"Sería de desear que al menos los miembros del Gobierno no mientan y tengan la valentía de defender sus posturas sin pretender atribuirse las posiciones que desprecian y atacan. Esto es lo que exigiría la decencia política".
¿Cómo puede calificarse como protectora del no nacido o provida una ley que convierte al no nacido en una mera cosa sin protección jurídica alguna durante las primeras 14 semanas de vida?
¿Cómo puede decirse que se mejora su protección cuando se va a permitir la destrucción del no nacido sin límite alguno de plazo sólo porque padece alguna enfermedad?
Madrid, 12 de junio de 2009.- Dentro del cúmulo de falsedades con que se pretende desde el Gobierno defender una iniciativa radical y contestada por una gran parte de la opinión pública como es la 'ley del aborto', está la afirmación que hacen con frecuencia representantes del Gobierno y del grupo socialista de que "todos somos provida". La ministra Bibiana Aído con su habitual sagacidad ha profundizado en esta línea al afirmar en el Congreso que la nueva 'ley del aborto' mejora la protección del nasciturus respecto a la legislación anterior.
El Presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, destacó que "sería de desear que al menos los miembros del Gobierno no mientan y tengan la valentía de defender sus posturas sin pretender atribuirse las posiciones que desprecian y atacan. Esto es lo que exigiría la decencia política".
¿Cómo puede calificarse como protectora del no nacido o provida una ley que convierte al no nacido en una mera cosa sin protección jurídica alguna durante las primeras 14 semanas de vida? ¿Cómo puede decirse que se mejora su protección cuando se va a permitir la destrucción del no nacido sin límite alguno de plazo sólo porque padece alguna enfermedad? ¿Cómo se puede decir que se está a favor de la vida cuando se mantiene el supuesto de fraude de ley del aborto por peligro para la salud psíquica cuando se sabe que ha venido aplicándose en abierto fraude?
En contra de lo que afirma la ministra Aído el anteproyecto de ley del aborto es radical y sectario y se hace al margen y contra la opinión de una parte muy relevante de los españoles y omitiendo cualquier protección a la maternidad. Benigno Blanco recuerda que esta Ley "No es equilibrada, sino profundamente radical y tampoco ha sido consensuada sino que ha sido una imposición del lobby abortista al Gobierno y se han despreciado olímpicamente todas las opiniones moderadas científicamente asentadas expuestas en estos meses".
El Foro de la Familia pide a la ministra Bibiana Aído que, al menos, no pretenda engañar a la opinión pública presentando sus iniciativas como lo que no son.
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