viernes, enero 02, 2009

Crisis económica y pobreza. Mensaje de principio de año en el Vaticano. Hacia la esperanza.


El Papa recuerda la necesidad de trabajar por un orden mundial más sostenible donde la sobriedad y la solidaridad contribuyan a la lucha contra la pobreza. Y también insta para que el mundo sea también un entorno no hostil al hombre, tanto el no nacido como el débil, el enfermo o el anciano.

De hecho eso es lo que dignifica al hombre, esa compasión, que en Cristo se dio en grado sumo, y que le lleva a apostar siempre por la vida. La cultura de la vida es una opción de esperanza a este mundo occidental que no cree en sí mismo.

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COMBATIR LA POBREZA INICUA SIENDO SOBRIOS Y SOLIDARIOS

 

CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENE 2009 (VIS).-A las 10,00 de hoy, en la basílica vaticana, el Santo Padre presidió la celebración eucarística en la solemnidad de Santa María Madre de Dios y con ocasión de la XLII Jornada Mundial de la Paz, cuyo tema en 2009 es: "Combatir la pobreza, construir la paz".

 

  Comentando en la homilía el tema de la Jornada Mundial de la Paz, el Papa explicó que existe, por una parte, "la pobreza elegida y propuesta por Jesús, y por otra, la pobreza que hay que combatir para que el mundo sea más justo y solidario".

 

  "El nacimiento de Jesús en Belén -dijo- nos revela que Dios eligió la pobreza para sí mismo en su venida en medio de nosotros. (...) El amor por nosotros empujó a Jesús no sólo a hacerse hombre, sino a hacerse pobre".

 

  Sin embargo, añadió, existe "una pobreza que impide a las personas y a las familias vivir según su dignidad; una pobreza que ofende la justicia y la igualdad y que, como tal, amenaza la convivencia pacífica".

 

  El Papa recordó que en el mensaje de este año había vuelto a denunciar, "frente a las plagas difundidas, como las enfermedades pandémicas, la pobreza de los niños y la crisis alimentaria, la inaceptable carrera armamentística", y refiriéndose al fenómeno de la globalización, dijo que es necesario que las naciones "se esfuercen por mantener alto el nivel de la solidaridad".

 

  Benedicto XVI preguntó si "estamos preparados para leer la actual crisis económica en su complejidad, como desafío para el futuro y no sólo como una emergencia a la que dar respuestas a corto plazo. ¿Estamos dispuestos a hacer juntos una revisión profunda del modelo de desarrollo dominante, para corregirlo de forma concertada y a largo plazo. Lo exigen, en realidad, antes que las dificultades financieras inmediatas, el estado de salud ecológica del planeta y, sobre todo, la crisis cultural y moral, cuyos síntomas son evidentes desde hace tiempo en todo el mundo".

 

  "Para combatir la pobreza inicua, que oprime a tantos hombres y mujeres y amenaza la paz de todos, es necesario redescubrir la sobriedad y la solidaridad, como valores evangélicos y al mismo tiempo universales. No se puede combatir eficazmente la miseria", si no se "reduce el desnivel entre quien derrocha lo superfluo y quien no tiene siquiera lo necesario", afirmó.

 

  El Santo Padre confió a la Virgen María "el profundo deseo de vivir en paz que anida en el corazón de la gran mayoría de las poblaciones israelí y palestina, una vez más puestas en peligro por la intensa violencia en la franja de Gaza, en respuesta a otra violencia".

 

  "También la violencia, también el odio y la desconfianza son formas de pobreza -quizá las más tremendas- que hay que combatir". En este sentido, expresó "también la fundada esperanza de que, con la sabia y previsora contribución de todos, no será imposible escucharse, encontrarse y dar respuestas concretas a la difundida aspiración a vivir en paz, en seguridad y dignidad".


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PROMOVER UN NUEVO ORDEN MUNDIAL DIGNO DEL SER HUMANO

 

CIUDAD DEL VATICANO, 1 ENE 2009 (VIS).-Este mediodía, poco después de la misa celebrada en la basílica vaticana, Benedicto XVI se dirigió a los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro para el rezo del Angelus.

 

  El Papa felicitó el Año Nuevo a todos los presentes y a los que seguían el Angelus mediante la radio y la televisión, y aseguró que "con la gracia del Señor -y solo con ella- podemos esperar siempre nuevamente que el futuro sea mejor que el pasado".

 

  Con el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, cuyo tema en 2009 es: "Combatir la pobreza, construir la paz", "deseo -aseguró- dialogar nuevamente con los responsables de las naciones y de los organismos internacionales, ofreciendo la contribución de la Iglesia católica para la promoción de un nuevo orden mundial digno del ser humano".

 

  "Al inicio del nuevo año -dijo- mi primer objetivo es precisamente invitar a todos, gobernantes y simples ciudadanos, a no desanimarse frente a las dificultades y los fracasos y a renovar sus compromisos".

 

  El Santo Padre señaló que "en la segunda parte de 2008 ha surgido una crisis económica de vastas proporciones. Esta crisis debe ser examinada en profundidad, como un síntoma grave que requiere intervenir sobre las causas. No basta -como diría Jesús- poner remiendos nuevos en un vestido viejo. Poner a los pobres en primer lugar significa pasar decididamente a la solidaridad global que ya Juan Pablo II había indicado como necesaria, concertando las potencialidades del mercado con las de la sociedad civil, en el constante respeto de la legalidad y tendiendo siempre al bien común".

 

  "Jesucristo -terminó el Papa-, no ha organizado campañas contra la pobreza, pero ha anunciado a los pobres el Evangelio para un rescate integral de la miseria moral y material. Lo mismo hace la Iglesia con su labor incesante de evangelización y promoción humana. Invoquemos a la Virgen María, Madre de Dios, para que ayude a todos los hombres a caminar juntos por la Vía de la paz".


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