domingo, enero 10, 2010

La Educación sexual que el Senador Max Baucus quiere dar a los niños americanos

10.1.2010.

 


En Aragón Liberal

Los días de Woodstock y el amor libre se han ido y ningún financiamiento público o mandato legislativo debería traerlos de regreso. Sin embargo el "progresismo" que en Europa impregna a los socialistas y en Estados Unidos a los demócratas, vuelve a los viejos modelos fracasados y atenta contra la familia a la que parece odiar.

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Algunos aspectos que nunca forman parte de las noticias suelen ser de lo más interesantes.


Tal es el caso de la reciente enmienda al plan de asistencia médica del Senado propuesta por el Presidente del Comité de Finanzas del Senado, Max Baucus (Senador del Partido Demócrata por el Estado de Montana). Este cambio en el texto del proyecto destinaría cientos de millones de dólares del dinero de los contribuyentes norteamericanos a un conjunto de acciones que se ha llamado "Educación sobre Responsabilidad Personal para la Formación de la Vida Adulta."

Ese mismo Senador Max Baucus, es el que el mes pasado fue denunciado por recomendar a su novia para un alto cargo en el gobierno americano.


¿Y de qué se trata exactamente esto? Aquí viene lo interesante. Porque más allá del lenguaje vago de la enmienda, se trata de US$ 400 millones entre los años 2010 al 2015. La perorata argumentativa comienza por decir que se  implementarán "programas eficaces basados en evidencia" y éstos, supuestamente, enseñarán a los niños "habilidades para una vida saludable". Esto incluiría temas como "el establecimiento de metas, toma de decisiones, negociación, comunicación y habilidades interpersonales y manejar el estrés."


En resumen, la enmienda no escapa al lenguaje estándar de Washington, una inmensa cantidad de palabras que pueden significar lo que se pretendía y varias cosas más que puedan ser útiles en el camino.


Sin embargo, lo vago se vuelve repentinamente muy concreto cuando llegamos a la parte de la enmienda que se refiere a la cuestión sexual. En esta parte se hace referencia muy específica a "actividades para educar a los jóvenes que son sexualmente activos con relación al comportamiento sexual responsable." La enmienda afirma implementar "programas eficaces basados en evidencia... demostrada sobre la base de una investigación científica rigurosa para cambiar el comportamiento, es decir: retrasar la actividad sexual, aumentar el uso de preservativos y métodos anticonceptivos en los jóvenes sexualmente activos y reducir el embarazo entre la juventud."
Aquí llegamos al meollo del asunto. La "educación para la responsabilidad personal" mencionada en la enmienda de Baucus es en realidad educación sexual. El plan de asistencia médica del Senado va a enseñar a los niños sobre sexo. De forma gráfica y en etapas muy precoces. La receta de siempre y a pesar del fracaso de siempre. El tipo de "educación sexual" que promueve el uso de anticonceptivos y que supuestamente reduciría los embarazos y abortos cuando los indicadores muestran precisamente lo contrario. Lo increíble es que lo hagan en nombre de "una eficacia basada en evidencia".


Por supuesto esto no se hará con el dinero del senador Baucus ni se pagarán a las organizaciones en base a la modificación de indicadores (si fuera así ya hubieran desaparecido hace décadas). Esta "educación sexual" se hará con montones de dólares de los impuestos norteamericanos, una fuente siempre abundante y poco exigente con los resultados.


Contra el derecho de los padres, contra la abstinencia y contra los propios niños


La enmienda afirma proporcionar "actividades e información adecuada a la edad". Sin embargo, la historia demuestra que esta afirmación es, en el mejor de los casos, imposible de ser implementada sin afectar el derecho de los padres. Lo más frecuente es que esta afirmación ha servido a distintos proyectos totalitarios a lo largo de la historia para suplantar el derecho de los padres. ¿Qué posible "información adecuada a la edad" puede tener en mente el proyecto de ley para un niño de 11 años (uno de los grupo objetivo del proyecto)? ¿Será la misma "información adecuada a la edad" que los padres de esos niños quisieran darles? La sola probabilidad de que en algunos casos la respuesta sea no ya nos anticipa que esta formulación viola el derecho a la Patria Potestad. En otras palabras, el criterio sexual del senador Baucus por sobre cualquier consideración de los padres y a pesar de ellos.
¿Y que tan buena es la "educación para la abstinencia" si la anticoncepción y el aborto están siendo impulsados justo al lado de ella? Los niños reciben un mensaje ambivalente. Se les dice, con una palmadita, que tal vez deberían abstenerse de tener relaciones sexuales, pero lo más probable es que simplemente no puedan, y que nadie puede, realmente. El pasado nos enseña que la educación sexual "basada en hechos" o "general" es simplemente la clave para la educación sexual que trata al sexo como inevitable, en lugar de una elección humana.


Pero aquí viene otro dato interesante: la referencia obligatoria a favor de la abstinencia aprovecha el financiamiento del Título V para programas de abstinencia. O sea, le otorga un poco más de fondos destinados a promover la abstinencia cuando en realidad hará todo lo contrario.


En esta desastrosa trasgresión de la evidencia, los niños no son más que animales de granja con una actividad sexual inevitable e indiscriminada. Pretenden pues hacernos creer que nuestros niños serán jóvenes incapaces de evitar la colisión contra el infranqueable muro del estímulo sexual y lo único posible de hacer es simplemente recoger los pedazos.


No es una casualidad que los opositores a la educación para la abstinencia vean esta enmienda como un gran provecho para su causa. William Smith, Vice-Presidente de SIECUS, Sexuality Information and Education Council of the United States, (Consejo de Educación e Información sobre Sexualidad de los Estados Unidos) felicitó al Senado por incluir en el proyecto de ley de asistencia médica un "nuevo programa general de educación sexual para los Estados." "Este es un gran paso que pone evidencia científica y sentido común sobre la hipermoralidad." se regodea.


La Campaña Nacional para Evitar el Embarazo en Adolescentes y Embarazos No Deseados hace eco de esta opinión. "Como una organización dedicada a evitar el embarazo en adolescentes y embarazos no deseados," dice en un comunicado de prensa reciente, "la Campaña Nacional aplaude al Presidente Baucus y al Comité por este sólido enfoque científico... esta inversión ayudará a preparar a los jóvenes en una transición exitosa hacia la edad adulta, ayudará a disminuir la pobreza y a aumentar los resultados educativos, y mejorará el bienestar familiar y de la niñez en general". Como pueden apreciar, todo se reduce al sexo. Ni el mismo Freud  sería tan entusiasta. 
 
Y por último ¿no darle lugar al control del estímulo sexual y lidiar con la animalidad es la receta para una transición exitosa a la adultez? Si bien el derecho a tener relaciones sexuales promiscuas puede haber sido el grito de batalla de la generación actualmente a cargo de la legislación, es injusto suponer que todos los niños de hoy necesariamente ambicionan ese lamentable estándar. Estados Unidos tiene una de las más altas tasas de embarazos en adolescentes en el mundo occidental, precisamente por el esquema de la educación sexual libre a la que los niños son constantemente expuestos. ¿No es tiempo de que nuestros legisladores dejen de desear una generación de niños tan libertinos como lo fueron ellos en su momento?


Los días de Woodstock y el amor libre se han ido y ningún financiamiento público o mandato legislativo debería traerlos de regreso.
 
Colin Mason es el Director de Comunicaciones de Population Research Institute

Steve Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo.


(c) 2008 Population Research Institute.

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