ermita de Nuestra Señora de Muel (Zaragoza)
Por: Remedios Falaguera
Comienza el mes de mayo y, como viene siendo habitual en mi familia, lo empezamos buscando alguna ermita o santuario cercano para hacer una romería, a ser posible con un grupo de amigos. Y allá vamos.
¡Qué bien se está con la Virgen! "Si quieres encontrar a Jesús con seguridad, búscalo entre los brazos de María" (R Andrés Prevot) Comienza el mes de mayo y, como viene siendo habitual en mi familia, lo empezamos buscando alguna ermita o santuario cercano para hacer una romería, a ser posible con un grupo de amigos. Y allá vamos. Hoy éramos un grupo grande, que, como solían decir nuestras abuelas, "daba gozo vernos". Mamás dando papillas a sus pequeños, padres cocinando paellas para todos, niños jugando al fútbol, y adolescentes, uff! … adolescentes "tirando" de su cuerpo, que ya es todo un logro para una mañana de primavera. Pero eso si, todos empeñados en dirigir nuestra oración a la Virgen para agradecerle sus sonrisas y para rogarle su intercesión para cambiar todas esa roña del corazón, que muchas veces nos empeñamos en esconder. Y, ¿por qué no? También para pedirle que nos saque de esos apuros que parecen más fáciles- seguramente sin su ayuda no podríamos conseguirlo, puesto que Ella sabe más- como son aprobar los próximos exámenes, o mantener el puesto de trabajo, o mejorar la salud de un familiar enfermo,… Ya que Maria, como la mejor de las madres, nos acaricia en su regazo haciendo gala de sus privilegios: "Madre digna de ser amada", "Madre digna de ser admirada", "Madre del buen consejo", "Virgen poderosa", "Virgen clemente" , " Ideal de santidad" , "Modelo de entrega a Dios", "Salud de los enfermos", "Refugio de los pecadores", "Consuelo de los afligidos", "Puerta del cielo", "Reina de la familia",… ¡Que bien se está con Ella!
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