miércoles, junio 06, 2007

Sobre el mal absoluto y su imposibilidad.

Y estoy con ella en lo difícil de no llamar "mal absoluto" a determinados actos de maldad. ¿El que hace el mal por el mal, realmente hace el mal absoluto?

Nadie se escapa de la providencia divina.

El que hace el mal por el mal es como el "fuelle que se dice para sí: voy a apagar ese fuego, él sopla y sopla con todas sus ganas, pero el fuego se aviva y se aviva y se hace cada vez más poderoso". El fuelle son las persecuciones de todo tipo contra los cristianos. La voluntad del fuelle es la voluntad de los perseguidores de la Iglesia. Hacen mal: matan, queman, corrompen... pero Dios los "utiliza" para avivar la fe de los hijos de Dios y el resultado es la mejora de la vida interior de los cristianos. Los frutos: la santidad, el bien. Ese es el logro final de los que quieren el mal por el mal, no impiden que Dios avive el fuego de la gracia".

Y es que Dios todo lo ordena hacia su Gloria y hace que todo redunde para el bien de los que El ama: "el ciento por uno, con persecuciones en la tierra".

Por eso, "realmente" el mal absoluto es imposible porque todos los mostruos de la humanidad han dejado una retaila de mártires, de santos, que han rezado por ellos y les han perdonado.

Y esos "malos, malos, malos" lo que quieren es "sustituir a Dios", su fin es "sustituir al Máximo Bien" y "procurarse para sí el máximo bienestar, poder y riqueza", logrando que tarde o temprano, Dios salga victorioso y ellos con las manos vacías en su última elección.

Ahí se mostrará finalmente la Suprema Justicia.
_________________
federico rodríguez de rivera

No hay comentarios: