Quimeras, Gran Bretaña y un mundo felíz.
Por Colin Mason. Population Research Institute.
En la mitologia griega, la quimera era una bestia feroz nacida de la desafortunada unión de los monstruos Typhon y Echidna. Con las partes del cuerpo tomadas de cabras, dragones y leones, este monstruo seguramente perturbó los sueños de muchos niños de Grecia y ha deslumbrado la imaginación de incontables narradores de cuentos. Sin embargo, el término ha sido recogido por la profesión médica y le ha dado una connotación mucho más siniestra.
En lo que constituye un producto de ciencia ficción apocalíptica, los científicos modernos están experimentando distintas formas de combinar genes humanos y animales. Con frecuencia estas experimentaciones se hacen con el fin de investigar en células estaminales para avances médicos y transplantes. Sin embargo, frecuentemente las investigaciones terminan con la creación de extraños híbridos humano animales o quimeras.
De acuerdo a un artículo del 2005 del National Geographic: "Los científicos sienten que, cuanto más similar a un humano es uno de estos animales, constituye un mejor modelo de investigación para probar drogas o desarrollar "partes de repuesto", tal como hígados para transplantar a humanos". Por esa razón es que los científicos desde entonces han producido varios especímenes raros con genética humano/animal, incluyendo cerdos con sangre humana, embriones creados de ADN humano y óvulos de conejo, y ratones con un cerebro parcialmente humano
Este tipo de dejar-hacer en experimentaciones médicas siempre ha sido causa de preocupación entre los conservadores, incluso entre aquellos que no necesariamente se consideran "pro-vida" por ser conservadores. Esta preocupación refleja una gran y común disconformidad con la manipulación científica de esta naturaleza, una disconformidad reflejada en "La Ley de Fertilización Humana y Embriología" de 1990 de Gran Bretaña, la cual prohíbe a los investigadores de experimentar con embriones híbridos. Sin embargo, el gobierno británico ha estado repensando la legislación que puede llevar al límite la paciencia de la humanidad con esta suerte de irresponsabilidad científica.
El Ministro de Salud de Gran Bretaña, Dawn Primarolo, está impulsando un nuevo proyecto de ley que liberalizaría trágicamente las leyes Británicas relacionadas a la experimentación. Ante el deleite del Washington Post, los más renombrados científicos británicos han revisado la causa y la están considerando seriamente. El Post informa que la Autoridad en fertilización humana y embrionaria, "la cual supervisa las investigaciones con embriones humanos en Gran Bretaña, tiene la intención de que dos de las propuestas previamente presentadas para crear embriones humanos... sean evaluadas en detalle. La decisión sobre aquellas propuestas, que de antemano se espera sea favorable a la experimentación, serían aprobadas en noviembre". Si bien el Parlamento aún no se ha manifestado sobre este asunto, al parecer la medida no encontraría la oposición que recibió en 1990.
De acuerdo al Daily Mail de Gran Bretaña, si esta resolución se aprueba, se permitiría a los científicos "tomar un óvulo animal –sea de una vaca o de un conejo—remover el material genético del mismo y reemplazarlo con ADN humano. Luego, ésto puede convertirse en un embrión para investigar con células estaminales—las células madres —podrán ser 'cosechadas'". Esta aberración se haría con la esperanza de investigar y posiblemente curar ciertas enfermedades como el Alzheimer y la diabetes tipo 1, aún a pesar de que los continuos trabajos con células estaminales embrionarias reiteradamente han probado ser inútiles. En esta línea, es probable que al combinar células animales y humanas se probará que tan inútiles son dichas investigaciones médicas.
A pesar de las incontables veces que han querido vendernos los beneficios de dichas investigaciones y no han podido, parece que esta vez la sensibilidad del hombre de este tiempo finalmente ha sido cambiada. Un eventual y minucioso repaso en la internet muestra que en los blogs y grupos de discusión este asunto resuena con preocupación.
¿Qué es lo que este asunto nos dice? Nada que no sepamos –la supuesta "novedad" de la ciencia no está sólo en contraposición con la moral tradicional, sino con la sociedad que aparentemente representa. Dicho de forma sencilla: la mayoría de la humanidad no está preparada a la idea de combinar nuestros genes con los de animales de forma alguna. El hecho de que normalmente las naciones liberales como Francia y Alemania hayan prohibido por completo el procedimiento debe decirnos algo acerca de la naturaleza de este debate. Los izquierdistas no pueden simplemente encasillar este asunto de "conservador" o "pro-vida"; es abiertamente obvio que este es un asunto que toca la misma esencia de nuestra humanidad.
La humanidad no está preparada a la idea de combinar nuestros genes con los de animales de forma alguna, y nunca lo estará pues este asunto atenta contra la escencia misma de nuestra humanidad
Los científicos británicos están procurando el permiso para realizar experimentos médicos a un nivel que era impensable hace sólo 10 años... y al parecer el gobierno está ansioso de darles este permiso. ¿Hasta qué punto Estados Unidos estará detrás de todo ésto? La gente no está lista para este tipo de payasadas científicas y nosotros en la causa pro-vida nunca debimos permitir que avanzaran con esta atrocidad tan tranquilamente.
Colin Mason es el Director para la Producción de Comunicaciones del PRI
(c) 2007 Population Research Institute.
sábado, noviembre 10, 2007
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