miércoles, diciembre 03, 2008

Joven madre y embarazada liberada en China ante la presión internacional


Steven W. Mosher


Population Research Institute


Una joven madre embarazada de su tercer niño ha sido liberada después de escapar por poco a un aborto forzado en manos de autoridades chinas, tal como lo informó la Radio Free Asia - RFA (Radio Asia Libre). Arzigul Tursun, embarazada de 6 meses, había sido programada para el día de hoy para recibir una inyección letal que hubiera provocado la muerte de su niño por nacer, según el Proyecto de Derechos Humanos de Uyghuyr.


Más bien, se le ha permitido regresar a su hogar ilesa, al menos por ahora, ya que el caso ha atraído la atención internacional y la indignación general. En una entrevista con la RFA, Tursun dijo, “Estoy bien y ahora me encuentro en mi hogar.”


La joven madre, que es miembro de una minoría turca llamada los Uyghurs, había sido programada para un aborto porque las autoridades le habían dicho que ella había violado las políticas de control poblacional de China, concibiendo al tercer niño. A las mujeres de las minorías en China, generalmente, se les permite tener dos niños antes de ser esterilizadas.


Un indulto de último minuto hizo que Tursun, por tercera vez, haya salvado la vida de su niño con las justas. Las dos veces anteriores, había sido capturada por la policía de control poblacional de China y enviada al hospital bajo custodia. Esas dos veces se las había arreglado para escapar y recobrar su libertad.


Su esposo narró a RFA que la última vez que ella huyó, los oficiales locales habían amenazado con confiscar su casa, cosechas y campos si él no les revelaba la ubicación de su esposa. Es práctica usual de la policía de control poblacional de China destruir hogares y confiscar propiedades de aquellos que se rehúsan a cumplir sus órdenes de realizar abortos. Poco tiempo después, la policía localizó a Tursun en el hogar de un pariente donde se había escondido e inmediatamente la detuvieron.


Entre los que públicamente condenaron las acciones del gobierno chino y exigieron la libertad de Tursun, estuvieron los congresistas de Estados Unidos, Chris Smith y Joe Pitts. Smith remarcó, “¿En verdad, el gobierno chino obligará a abortar un niño en su tercer trimestre, a pesar de que los esfuerzos desesperados de la madre por salvarlo se han convertido en una noticia mundial?
El Fondo Poblacional de las Naciones Unidas que ha estado apoyando activamente la política de un solo niño de China por muchos años, estuvo notoriamente silente.


A pesar de las continuas persecuciones a muchas mujeres, como Arzigul Tursun, UNFPA continúa apoyando a la agencia china que está a cargo de hacer cumplir esta política opresiva de limitar la natalidad. Lo que es peor, los contribuyentes de Estados Unidos bajo el mandato del presidente electo Obama, muy pronto podrían volver a financiar a UNFPA sin que medie ningún cambio en su comportamiento.


En el pasado, el gobierno norteamericano ha negado fondos a la agencia de las Naciones Unidas por ser cómplice en el programa de control poblacional forzado de China. Una investigación de Population Research Institute del 2001 en China registró que los abortos forzados, esterilizaciones forzadas y otros abusos estaban sucediendo en ese país con el conocimiento previo y consentimiento implícito de UNFPA.


Como resultado, la agencia de las Naciones Unidas ha perdido alrededor de US$ 240 millones. Durante esos años, el presidente Bush ha apelado anualmente a la Enmienda Kemp-Kasten pues ésta niega el financiamiento a cualquier organización que apoye o participe en programas que realicen abortos forzados o esterilizaciones involuntarias.


La última resolución del Departamento de Estado que determinó que UNFPA no está apta para recibir financiamiento debido a la Enmienda Kemp-Karsten fue emitida en Junio de 2008. A pesar de ello y según la congresista Carolyn Maloney (D-NY), el presidente electo Barack Obama tiene la intención de canalizar millones de dólares para UNFPA, sin importarle la colaboración con el programa de control poblacional chino. De hecho, durante la campaña electoral del actual presidente electo Obama prometió restituir el financiamiento federal a UNFPA y este compromiso también está contenido en la plataforma del Partido Demócrata del 2008.

UNFPA niega que sus actividades en China apoyen las prácticas de control poblacional forzado. Por el contrario, declara que está “estructurada para demostrar que la voluntad libre y el consentimiento informado son la clave para el éxito de los programas de planificación familiar,” con el propósito de reducir el número de embarazos no planeados y abortos. También afirma que ha eliminado la coacción en ciertos lugares de China.


Sin embargo, esto no convencería a Arzigul Tursun. UNFPA ha estado operando en China desde 1979(!) y la brutalidad de los controladores de la población china continúa a ritmo acelerado.

En cuanto a Arzigul Tursun y su niño no nacido, el gobierno chino ha dudado por ahora. Pero de ningún modo, estarán libres de represalias. Aún si a Tursun se le permite continuar con su embarazo, existe el riesgo de que su bebé sea asesinado con una inyección letal al momento de su nacimiento. Un hecho común en China. Además, es prácticamente seguro que ella misma será esterilizada en ese momento.


Si Obama restituye el financiamiento a la UNFPA, su administración estará financiando tragedias como estas de manera cómplice con decenas de millones de dólares de los contribuyentes. Tanto el pueblo norteamericano como el chino merecen algo mejor.

Steven W. Mosher es el Presidente de Population Research Institute y el autor de Population Control: Real Costs and Illusory Benefits.
Steven Mosher, presidente del PRI, es considerado espía internacional por el gobierno chino por mostrar a la opinión pública casos como el de Argizul Tursun.

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