viernes, febrero 03, 2006

Apuntes sobre la participación de los cristianos en la vida pública. Presupuestos previos (I)

Para profundizar sobre la participación de los cristianos en la vida pública hay que considerar los siguentes puntos de partida:
  1. El cristiano tiene que tener las mismas opciones de intervención en la vida pública que cualquier otro ciudadano, tanto para manifestar su opinión como para formar parte o constituir partidos políticos y asociaciones, ser elegible para desempeñar cargos de representación, etcétera; sin que ello suponga renuncia de sus principios y modo de pensar.
  2. Los cristianos en la vida pública no forman grupos. Gozan de plena libertad para expresar sus opiniones, asociarse, etc. con toda normalidad, sin comprometer con ello a la Iglesia a la que pertenezcan.
  3. Los cristianos, como cualquier otra persona, tienen convinciones íntimas, que consideran útiles y provechosas para la construcción de una sociedad más justa en el marco de la democracia y en el fomento de la paz entre los pueblos. Tienen mucho que aportar para el entendimiento de las personas y grupos.
  4. La creencia en Dios y la defensa de los derechos humanos es un principio irrenunciable, por coherencia, de los cristianos, pero también lo es para otros muchos que practican otra religión o no practican ninguna.
  5. La coherencia personal del cristiano, como la de cualquier otro ciudadano con principios, le lleva a constuir un orden social en el que se respeten y fomenten las "buenas prácticas sociales", que son aquellas que facilitan la convivencia entre los ciudadanos y procuran dar soluciones creativas ante los problemas de su tiempo.
  6. Los cristianos saben que las creencias no se pueden imponer, pero que tampoco se debe imponer la increencia. Es injusto un orden social que excluya a Dios de la vida pública. Se debe construir una sociedad que respete a creyentes y no creyentes, que sea tolerante y facilite la vida y propagación de los distintos modos de pensar.
  7. En el marco de dar soluciones a los problemas de nuestro tiempo, el cristiano buscará fomentar las leyes que fomenten la unidad familiar y su estabilidad (sin que ello impida que haya leyes que den soluciones jurídicas a los fracasos matrimoniales y a otras uniones); fomentará las soluciones alternativas al aborto; fomentará que haya un mínimo de propiedad privada y de confort en la vida de todos los ciudadanos; fomentará que exista la liberad de empresa, de asociación, de creación de centros escolares, de prensa, de opinión, etc. Muchas de esas soluciones serán compartidas por otros muchos que, no siendo cristianos, tengan las mismas opiniones que ellos en esas materias.

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