Jornadas de la Ibercaja sobre personalismo (II)
La bioética ante los desafíos científicos del siglo XXI. El desarrollo tecnológico no siempre es progreso científico.
Conferencia de Elena Postigo. Apuntes de campo.
Elena Postigo plantea la pregunta sobre la ética del desarrollo tecnológico y cita a Eínstein cuando dice "nuestra tecnología ha superado a nuestra humanidad", y es cierto. Podemos fabricar contra nuestra propia naturaleza. Incluso podemos intentar fabricar un nuevo tipo de ser, el que llaman "transhumano", una especie de ser que combinaría la ingeniería genética en busca de la "excelencia" y la implantación de microchips de refuerzo de facultades. Curioso mundo en el que los hombres estarían divididos en dos especies, la humana y la sobre-humana. No olvidemos que estaríamos "progresando" para la "aniquilación de nuestra especie" o "para encerrarla en granjas de producción".
Pero es claro que no todo lo científicamente posible es ético y lícito. Una gran inteligencia se puede emplear en crear un mundo de mafia, de extorsiones o de asesinatos. Hitler empleó adelantos científicos para los horrores de la muerte de los campos de exterminio. La energía nuclear es bipolar: puede ayudar a detectar y curar enfermedades pero también puede servir para exterminar a la humanidad con bombas en la industria bélica.
El progreso científico está ordenado al progreso humano, no a la "superación del hombre y de su ética". Por eso será verdadera ciencia si le hace al hombre mejor y más feliz. Una parte de esa felicidad es el conocimiento, otra el bien obrar, otra el equilibrio en sus afectos, al reducción del dolor. Pero no olvidemos que ese hombre es "transeunte", parte de su felicidad está en conexión con la solución del problema de su muerte.
En definitiva. Progreso, ciencia, conocimiento y técnica no son expresiones absolutas sino expresiones al servicio del hombre en su totalidad.
Ejemplos del progreso que ayudan a al humanidad son la eliminación de las barreras arquitectónicas, el hacer accesible la ciencia al más débil, la igualdad de oportunidades. Pero para eso lo primero es vivir.
La vida humana defendida, protegida y fomentada es uno de los objetivos de todo verdadero progreso técnico.
La elección de los que tienen que vivir es el fracaso de la ciencia y de la técnica, aunque esa elección sea la del socorrista con dos náufragos que salvar. Si sólo llega a uno, siempre se quedará dolido de no tener el modo de llegar a ambos.
frid
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