jueves, marzo 20, 2008

La Biblia y sus compejidades. Dios dueño de la vida y de la muerte.


Me escribe una amiga que no le es fácil creer en el Dios de la Biblia que "manda aniquilar pueblos enteros" a los judíos al tomar la tierra prometida. La realidad es que siendo Dios el Señor de la vida y de la muerte... ese acto sólo puede decretarlo Él, pero hay que reconocer que su solución es difícil y entra dentro de los Misterios de Dios que requieren profunda meditación.

La Biblia se ha de ver como lo que es. Con fe se ve como libro inspirado... sin fe se ve como un libro "muy interesante".

Con fe se sabe que la revelación de Dios es "paulatina"... paciente.... con un "pueblo de dura cerviz como el judío"... o como lo somos los católicos, "tan incoherentes" en muchos momentos.

Haya pasajes de la Biblia fáciles de entender, otros difíciles, otros "pacíficos"... otros violentos. Lo fácil de entender y lo pacífico es compatible con la última revelación, la de un Dios, la de Cristo, que muere "por todos", que "perdona"... que "se deja violentar antes que violentar a nadie". Dios es Amor.

Lo difícil de entender entra dentro de los misterios de Dios. Si existe Dios ha de ser muy superior a nuestra capacidad de entender o de inventar. Dios es Inefable. Es "el Ser más grande en el que se puede pensar"...

Y lo "duro" también es un misterio... que sólo se puede vislumbrar parcialmente. Y es fruto de un debate sereno y sin prejuicios que estoy dispuesto a tener.

Sólo voy a apuntar algo. Si partimos de que Dios existe y el alma es inmortal... la vida es un "don de Dios", un "paso"... no un absoluto. Aniquilar a un pueblo o castigarlo... no es hacer desaparecer a los seres humanos sino "llamarles a la presencia de Dios". Él es el Único que puede hacer eso.

La muerte es "la definitiva llamada de Dios a cada hombre". Y así lo hemos entendido siempre los creyentes.

Pero el único dueño de la vida y de la muerte es Dios y por eso, con el avanzar del pensamiento del humanismo cristiano se ha visto que todo tipo de violencia contra otros hombres es condenable. Nadie puede erigirse en el "juez" de todo un pueblo, ni "en la mano de Dios".

Eso no obsta para que en el Antiguo Testamento se lea que "los judíos" sí que se vieron como "la mano de Dios" castigando a otros pueblos. Pero también "la mano de Dios" destruyó Sodoma y Gomorra, envió el Diluvio Universal, destruyó ejércitos... ¿Cómo y por qué?

Es un tema a debatir... porque ahora Dios no manda nada de eso, sino que su mandato es "si alguien quiere ser mi discípulo, tome su Cruz y me siga"... luego su mensaje es de Amor, aunque al tiempo habla de la posibilidad del Infierno ante las malas acciones.

Sigue siendo el hombre dueño de su destino. El bien y el mal para que elija. Pero sigue siendo Dios el dueño de la vida y la muerte, de la misericordia y de la justicia.

Ahora bien, ¿juzgar a Dios?

Y... los no creyentes, que lean la Biblia como "literatura" y se preguntarán ¿Es así Dios? ¿Qué pasa para que el Dios del Antiguo Testamento aparezca tan diferente al del Nuevo? Pero te digo ¿Es claro que haya no creyentes en Dios? Más bien lo que hay, honradamente, son agnósticos que buscan la verdad. ¿Qué hubo al principio?

Y un buen principio es el Génesis.

frid

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