo lo hizo? Ese es un misterio incluso para la ciencia que sólo puede encontrar respuestas del día después.

La metafísica, que es racional, da un paso adelante y, con el razonamiento, concluye en la existencia de un Principio. Pero a ese Principio, al Dios de la Ilustración racionalista, al Dios como causa, no le reza nadie.

Los que rezamos lo hacemos a ese Dios en cuanto se ha revelado a los hombres.

Es falso que la educación de las Escuelas en las que no se hable de Dios sea indiferente, porque la respuesta es clave para la interpretación del mundo.

Es una injusticia y una monstruosidad negar a los padres el derecho a educar a los hijos en unas creencias, y ahí engarza mi oponente con los marxistas y todos los laicistas de la tierra. Aunque se contradiga acaba de sobrevalorar la función del Estado.

Si mi oponente fuese capitalista, ni habría entrado en la cuestión de la educación, habría aspirado a un sistema liberal; y si fuese más liberal habría entendido que los países de mayor riqueza generada son los de raíces cristianas.

Sus numerosos prejuicios le ciegan los ojos. Porque nadie niega lo nefasta que es la Inquisición, ya superada. Pero ahora toca condenar los campos de concentración en la China Comunista, el régimen de Castro y los demás totalitarismos ateos que nos invaden. El crimen, sin Dios, es más fácil.

Y llamar egoísmo al consuelo es un absurdo. Estoy harto de que llamen a los que aspiran al cielo egoístas y, sin embargo, a los que aspiran a sacar una plaza en una oposición, aprobar una carrera universitaria, comprar un televisor, casarse con una moceta maja, se diga que tienen aspiraciones legítimas. Lo natural es aspirar a la felicidad, está impreso en la naturaleza.

Por eso mismo dudo incluso sobre si no se ha delatado mi oponente como un acérrimo laicista al comenzar su discurso, cuando quiere arrojar la religión de la vida pública. Si fuese demócrata respetaría a la mayoría, que es católica en España, y dejaría estar esas manifestaciones religiosas, esa educación religiosa para los que la quieran... y con el mismo dinero con el que se financian las otras opciones. O... ¿los católicos, los judíos, los musulmanes, no pagamos impuestos?

frid

martes, agosto 22, 2006

Un breve resumen sobre la autoría de los Evangelios canónicos.

Una autoría más que contrastada.

Ante un comentario emitido en la red poco fundamentado, me he permitido traer a colación esta estractada documentación.

Ningún historiador serio discute la autenticidad de los evangelios canónicos, es decir, que fueron escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Hay más de 4.000 códices griegos, traducciones latinas, coptas y siríacas entre los siglos IV y IX que atestiguan esto. Incluso los escritores de los “evangelios apócrifos” no niegan la autoría de estos evangelios, sino que para enfrentar autoridad con autoridad atribuyen sus obras a otros apóstoles o discípulos de Jesús, si bien esos textos no soportan un análisis crítico de autenticidad ni de veracidad.

Pero además de esos testimonios, dan fe de ello numerosos escritores de los primeros siglos del cristianismo, algunos de ellos son personas que convivieron con los apóstoles y los evangelistas o bien que convivieron con los que los conocieron de primera mano.

Así tenemos a Papías, obispo de Hierápolis de Frigia, que hacia el años 125 nos atestigua a través de Juan el presbítero, discípulo de Juan Evangelista que Marcos era el intérprete de Pedro; que Mateo, discípulo del Señor, escribió en arameo sobre las cosas hechas y dichas por Jesús. Este testimonio lo recoge después el historiador Eusebio de Cesarea.

San Ireneo (siglo II) era discípulo de San Policarpo, que a la vez lo era de Juan el Evangelista. Su testimonio es el siguiente: Mateo escribe cuando Pedro y Pablo evangelizaban Roma, hacia el año 50, en lengua hebrea; Marcos transmite la predicación de Pedro, hacia el año 65; Lucas colaborador de Pablo, escribe el evangelio enseñado por éste a los gentiles entre los años 67 y 70; Juan escribe en Éfeso hacia finales del siglo primero.

Clemente de Alejandría (siglo II y III) habla de los cuatro evangelios en sus escritos y conoce la tradición sobre ellos.

Orígenes (185-255), en Egipto, nombra a los cuatro evangelistas y el orden en que escribieron.

Tertuliano (160-223) en África, afirma la autoridad de los evangelios.

Otras autoridades de primera fila son San Clemente Romano, discípulo de Pedro y que fue Papa del año 91 al 100; San Ignacio de Antioquia (discípulo de San Juan), el Pastor de Hermas (siglo II).

Como puede observarse la relación de testigos directos es tal que se entiende que hasta la aparición del Modernismo y de la interpretación de la “teología liberal” de los textos de la Biblia, era una verdad pacíficamente poseída el que los evangelios canónicos los han escrito los cuatro evangelistas y eran testigos directos de la predicación y vida de Jesús o de la de los Apóstoles (Lucas).

Las dudas no surgen de los historiadores sino de los que, con prejuicios previos, no pueden aceptar la existencia real de Jesús. Pero negar eso y negar la autoría de los Evangelios está menos fundado que el negar al existencia de Alejandro y del historiador Herodoto, de Julio Cesar y Tácito, de los Reyes católicos y Pulgar.

Por otra parte no hay documento antiguo con más referencias a sus autores y más cercanas a la fecha de composición. El primero sería el testimonio de Herodoto sobre Aristóteles cien años después de su obra (Papías testifica sobre los evangelistas 55 años después del más antiguo de ellos).

Con respecto a los papiros encontrados es lógico que un documento tan valioso se copiase más que ningún otro y, por supuesto, más que los evangelios apócrifos. Y de hecho conservamos más códices que de ningún otro (véanse los 4.000 códices antes citados que conservan entre ellos una identidad casi absoluta); pero es que además se conservan papiros de los Evangelios de sólo 35 años después del primer texto (Papiro Rylands de Manchester), de 100 años después (papiro Bodmer II de Ginebra); de los tres siglos posteriores a Jesucristo al menos se conservan treinta papiros de los evangelios. Es un caso único en la histografía grecorromana.Además se ha encontrado un papiro con un fragmento del evangelio de Mateo datado en el año 70 por parte de Carsten Peter Thiede (el Magdalen Cr. De Roma 17)

La datación de los Evangelios más probable está entre la fecha dada por el Padre B. Manzano S. I. ( la versión aramea del evangelio de Marcos: años 37 al 42, escrito en Palestina; la versión griega del de Marcos: años 40 al 45 en Roma; del de Lucas: años 47 al 56 en Roma; y del de San Juan alrededor del año 95 en Éfeso) y la del profesor H. J. Shultz e la Universidad de Würtzburg (Alemania) (los sinópticos todos escritos antes del año 70 y el de San Juan antes del año 100).

frid

Para saber más ver: catholic.net

¿Donde la sabiduría, donde?

¿Donde encontrar la sabiduría?

Hoy en día se ha exaltado la ciencia y se ha aborrecido del tirano. Y, sin embargo, el hombre sigue a ciegas las declaraciones que, desde la moda –que alguien dicta- se considera que son verdades indiscutibles. Mejor dicho, no son ni verdades, que también a la verdad se tiene miedo, son, sencillamente las normas más adecuadas para evitar los conflictos.

El hombre, sin embargo, en cuanto se habla de la ciencia, la tiene un temor reverencial, ahí sí que se cree lo que le dicen desde la atalaya del prestigio del sabio. Y eso no es complicado porque el científico "moderno" no dicta, curiosamente, verdades; dice: mirad no sabemos la causa del mundo, luego no hay Dios. No sabemos el porqué del mundo pero hay Evolución. Pero no os preocupéis, la evolución es ciega, es el mismo caos, el azar, el que nos lleva cada vez a un mundo mejor. Progresamos. Quedaos con eso.

Y mientras tanto, dejadnos a nosotros, a los científicos, hacer todo lo que veamos que se pueda hacer, aunque sea manipularos.

Curiosamente, desde una premisa, la de la libertad absoluta, la de la no violencia ni imposición de verdades, se hace un juego de manos y acabamos al dictado de unos científicos que lo ignoran todo del porqué y del para qué y sólo saben el cómo manipularnos.

El sabio era el que se preguntaba las razones últimas de las cosas. Y solía concluir que el mundo tenía un origen, que el progreso era providencia, que la ciencia se sometía al hombre que la ejercía, que la ley humana debía amparar la dignidad e igualdad esencial de todos los hombres, que también había freno para los que dictan las leyes y que, por encima de la voluntad de la mayoría están la esfera de lo individual y las esferas de múltiples relaciones humanas basadas en los compromisos de esas personas.

Hoy hemos echado de nuestra casa al sabio, garante de nuestra dignidad y libertad, y hemos dejado entrar en ella al vendedor de baratijas. Hemos cedido las decisiones sobre lo más exclusivo de nuestra individualidad al criterio de la mayoría. Hemos permitido que desde un pretendido bien público se pongan serias cortapisas a las esferas de elección relacionadas con la educación y formación de las personas, y hemos comprado en el bazar del progreso un plato de lentejas para una sola época de la vida: el imperio de la apetencia; algo que de todos modos ya teníamos.

El sabio, desde su rincón nos dice que si hubiésemos elegido su disciplina, habríamos encontrado en ella la defensa contra toda intromisión de la tiranía. Porque habríamos encontrado un hombre anterior al Estado, una naturaleza anterior a la manipulación técnica, una familia, unas agrupaciones civiles, una vida individual y colectiva sobre las que el Estado no tiene más función que el tutelar que existan. Habríamos elegido la libertad más segura, sin esperar que el Estado nos la distribuya según su discreción.

frid

lunes, agosto 21, 2006

El sentido del mal un misterio, del que una clave es la eternidad.

El sentido del mal un misterio, del que una clave es la eternidad.
Este post no intenta dar solución a un problema de ese calibre; sólo mostrar la ventana que algunos abrieron para comprender por qué Dios permite el mal; y, al tiempo, tomaron una parte activa para impedirlo. Dieron la vida por defender a los inocentes. Ese es un motivo para intentar ver por su misma ventana.

El sentido del mal es un misterio, que lleva a algunos hombres a negar a Dios. Si Dios es Infinitamente bueno, ¿por qué permite el mal?, y sobre todo ¿por qué permite el sufrimiento del inocente?

Para otros ese mismo mal les lleva a sentir la compasión, la conversión personal y el deseo de remediarlo. Han encontrado ahí una causa de bien. Así lo entendieron el grupo de intelectuales que fundó la Rosa Blanca en la Universidad de Munich como reacción ante los crímenes y el gobierno del mal por parte de Hitler y el nacional-socialismo.

Sin embargo, el deseo de remediar el mal es incompleto. Puedo solucionar el problema de algunos y no de todos. Seguirán existiendo personas tiranizadas, inocentes asesinados o utilizados como objeto, niños que no nacerán matados incluso por sus propios padres. El vientre de la madre se ha convertido hoy en el lugar menos seguro de un niño, y no hay nada más inocente que un niño antes de nacer.

Pero, incluso aquel al que ayudas morirá. Se encontrará con el final de su vida terrenal. ¿Ha sido útil todo este esfuerzo por aliviar el dolor? Ahí sólo hay una respuesta válida: si hay un más allá, si hay una vida de justicia después de la muerte sí ha valido la pena.

Y el sufrimiento del inocente ¿a quién aprovecha? Ciertamente le prueba en esta vida, le hace virtuoso y misericordioso; o le hace miserable y rencoroso. El modo de vivir es lo que hace buena o mala a la gente. Y, si hay premio después de la muerte, si hay justicia, si existe Dios, pues vendrá el descanso en el camino.

Por otra parte sabemos los creyentes que Jesús, Dios, se ha hecho nuestro compañero en el camino del sufrimiento y de la muerte, ya no estamos solos. Y nos ha hecho partícipes de su camino, nos ha dado un sentido al dolor: cruz redentora, también la de los inocentes que como los niños de Belén fueron acogidos en el Cielo.

Por eso, para entender el sentido del dolor, el hombre debe descubrir a Dios justo y la inmortalidad del alma. Es la vida eterna la de la justicia. La vida terrena es la del juego de la libertad. Pero para llevarlo con su auténtico sentido, hay que descubrir a Cristo y su cruz, y ser colaborador suyo.

Wilm Hosenfeld, pensador católico e inspirador del movimiento de resistencia al nazismo de La Rosa Blanca, escribe a su hijo Helmut el 18 de agosto de 1942, en pleno dominio del nazismo alemán:

"Creo firmemente que Dios gobierna el mundo y el destino de los pueblos, conforme a su Providencia. Los hombres y los pueblos están en su mano. Él los conserva o los deja caer según su plan, cuyo sentido no alcanzamos a conocer en esta vida. Por ejemplo, ¡lo que se está haciendo ahora con los judíos! Se está queriendo aniquilarlos. ¡Qué sufrimiento humano por un lado y qué maldad y animalidad por el otro! ¿Cuantos inocentes tienen que morir, quién pregunta por el derecho y la justicia? ¿Tiene que suceder todo esto? ¿Por qué no, por qué Dios no va a dejar que los hombres obren siguiendo sus bajos instintos? Mataos, perseguíos y maltrataos; tenéis la razón y el don para el odio y para el amor. Así pensaría yo si los hombres fuesen mis criaturas y los viera comportarse como bestias; lo que Dios tiene previsto con esto, ¿quién lo puede saber?"

Al final se concluye que la libertad es el don de Dios más preciado en el orden natural, con ella el hombre puede elegir los caminos del amor, pero también los del odio; la paz o la guerra; este ser así creado sólo lo entiende bien su creador. Y, la criatura, ¿tendrá la humildad de comprender que los designios de Dios son insondables? Si bien Dios ha revelado que "todo coopera para el bien de los que Dios ama". Lo que no ha revelado es lo que les tiene preparado, si bien señala que "ni ojo oyó, ni oído oyó" esas maravillas. Lo que está claro es que ese paraíso no está en la tierra.

El hombre tiene su tiempo, Dios su eternidad. Lo decía Juan Pablo II. Dios concedió al mal del nazismo unos diez años y fue aniquilado; al comunismo ruso muchos más, pero también pasó. ¿Al de la sociedad abortista, cuantos le tiene permitido?

Frid.

domingo, agosto 20, 2006

El aborto, la principal causa de muerte en España.

El aborto, la principal causa de muerte en España.

Me ha facilitado el profesor D. Fernando Pascual unos del Instituto de Política Familiar publicados en el año 2005, y hablan por sí solos de la desacertada política familiar que han llevado todos nuestros gobiernos desde el año de la implantación del aborto, desde 1985.

Unas cifras:

En 1985, año de aprobación de la ley, se produjeron 9 abortos. Al año siguiente 17.180. Durante el año 2003 la cifra había ascendido a 79.788. En total, hay contabilizados durante todo ese periodo 850.000 abortos en España. Se puede decir que ya en el año 2006 se habrá llegado a 1.000.000 de muertos, e incluso superado esa cifra.

¿Qué epidemia o guerra ha producido en España tamaña cifra de muertos?

Sin contar los abortos, las defunciones en España se han incrementado, por envejecimiento de la población, en un 22 %; si se sumasen los abortos esa cifra sería el 48,3 %.

Algunos datos de interés para comprobar lo peligroso que es nacer en España: cada 6,6 minutos se produce un aborto. Uno de cada seis embarazos acaba en aborto. De los abortos producidos uno de cada siete es en adolescentes.

Causas de mortalidad: Si se considera el aborto un accidente resulta que es 15 veces más numeroso que los accidentes de tráfico. Si se considerase una enfermedad, su incidencia sería 1,45 superior a la del cáncer. Es, con mucho, la principal causa de muerte en España.

Veamos las medidas adoptadas para reducir el aborto.

Año 1989. Campaña del preservativo seguro: cifra de abortos: 30.552. Año 1990: esa cifra había aumentado en un 21 % y en 1995 en un 62 %. Luego la campaña facilitó la promiscuidad y aumentó el número de embarazos no deseados.

Año 1998. Campaña del “preservativo es divertido. Juega sin riesgos”: cifra de abortos: se pasa de 49.578 a 53.847, con un incremento del 8,6 %. Y la cifra sigue subiendo hasta hoy.

Curiosamente lo evidente no se le ocurre a nadie: eduquemos a los jóvenes en valores, promocionemos el modelo de dominio de sí y de respeto al otro. Dicho de modo que choque: fomentemos otro tipo de conducta, fomentemos la abstinencia y demos alternativas a los jóvenes. Eso suena a imperialismo americano.

Las propuesta del Instituto de Política Familiar son también bastante razonables. No neguemos la evidencia: un aborto es una defunción, es un fracaso del sistema de prevención no es un logro. Es un mal para la persona que aborta y un mal irreparable para el hijo no nacido. Asesoremos bien, y hagamos campañas eficaces para evitar los embarazos, y –si a pesar de todo el embarazo llega- pues cuidemos de salvar esa vida, ayudemos a la madre, soltera o casada, y agilicemos tanto las ayudas como los procedimientos de adopción.

“El aborto nunca es solución, porque si así fuera... cortar la cabeza sería la mejor solución para el dolor de muelas” (Chesterton)

frid

sábado, agosto 19, 2006

La herencia del comunismo y del nazismo en el socialismo español. Una involución política:

La herencia del comunismo y del nazismo en el socialismo español. Una involución política:

Si hay algo que les incomoda en extremo a los holandeses es que alguien compare su permisividad con la eutanasia con las leyes nazistas. Una cosa es llegar a la muerte por un cauce democrático y otra por una ideología totalitaria; si bien a esa ideología se llegó desde la democracia.

Y es que Europa está enferma desde que un día, como fruto del subjetivismo radical, fue negando la realidad del mundo ajeno a sí mismo y al creador del mundo. El europeo se quedó consigo mismo, y como debía dar contestación a los ecos que el mundo producía se contentó con identificar la realidad exterior consigo mismo; se confundió en la masa y eliminó al hombre creando la humanidad; eliminó los seres vivos para crear un todo material. Y a ese todo le dotó, en vez de inteligencia y voluntad de determinismo y de azar, como dos fuerzas contradictorias. Lo primero le hizo creer en el nuevo mandamiento: el del progreso necesario. Y lo segundo le dio el motor: el azar, no la libertad de nuestros actos.

Con eso, el hombre moderno estuvo preparado para abandonar su voluntad en el Duce o en el Partido, en un solo individuo más evolucionado (como podría ser Rodríguez Zapatero), o en el único intérprete válido de la realidad (la voz del partido).

Con esa premisa, el individuo quedó esclavizado, sacrificado por un progreso (paradójicamente necesario y arbitrario, incognoscible, dogmático e irracional). Desde ese dogma, cuando se adjetivó como progreso de la raza, surgieron los nacional-socialismos. Cuando el adjetivo fue el de pueblo, surgieron los socialismos comunistas. Ambos hijos de un pensamiento materialista. Y nadie se apercibió que debería decirse solamente mecanicismo, porque el pensamiento implicaría libertad, pluralidad, independencia.

Los primeros hijos del materialismo fracasaron en la construcción del mundo feliz, dejando detrás de sí una estela de muertos incontables. Sin embargo, algo debe de tener de obsesión esa idea que sigue dominando al pueblo más numeroso de la tierra, China, y sigue siendo alabada por los intelectuales de carné, admiradores de Fidel Castro, de Evo Morales, y de tantos “payasos” que gobiernan a sus pueblos con ideas trasnochadas y estériles. Ese mismo no delatarlos les hace cómplices de sus desmanes. Ese no exclamar ¡nunca más campos de exterminio!, ese no señalar a la China comunista o a la Cuba de Castro les señala a ellos como estériles mentales.

El experimento fracasado no les ha llevado a reflexionar que los cimientos están podridos, e intentan convencernos de que un mundo materialista es posible. Y nos venden otro paraíso en el que nos dan a cambio la satisfacción de todos nuestros más bajos instintos, incluso con los simios. La medicina para adormecernos es la de “hacer lo que nos apetezca” y legislar ahí el ámbito de las libertades.

Mientras tanto, en los aspectos donde se puede manifestar la libertad individual, las doctrinas filosóficas, las creencias o la visión del mundo, ese Estado es donde no permite ya sostener el anterior principio. “Por la convivencia” has de ser un ciudadano educado en la siguiente religión: Dios no es necesario para la vida de los hombres; todo se explica por el devenir de la materia (¿que de dónde ha surgido); la voluntad del Estado ha de ser la tuya; por ahora la mitad más uno impone la ley sobre la mitad menos uno; la familia ha progresado ahora fabrica niños el Estado; la vida humana puede ser renunciada y eliminada cuando no tiene suficiente calidad (menor calidad que estar muerto no hay, digo yo). Y así esos dogmas que llevan a un nuevo paraíso.

Ese paraíso es un paraíso sin familia, el hijo provisto por una concesión estatal, educado por el Estado, la mayoría más uno se impondrá a la minoría, se excluirán los derechos de esa minoría y se llegará a que sea el partido y, luego solo la cúpula hasta llegar a un individuo el que dictamine nuestro futuro.

No basta con que el socialismo reniegue de sus hijos: el nazismo y el comunismo; es preciso que vuelva a las raíces humanistas, a aquella decisión del congreso socialista en la que renunciaron al marxismo. Han de renunciar al materialismo dialéctico si quieren recuperar su humanismo.

Mientras sigan con esa visión reduccionista, no gobiernan hombres ni individuos sino humanidad, masa amorfa de la que una parte siempre se puede sacrificar por el bien del conjunto. Gobiernan hombres sin almas, reducidos a animales; les sirven a sus instintos pero les gobiernan como en granjas donde toda experimentación es posible. Y, cuando la economía no funciona, la solución es eliminar excedentes, también humanos: primero los más tarados, después serán los que menos rinden y luego los críticos.

Las utopías han sucumbido, mejor dicho, han sembrado el mundo de lágrimas y de dolor. Ahora sugen, de sus cenizas unos arrubacos para que, con la conciencia dormida, traguemos, sin alterarnos los peores logros de los anticuados materialismos.


frid

viernes, agosto 18, 2006

Apuntes políticos desde la reflexión ante el terror del nacional-socialismo.

En 1933 las juventudes del partido nacional-socialista eran unas 100.000; en 1935 esa cifra había pasado a 4.000.000. Millones de jóvenes estaban encandilados por el pensamiento nazi, muchos de ellos provenientes de los partidos de izquierda que lo alimentaron. Era la superación del socialismo. Un socialismo ateo y dirigista en el que la camarilla del partido había sido simplificada por el Duce, el lider único. Una cabeza para un cuerpo sin alma. Y eso es un aviso a los que, desde el socialismo español quieren avanzar hacia una España sin alma, atea y sin Dios.

Sin embargo unos jóvenes se rebelaron contra esa imposición, era el grupo de la Rosa Blanca. Y, ahora quiero extractar algunos elementos recogidos de las seis hojas que publicaron y difundieron desde la Universidad de Munich, extractos que sirven hoy en día para la reflexión política:


Hoja nº 1: “Nada es más indigno para un pueblo civilizado que dejarse gobernar, sin oponer resistencia, por una camarilla irresponsable que se deja llevar por sus bajos instintos”.

“Cada uno ha de ser consciente de su responsabilidad como miembro de la cultura cristiana y occidental y como tal ha de luchar, cada uno, tanto como pueda contra ese azote de la Humanidad que es el fascismo y todo sistema de Estado absoluto similar”

“El Estado nunca es fin, sólo es importante como condición en la que se puede cumplir el objetivo de la Humanidad, y ese objetivo de la Humanidad no es otro que desarrollar todas las fuerzas del hombre, que es el progreso”.

Hoja nº3: “Un Estado no puede construirse de un modelo puramente teórico, sino que ha de crecer y madurar como cada persona individual. Pero no se debe olvidar que al comienzo de cada cultura había una forma previa al Estado. La familia es tan antigua como el hombre mismo y, partiendo de esa convivencia primigenia, el hombre racional ha creado un Estado cuyo fundamento es la justicia y cuya ley suprema es el bienestar de todos”.

Hoja nº 4: “Cualquier palabra que proceda de la boca de Hitler es mentira. Cuando dice paz está pensando en la guerra, y cuando de modo blasfemo menta el nombre del Todopoderoso, está pensando en el poder del maligno, del ángel caído, de Satanás”.

“Quien hoy en día todavía duda de la existencia real de los poderes demoníacos, no ha comprendido el trasfondo real de esta guerra”.


Hoja nº 5: “La idea imperialista, venga de donde venga, ha de ser desterrada para siempre. Nunca más debe llegar al poder un militarismo prusiano. Sólo en la cooperación generosa de los pueblos europeos se pueden sentar las bases sobre las que será posible un nuevo comienzo”.

Mis reflexiones:

1.- Nuestros gobernantes nos venden “¿si te apetece algo, por qué no lo haces? Sus leyes incitan a los más bajos instintos, los que no requieren ningún tipo de amparo jurídico.

2.- Detrás del partido socialista hay un nuevo estado absoluto, que controla el pensamiento a través de la nueva FEN (formación del Espíritu Nacional), el control de los medios de opinión y la omnipresencia del partido en todas las esferas públicas y sociales.

3.- En el pensamiento socialista el Estado es el Bien absoluto, el único legitimizado para impartir la educación, velar por la sanidad y la acción social. Su modelo de Estado es tan absoluto como el del nacional-socialismo y el del comunismo.

4.- El socialismo construye un estado utópico que prescinde de la estructura primigenia de la familia, más bien la aborrece y ataca desde la confusión con otras formas de unión, desde el fomento de la manipulación genética y, desde su intención –no confesada- de fabricar hijos sin padres en un futuro.

5.- Es difícil encontrar una verdad en el discurso de nuestros gobernantes. Su palabra más que para decir las cosas como son, se encamina a la interpretación de las cosas.

6.- Del diablo no hablo, sólo diré que “es el padre de la mentira”.

7.- Los socialistas han introducido en la fundamentación de las autonomías el espíritu de agravio histórico, de insolidaridad y de división. ¿Creen que ese modo de proceder generará por arte de magia cooperación, solidaridad y unión?

frid

lunes, agosto 14, 2006

Diálogo en busca de Dios y del sentido de la religión.

Puntos de encuentro con un agnóstico tolerante:

He recibido un comentario de mucho nivel al post anterior, en el que me preguntaba las razones de la esperanza que puede tener un ateo. Pero me he encontrado con algo que considero totalmente diferente, un planteamiento agnóstico. Y es razonable que no se identifique con lo que digo en mi artículo. La razón es obvia, son esencialmente dos planteamientos vitales diferentes.

El ateo es alguien que ha llegado a su camino; en mi opinión de modo simplificado, y afirma que Dios no existe ¿lo ha demostrado?, probablemente lo afirma desde su propia creencia.

El agnóstico es una persona que va de camino hacia la verdad, está en la duda. En ese aspecto coincide conmigo si bien yo soy creyente y, para mí el mundo me habla de su creador. Pero también me estoy preguntando continuamente el por qué de las cosas y su para qué; y muy en especial, me pregunto sobre el misterio del mal y del dolor, más aún ¿qué sentido tiene el dolor del inocente? Pero para esas preguntas intentaré, en otro momento, dar un poco de luz.

Pero aclaremos algunas de las preguntas y dudas. ¿Es peligroso el radicalismo religioso, más peligroso que el radicalismo ateo? Aquí yo sostengo dos tipos de radicalismo, el de la imposición a los demás y el de la vida siguiendo de un modo radical las enseñanzas religiosas.

El radicalismo de la imposición es nefasto, y ahí están los muertos de las guerras de religiones, la más sangrienta sin duda es la defensa de Occidente ante la extensión del Islam, que no se hizo por la fuerza de la palabra sino por la fuerza de las cimitarras. Y, en otro orden de cosas las recientes imposiciones de los paraísos marxistas que acaban invariablemente en los campos de exterminio o de reeducación. Hoy en día los grandes radicales son una versión del Islam que lleva al terrorismo feroz, los residuos del marxismo guerrillero o terrorista, y los intentos de imponer el laicismo como creencia desde las filas de partidos de índole socialista.

El radicalismo de la vida religiosa será excelso si la religión es excelsa. Un radical en la vida cristiana fue San Francisco de Asís, otra de nuestra época Teresa de Calcuta. A su manera, desde su talla intelectual, lo fue Juan Pablo II, y lo son todos los santos a los que la Iglesia ha puesto como modelo. Unos defendieron heroicamente su fe prefriendo morir a renunciar a su libertad, y dando un testimonio válido para la defensa de la libertad de todos los hombres. Otros se entregaron al servicio desinteresado del pobre, del enfermo, del ignorante; en definitiva, se entregaron hasta dar su vida en servicio de los demás hombres.

Para ese segundo radicalismo es preciso vivir una gran fortaleza, y por esa razón entiendo que Nietzche caricaturiza la religión cuando la ataca y la llama religión de los vencidos o de los corderos. Entiende por sumisión lo que es generosidad, entiende por culpabilidad lo que es el reconocimiento del hombre de la responsabilidad de sus actos y la capacidad que tiene de rectificar pidiendo perdón a aquel al que ha ofendido. Probablemente o ignoraba lo que era la religión católica o seguía en ese tema a sus vísceras más que a su cabeza.

Cuando se habla de Iglesia institucionalizada como algo que coarta la libertad es no entender la libertad que gozan los cristianos. Y en eso Nietzche y otros muchos no permiten que en religión se exija lo mínimo que se exige, por ejemplo, para formar parte de una institución como el ejército, la función pública, un colectivo profesional o un club deportivo.

Salvo las verdades de la religión, ese cristiano es tan libre como los demás en el ejercicio de sus deberes o derechos ciudadanos, de militar en un partido, de hacer unos estudios, de asociarse con otros ciudadanos. Me dirán ¿pero en el tema del aborto piensa que es un crimen, y todos los cristianos lo piensan? Yo le diría, y también otros muchos que no son cristianos, y casi todos los médicos sap en que el embrión es ya un individuo de la especie humana. ¿Y, en el tema de la educación, no es garantía de libertades que los católicos exijan el derecho de escoger centro educativo para todos?

De todos modos, alguien me dirá ¿y los diez mandamientos, no son una imposición? Pues mira por donde, estoy convencido que cualquier persona de bien llegaría a los mismos sin ser católico, de hecho son de la tradición judáica e incluso más antiguos, de los pueblos de la mesopotania primitiva. Si bien el gran avance judío es recopilarlos en las tablas de la ley y no dejarlos dispersos más difíciles de reconocer. Porque quien piensa que es bueno matar, desear y arrebatar la mujer al prójimo, mentir, deshonrar a sus padres, etcétera. Y, si existe Dios, ¿no es razonable honrarle?

Con respecto a que la religión es influida por la ciencia o viceversa, lo único que diré es lo mismo que Santo Tomás. No puede haber contradicción entre fe y razón porque es el mismo Dios creador el que se revela a los hombres. La actitud evolucionista, presupuesto más razonable según la ciencia, muestra el camino que sigue el Universo hasta nuestros días, pero no da razón de su origen. La creación divina es algo meta-científico, si bien coherente con el pensamiento científico. Y, en contraposición a algunos laicistas, que la Iglesia defienda que la ciencia no puede hacerlo todo es, sencillamente, lo mismo que la humanidad dijo a los nazis: no podéis utilizar a los judíos como cobayas. Los hombres tienen una dignidad por sí mismo que exige prohibir su manipulación.

Y si alguien me dice que no cree en Dios porque existe el mal, yo le comentará que eso no soluciona el problema del mal. Con Dios existe y puede tener un sentido; sin Dios ese mal ¿qué sentido tiene? Siendo Dios infinitamente bueno, ¿por qué permite el mal? Lo único que apunto, por ahora, es que el hombre libre (capaz de obrar bien o mal) es más perfecto que el hombre esclavo; y Dios lo quiere libre. Para reparar ese mal, según mi fe, Dios se encarnó y padeció en Jesucristo, el inocente entre los inocentes; y reparó por todos los males de los hombres. Ahora nos toca acogernos a ese perdón libremente. Y, en caso contrario, en la muerte se acaba el tiempo de la misericordia y comienza el de la justicia, una justicia que en la tierra no se da nunca.

frid

sábado, agosto 12, 2006

La imposibilidad de la esperanza en la política atea.


La imposibilidad de la esperanza en la política atea.
Un post que provocará la polémica aunque no quiera.

He recuperado un post antiguo sobre el plan orquestado de los amigos del observatorio del laicismo, así como de su intento “fundamentalista” de crear una sociedad sin Dios, excluyendo esa creencia como algo ya superado; del mismo modo que sostienen que, como el Estado puede hacerse cargo de toda la enseñanza, ¿para qué debe intervenir la iniciativa privada, y menos aún la religiosa?

Quise ser optimista en mi análisis del ateismo radical y no pude encontrar ningún signo de esperanza.

Buscando un ateísmo feliz me llevé un desengaño. Encontré hombres sin esperanza. Ciertamente trabajan, se ufanan, pero cuando pierden calidad de vida piden enseguida que les inyecten y les dejen morir. Algunos de ellos tienen el triste consuelo de creerse parte de un etéreo pensamiento universal, o un brote especialmente desarrollado de la materia omnipresente. Y, piensan que se desvanecen de donde han salido. Son fluctuaciones, fuegos de artificio, elementos de azar sin ningún sentido.

Busqué un orden del mundo pacífico llevado a cabo por los ateos radicales y me topé con la exaltación de la fuerza, del poder y de la voluntad. Encontré a Nietche llamando débil al que cree en Dios, a Marx llamando a la religión opio del pueblo. Y ¿cuáles son los frutos de esos filósofos? Los campos de exterminio nazis, los campos de concentración soviéticos, los campos de reeducación maoístas, las checas de Barcelona, los asesinatos de Paracuellos. Solo vi sangre, hombres tristes, oprimidos y desnudos. Y no he oído nunca a un ateo pedir perdón por los crímenes del ateismo comunista.

Busqué la tranquilidad de la democracia y me encontré con procesos planificadores que provocaron el hambre en Ucrania; que pretenden arrebatar a los hijos de sus padres, que proyectan niños de laboratorio, y que de libertad en la educación no conocen ni las palabras. Ávidos están de adoctrinar a los infelices que se dejen. Y ¿en qué sino en el odio?

Anhelé encontrar paz familiar y me topé que fueron los ateos los que abrieron la mano a los primeros abortos legales, a la eutanasia y al divorcio. Y, en sus laboratorios es donde se hicieron los primeros experimentos con cobayas humanas. ¿Qué respetan?

Anhelé la liberta en la vida y me encontré que su progresía es la consolidación de la cultura de la muerte: muerte del embrión, del feto en el seno de la madre, de los niños nacidos con discapacidades, de las enfermos que son una carga para el Estado, de los mayores. Y, dentro de ese descatalogar la vida de la gente, me temí que justificasen la muerte de los que no piensan como ellos. Su paz, la del cementerio.

Me queda todavía un consuelo. No creo en la maldad del hombre y, estoy seguro que habrá algún ateo que no sea ni radical ni fundamentalista, y que me explique cómo va a construir sin Dios ese paraíso. Un paraíso en el que se respete la vida, la libertad de pensar y escribir, la libertad de enseñanza y de elección de atención sanitaria, el respeto a la vida y a la familia. Todavía anhelo que me de razón de su esperanza y de su alegría.

Abro mi debate a que entren, con humildad y arrepentimiento por los crímenes del ateísmo, a este blog y me expliquen qué hacen y cómo defienden la libertad, difunden la esperanza en el futuro y viven en plenitud la alegría y al paz.

frid