domingo, abril 23, 2006

La Masonería y el Ateismo:

Sería interesante profundizar con objetividad en el interés de la Masonería actual por implantar una sociedad sin Dios, abandonando el habitual afán deista de proponer un Dios tan lejano que, salvo los iniciados en sus arcanos y misterios, nadie sería capaz de interpretar la voluntad divina sobre los hombres.

Y es que la historia ha mostrado que así como el Protestantismo y el Libre examen ha llevado a una multiplicación inmensa de religiones... cada pastor, de hecho, podría hacer su interpretación particular de la Biblia y buscarse un grupo de adeptos que le siguieran como el Maestro... y así sucesivamente; el hecho también demostrado es que la Masonería no ha hecho más que generar obediencias, y -dentro de ellas- con bastante facilidad movimientos religiosos que, con todo rigor, podrían denominarse sectas exotéricas.

Y ahí está el problema... en el momento en el que uno se consideraba lo suficientemente iniciado y pasaba de un grado a otro del entendimiento del misterio oculto, entraba en una tentación natural de todo visionario... soy especial, soy el único, soy el elegido... incluso a Jesucristo lo tengo que interpretar (nadie hasta ahora lo ha entendido)... y así sucesivamente hasta llegar a que ese Jesucristo era un profeta más en la lista que culmina en mi augusta persona. Ejemplar tipo dentro del género: Joseph Smith y su fundación mormónica... que tan mal le caía al bueno de Zane Grey que hizo una novela para resaltar el radicalismo y abusos de los padres fundadores de la secta.

Es cierto que con el tiempo, y lo explica maravillosamente Cesar Vidal en su libro "los masones", las radicalidades generadas alrededor de las logias masónicas eran más atrevidas... pasaron de ser profetas de la verdadera religión que predicó Cristo a ser el Verdadero Profeta.

Ante tanto profeta no es extraño que la Masonería decida en un momento poner orden en su casa... mirad, chicos, basta de jugar a redentores... no hay redención que valga... desde ahora el Misterio de los iniciados es que No hay Dios, no hay redención, no hay pecado, no hay bien, no hay mal que extirpar... y eso es lo que debemos implantar en la ciudadanía... para evitar tener que recogeros a todos en el manicomio de los Profetas.

Pero sus correligionarios se le escapan como las anguilas, no se dejan atar en la normalidad... y cada dos por tres nos salen con un nuevo mesianismo... ahora el de la Adoración a la Diosa Naturaleza, de la que la Magdalena representa el mito tan aireado por Dan Brown.

Esos nuevos ateos no creen en nada, pero afirman que la Naturaleza tiene sus leyes... ¿provienen esas leyes del azar? que hay que ser ecologista, que si no respetamos a las focas se caerá el equilibrio ecológico... y, al tiempo, sostienen que el cerebro ha llegado a ser lo que es por mera evolución selectiva... y que nuestros pensamientos del más allá y de Dios son una trampa que nos hacen las neuronas para sobrevivir en una esperanza ficticia... y así "cogidos en la trampa neuronal" progresamos hacia la construcción del nuevo hombre... marcado por el proceso histórico evolutivo y necesario del que ellos tienen la clave.

Por eso hoy coindicen en el mismo bando ateos, masones y materialistas ex-marxistas pero tan dialécticos como antes. Curiosa banda que se ha apropiado de un movimiento de profundas raices mistéricas y religiosas (aunque cercanas y herederas del pensamiento gnóstico) para convertirlo en más mistérico todavía:

  • Sin Dios, pero con Diosa

  • Sin leyes que marcan el bien o el mal obrar, pero con una ley de la evolución imparable.

  • Sin ofrecer ninguna esperanza al hombre, pero comprometiéndole para construir un mundo feliz para las focas, las libélulas y las arañas.

  • Sin libertad en el obrar al subordinarnos a un proceso evolutivo, pero empeñados en reeducarnos para que no nos escapemos al destino que han elegido para nosotros.

  • Sin salvación para el hombre individual, con una cultura de muerte... pero vendiéndonos la salud como bien absoluto al que sacrificar todo hombre enfermo y solitario.

En el fondo han sustituido una religión de salvación de masas, de los humildes y de los poderosos, para arrebatar a los humildes su Dios, imponer su poder desde la Ilustración Iluminada y negar la salvación a todos los individuos de la tierra.

Y aún así... con este panorama de desaciertos... ¿Cómo es que esa religión de la negación, a la que la masonería conduce, tiene tantos adeptos de carnet? ¿Nos estaremos volviendo locos?

lunes, abril 10, 2006

¿Es la paz un valor absoluto?

Hoy estamos, coyunturalmente ante un hecho insólito pero posible... que ETA abandone el camino de la violencia. Como es lógico, ese cambio de actitud tiene contrapartidas políticas y sociales importantes.

Ante ese panorama, un amigo me comentaba que la paz no es un valor absoluto. Hay que entender que se refiere que no se puede sacrificar todo por la paz, no se puede claudicar hasta el extremo de convertir en vencidos a las víctimas de la violencia.

Ciertamente el camino de la paz es loable... Benedicto XVI pide a los españoles que no escatimemos esfuerzo por la paz, dándonos una seguridad: reza a Dios para que esa paz se logre, para que España arroje lejos de sí el fantasma de la violencia asesina del terrorismo.

Entiendo que estamos hablando de una paz humana, ya que sí que es un valor absoluto la paz de la conciencia, la del alma humana, que es compatible con sufrir violencia exterior hasta el extremo del martirio... ejemplo de paz interior la que le llevó a Tomás Moro a la Torre de Londres... no se puede violentar el santuario de la propia conciencia.

Paradoja... la paz de conciencia no se consigue sin lucha... de ahí que el adagio "si vis pacem para bellum" tenga también un sentido cristiano: tienes que pelear contra tus malas inclinaciones para tener la paz de conciencia, para no caer en la esclavitud del vicio... y, en esa lucha interior serás soberano de tí mismo (o mejor, dejarás que sea Dios quien reine en tu alma y te llene de paz).

Esa paz interior tiene una analogía en la sociedad... la paz social es fruto de la justicia, de la virtud vivida por personas concretas y que impregna instituciones, ordenamiento jurídico y costumbres sociales. Y esa paz tambíen requiere un ejercicio continuo de lucha, en este caso contra la injusticia, y para adecuar el orden social a un ideal en el que nadie se encuentre desamparado.

Los antiguos griegos entendían que la justicia requería reparación. No se logra la paz con el olvido... la injusticia requiere que se rehaga el orden destruido, las víctimas y sus familias requieren que la sociedad rehaga, en la medida que pueda, el orden que se alteró con los atentados terroristas.

Aquí la pregunta que se plantea es más delicada. ¿Las víctimas lo fueron por un orden democrático, que era un modelo de convivencia, y que valía la pena defender? Si eso es así, se entiende que los terroristas deben ser vencidos por la razón: deben aceptar el sistema al que han herido con sus atentados.

Además los actos realizados fueron contra personas concretas... son crímenes tipificados en el ordenamiento jurídico español. Y el restablecimiento de la justicia lleva también al juicio y condena de los asesinos por los crímenes cometidos... sin embargo... hay un orden superior, que es el de la caridad... pero ese orden no es el orden jurídico sino personal de los que han sufrido en sus carnes la mella dolorosa del terror.

Si nos dejásemos llevar por el planteamiento laicista de nuestros gobernantes... no tendría casi sentido plantear ese resquicio que abriría las puertas a la paz... no hay caridad sin cristianismo. Y, de hecho, sólo se perdona con planteamientos sacados de la predicación de Jesucristo: "Dios hace llover sobre justos e injustos", "pon la otra mejilla", "perdona hasta setenta veces siete"... pero ese orden no se puede imponer, tiene que salir voluntariamente tanto de las víctimas individuales como, a la vez, de toda la sociedad española.

Ahora bien... es sensato echar borrón y cuenta nueva ante personas que no se arrepienten de sus crímenes. ¿Qué gobierno amnistía a unos asesinos que no están arrepentidos?

lunes, abril 03, 2006

La clonación terapéutica: Camino acelerado hacia "Un mundo feliz"

A veces una buena imágen vale más que cien palabras, en este caso, más que una charla explicativa de porqué no es bueno el camino de la Clonación terapéutica, recomiendo que se vea esta película: La Isla

Unos científicos, que suscribirían la frase del nuestro presidente del Gobierno sobre el papel de la ciencia, en pleno siglo XXI, han logrado organizar una próspera granja de clones, ¿de humanos?, válidos como donantes de órganos a su original rico que lo tiene allí como seguro de vida. También sacan un magnífico beneficios de los embarazos inducidos. En definitiva, esos seres, definidos como clones y descatalogados como humanos se convierten en un interesante e innovador material de investigación científica, no refrenada por la ética.

El punto de partida de esta aberración: la primera vez que, legalmente, se descataloga una vida humana, cuando se permite el aborto en los primeros estadíos del embarazo, cuando se cambia el nombre de aborto por "interrupción voluntaria del embarazo"... interrupción voluntaria de una persona sobre la vida de otra persona que no puede manifestar su opinión y pierde el derecho a vivir.

La ley no reconoce como persona a determinados seres humanos... y así, despojados de la protección jurídica, se convierten en material de investigación... no importará (en un futuro no muy lejano) la edad del ser humano... serán primero horas, días, semanas, meses... mientras sea uno de esos seres que por, ficción jurídica, no ha entrado por la puerta correcta a la vida.

La invocación a la ciencia para permitir estas actuaciones se basa en un acto de voluntad, no científico, que es la descatalogación de la vida, a partir de aquí, se podrán descatalogar todas las vidas que no merezcan ser vividas (seguramente por el criterio de gasto social, de comodidad de los familiares, de presión social, etcétera). Podría darse el caso que ciertas personas se puedan considerar descatalogadas, convertidas en objeto, por su obrar o manifestación de un modo de pensar "no evolucionado", no acorde con el pensamiento oficial de la nueva y avanzada sociedad.

Al menos sé que los prejuicios religiosos, esos que frenan el avance de la ciencia según la opinión de nuestro presidente de gobierno (todo en minúsculas, por supuesto), frenan el dominio de los hombres sobre los hombres al dotarlos de una igualdad esencial de altísimo valor: hijos de Dios, criaturas de Dios. Con ese presupuesto, ¿quién se digna manipular arriesgando la vida de un ser humano?... ¿no oirá acaso la voz de Dios a Caín preguntándole sobre su hermano Abel?... y ¿no escuchará Dios la respuesta... qué Abel, si YO he definido por ley que el tal Abel no es un hombre?

En la ciencia ¿o creencia? medioambientalista, se ve como un avance el principio de precaución.... no valdría la pena definir al menos, en las leyes... que ante la presunción de que un embrión fuese un ser humano, se le defiende como tal... no vaya a ser que estemos matando hombres.

Tengo para mí que conviene frenar a nuestro presidente, porque no sólo es aprendiz de brujo en la política de unidad nacional, sino también lo es en todos los ámbitos de la vida, promocionando ¿para inducir la variedad? todo lo raro, todo lo extraño... y con frases aparentemente inocuas como "No se puede poner freno a la ciencia".

Pues mira que va a ser que sí, que hay que poner freno, peron no a la ciencia... sino a los métodos, a las técnicas... porque no todo vale para llegar al fin y no todo fin es un bien absoluto que pueda sobordinarle el sacrificio de una vida humana.

Por encima de la curiosidad científica está la vida humana. Por encima de la técnica está la ética. Por encima de la ley está la justicia. Por encima de mi apetencia está la conveniencia. Y por encima de la conveniencia está lo bueno... porque por encima del hombre está su Creador... y menos mal que está ya que sin él enseguida descatalogamos vidas.