Por: Redactor
Los fundamentalistas pro-aborto del Instituto Alan Guttmacher tienen un interés egoísta entre manos. El Instituto Guttmacher se autodenomina "órgano de investigación de la Planned Parenthood", pero "órgano lobbysta" lo describe más apropiadamente.
El Aborto y el Instituto Alan Guttmacher Los fundamentalistas pro-aborto del Instituto Alan Guttmacher tienen un interés egoísta entre manos. El Instituto Guttmacher se autodenomina "órgano de investigación de la Planned Parenthood", pero "órgano lobbysta" lo describe más apropiadamente. En un reciente informe sobre el aborto en el mundo, Guttmacher hace varias afirmaciones. Estas encajan en dos categorías amplias y a la vez superpuestas. La primera consiste en estrategias para incrementar más los fondos para el control poblacional y el aborto. La segunda, que intentó satisfacer a las feministas radicales, consistió en formas veladas de favorecer la legalización del aborto, disfrazadas bajo la forma de argumentos. Guttmacher afirma que a nivel mundial la cantidad de abortos inducidos bajó de 46 millones a menos de 42 millones entre 1995 y 2003. "Significativamente, el índice de abortos para el 2003 fue aproximadamente igual en regiones desarrolladas y en países en desarrollo… a pesar de que el aborto sea ilegal en gran medida en los países en desarrollo." El hecho es que, ni Guttmacher ni nadie sabe cuántos abortos se han realizado en el mundo en este año o en ningún otro año. El aborto puede ser legal pero sus promotores lo mantienen deliberadamente envuelto en el secretismo. De esa manera, las cifras dadas para los países en desarrollo son simplemente falsas. Tomemos el caso de Colombia, por ejemplo. Con la histeria acompañando el esfuerzo por legalizar el aborto en ese país, las feministas continuaban presentando cifras más y más altas. Las cifras de abortos ilegales (de ahí que sea "inseguro") están aumentando paulatinamente a un ritmo acelerado: 250,000 300,000, 450,000. Todas ellas pura fantasía. El 28 de setiembre de este año entrevisté a la Vice Ministra de Salud de Colombia. Me informó que, desde la legalización del aborto en el país ocurrido el 10 de mayo del año pasado, las clínicas del Ministerio de Protección Social habían realizado aproximadamente 50 abortos. No 50,000 ó 5,000 ni siquiera 500. Tan solo cincuenta. Este es el orden de algunas de las cifras que difundieron. Valdría la pena preguntarse, ¿por qué Guttmacher juega tan disparatadamente con los ceros? Pues porque deliberadamente están exagerando la magnitud del problema a fin de crear una "crisis de salud". Después de todo, cuanto más mujeres se afirme que tuvieron abortos "inseguros", tanto más mujeres serían las que puedan afirmar que murieron como resultado del aborto. Estas cifras son simplemente las fichas en el juego de póker de una gran apuesta por legalizar el aborto a demanda a nivel mundial. Otra afirmación de Guttmacher es que el número de abortos ha "disminuido principalmente en países donde el aborto es completamente legal". Dice que "En general, el índice de aborto disminuye más en los países desarrollados, donde realizarse un aborto es por lo general seguro y legal… más no así en países en desarrollo, donde el procedimiento es básicamente ilegal e inseguro". Esta afirmación es especulativa en el mejor de los casos, dado que no hay cifras confiables que demuestren que el aborto clandestino es un problema. Nuevamente, Guttmacher inventa absurdamente cantidades infladas de "abortos inseguros", lo cual luego le permite afirmar que el índice de aborto cae con la legalización (y la recolección de estadísticas reales). "Sabemos, y la nueva evidencia lo vuelve a confirma, que la mejor manera de hacer al aborto menos necesario es ayudar a la mujer a evitar un embarazo no deseado en primer lugar". O algo así como dice Guttmacher. Si bien, en China el número de abortos ha decaído de 15 millones a sólo 9 millones, no por la amplia disponibilidad de anticonceptivos, sino porque muchas mujeres han sido esterilizadas. Lo mismo ha sucedido en Vietnam y varios otros países en los cuales se han puesto en marcha campañas de esterilización por parte del gobierno. La afirmación final de Guttmacher es que "el aborto inseguro continúa siendo el principal reto mundial en salud ". El Dr. Sharon Camp, presidente y CEO del Instituto, sostiene que "… sabemos que el primer paso decisivo en la tarea de hacer al aborto seguro es legalizar el procedimiento, asegurando que es realizado por proveedores de salud capacitados en las mejores condiciones posibles. Este es un tiempo apropiado para que los políticos de todo el mundo renueven su compromiso con la salud de la mujer para tratar estos asuntos cruciales". Por supuesto, legalizar el aborto nunca es "seguro" para el bebé que está siendo abortado. Ni existe razón alguna para asumir que la legalización del aborto mágicamente modernizará la infraestructura y equipamiento médico y mejorará las clínicas rurales. El aborto, legal o no, es un procedimiento médico invasivo con muchas posibilidades de generar muchas complicaciones y riesgos para la salud de la mujer. Este es el primer resumen global sobre el aborto realizado por Guttmacher desde 1995, quizás porque estas cifras en una primera ocasión fueron tan risibles que desistieron de intentarlo de nuevo. Pero con los pro-abortistas en el Congreso resolviendo eliminar la Política de Ciudad de México, y dar dinero a la Internacional Planned Parenthood Federation y a otras organizaciones que realizan abortos, probablemente este tiempo sea visto como propicio para ensayar los mismos anticuados y desgastados argumentos. Steven Mosher es el Presidente del Population Research Institute (c)2007 Population Research Institute. Permitida la reproducción en este medio.
Por Steven Mosher
Las feministas pro aborto dijeron que habían más de 300,000 abortos inseguros en Colombia y por eso se necesitaba legalizar el aborto en ese país. A la fecha, sólo se han realizado algo así como 50 abortos desde Mayo del 2006. Esa es la magnitud de la mentira de estas cifras".
Las cifras que da Guttmacher pueden ser razonablemente precisas en países donde el gobierno subvenciona las medicinas, así como Gran Bretaña, donde se mantienen registros exactos. Pero en otros países desarrollados, como Estados Unidos, son sólo corazonadas instruidas en el mejor de los casos.
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