Por Jesús Martínez Madrid
Con frecuencia aparecen medios que atacan directamente las religiones, y es que hoy no bastan, desde luego, buenos estudios históricos para superar aversiones basadas en prejuicios muy difundidos.
Con frecuencia aparecen medios que atacan directamente las religiones, y es que hoy no bastan, desde luego, buenos estudios históricos para superar aversiones basadas en prejuicios muy difundidos. Especialmente difícil de superar es un prejuicio que genera odios profundos hacia las religiones: el relativismo. En el relativismo encontramos una segunda y profunda raíz del laicismo moderno.
El laicismo relativista tiene un atractivo enorme, pero esconde una contradicción de fondo que conviene denunciar abiertamente. Por un lado, considera que creer en verdades absolutas implica caer en actitudes de desprecio y de condena. Por otro, propone como verdad lo anterior, lo cual implica caer en lo mismo que se condena, pues así defiende algo "absoluto".
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