sábado, febrero 27, 2010

Aborto: ¿Qué le sucede a la Conferencia Episcopal?

27.2.2010.

 


Monseñor Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal Española

Por: Lupus Signatus / en Aragón Liberal

Si yo puedo obrar mal si voto a favor del aborto, el rey es igual de culpable si sanciona una ley injusta.

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Esta semana hemos escuchado a Monseñor Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, en relación con la posibilidad más que real de que nuestro monarca sancione la nueva ley del aborto la siguiente lindeza:  "La situación de Su Majestad el Rey es única, ningún otro ciudadano está en esa situación no existe un principio general para su caso y no hay una exhortación de la Conferencia Episcopal para ello, no es necesario. No es que haya temor a hacerla, es que no es necesario".

Ante la insistencia de la prensa, el portavoz de la Conferencia Episcopal manifestó: "El caso del Rey es único, distinto del político que da su voto, pudiendo no darlo. La Conferencia Episcopal no va a dar consejos ni declaraciones por el acto del Rey, que es distinto al del parlamentario".

Pero como dice el refrán, no hay dos sin tres y ante la insistencia de los medios de comunicación, manifestó:  "La Conferencia Episcopal no quiere pronunciarse sobre la responsabilidad del acto único que hace el Rey. Y yo no voy a dar mi opinión particular como moralista. El tema daría para escribir cuatro libros. No voy a dar mi opinión porque la Conferencia no tiene un juicio ni lo va a emitir".

Ante este cúmulo de ambigüedades, los católicos españoles deberíamos preguntarles a nuestros obispos si existe un doble rasero o una doble moral en la Iglesia.  Si, al igual que antiguamente la gula eximía del ayuno y abstinencia a quien podía pagarla, ahora la moral cristiana se aplica en función de la representatividad y el derecho al voto o no que podamos ejercer.

De todas formas, no debe extrañarnos esta ambigüedad en la Conferencia Episcopal Española.  Ya se aplicó cuando la actual ley que despenaliza el aborto en España y, al parecer, la cabra tira al monte.

Señores Obispos de la Conferencia Episcopal Española, para un católico la vida es incuestionable.  No se trata de un derecho que nos otorgue nadie, se trata de un don que nos viene dado por Dios y, es esto precisamente lo que lo hace incuestionable.   No se trata de una cuestión de conciencia, se trata de una ley ante la que un católico –y mucho menos un representante de la iglesia- no puede opinar en conciencia.

La ley del aborto, es una ley injusta por atentar contra la vida del ser más débil y además abre la puerta a la legalización, mas que probable, de la eutanasia.

Según reza la Constitución Española, todos somos iguales ante la ley y no se puede discriminar por razones de sexo, edad, credo, etc.  Según los dictados de la Iglesia, todos somos iguales ante los ojos de Dios.  Por qué ustedes ahora vienen a justificar algo en relación con el cargo que se ocupa, si yo puedo obrar mal si voto a favor del aborto, el rey es igual de culpable si sanciona una ley injusta.

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