Por: Remedios Falaguera para Aragón Liberal
Hace unos días tuve el privilegio de compartir un cine-forum con un grupo de jóvenes que se reúnen una vez al mes para compartir sus inquietudes y experiencias sobre el amor humano, el noviazgo, el matrimonio y la familia.
Matrimonios "a prueba de fuego" Hace unos días tuve el privilegio de compartir un cine-forum con un grupo de jóvenes que se reúnen una vez al mes para compartir sus inquietudes y experiencias sobre el amor humano, el noviazgo, el matrimonio y la familia. Ellos saben muy bien que el amor humano no solo es una aventura maravillosa, alegre y sólida que vale la pena, sino que el amor verdadero entre un hombre y una mujer es un proyecto divino que no se puede tomar a la ligera. Para esta sesión se organizó un cine-forum con el objetivo de reflexionar sobre las actitudes y aspiraciones que nos sugieren los protagonistas de la película A prueba de fuego (Fireproof). Es más, en algún lugar he leído que a raíz de la película se ha publicado también un libro, "Desafió del amor", con el que pretenden dar un rayo de esperanza a muchos matrimonios con problemas. Pues como señala el director de la película, Alex Kendrick: "Todo matrimonio tiene que enfrentarse a incendios, pero sólo podrán apagarlos quienes entiendan el verdadero significado del amor y el compromiso. No es sólo un sentimiento, sino una decisión... "A prueba de fuego" no significa estar a salvo de él, sino que nos encontrará preparados cuando llegue". Por si alguno lector no la conoce, diré que se trata de una película norteamericana escrita, dirigida y producida por miembros de la iglesia bautista de Sherwood (Albany). Aconsejo encarecidamente a todos que la vean. Es muy recomendable para parejas felizmente casadas, para quienes están pasando por una crisis, para los que tienen intenciones de contraer matrimonio, para los que han decidido tirarlo por la borda,…en definitiva, como dice un spot publicitario, para todos. En ella vemos cómo un joven matrimonio, tan solo llevan 7 años casados, se enfrenta al "incendio" de su matrimonio. El clima de desconfianza, la falta de comunicación, las continuas peleas gritos, indiferencias y faltas de respeto,… se hacen tan insoportables que se plantean la "solución" del divorcio. ¿Qué ha fallado? ¿Por qué? Ninguno de los dos encuentra respuestas a estas preguntas. Al contrario, no entienden como si cada uno de ellos es querido por sus padres, respetado por sus amigos, y sobretodo, valorado como buen profesional en su lugar de trabajo, no es tratado igual por la persona con quien convive en su misma casa. ¿Qué sentido tiene estar casados?, se preguntan. Sin embargo, todo cambia el día que el padre de él, enterado de la situación, le pregunta: ¿Quieres salvar tu matrimonio? ¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar para ello? Entonces le pide un favor: Durante 40 días debe cumplir los retos que le plantea Desafío de amor en cada una de sus páginas. Un libro que comienza así: "Hijo mio, este viaje de cuarenta días no puede tomarse a la ligera. Es un proceso desafiante y a menudo difícil, pero también es increíblemente satisfactorio… Si estas dispuesto a comprometerte cada día durante cuarenta días, los resultados podrían cambiar tu vida y tu matrimonio. Considéralo como un desafió, de parte de quienes lo aceptaron antes que tu. No te quepa duda: deberás ser valiente. Si aceptas este desafío, debes saber que en lugar de seguir tu corazón, decides guiarlo. El mundo te dice que sigas a tu corazón, pero si tú no lo guías, alguien o algo lo hará por ti. Recuerda, tienes la responsabilidad de proteger y guiar tu corazón. No te des por vencido ni te desalientes. Decide guiar tu corazón y llegar hasta el final. Aprender a amar de verdad es una de las cosas más importantes que harás en tu vida." Los 40 puntos del Desafío del Amor DÍA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4 DIA 5 DIA 6 DIA 7 Coloca las dos hojas en un lugar secreto para otro día. Hay un propósito y un plan distinto para cada una. DIA 8 Toma la lista de atributos negativos que hiciste ayer y quémala con discreción. DIA 9 DIA 10 DIA 11 DIA 12 DIA 13 DIA 14 DIA 15 DOIA 16 DIA 17 DIA 18 DIA 19 DIA 20 Atrévete a confiar en Jesucristo. Atrévete a orar: "Señor Jesús, Soy pecador; pero has demostrado tu amor por mí al morir para perdonar mis pecados, y has aprobado tu poder para salvarme de la muerte mediante tu resurrección. Cambia mi corazón y Sálvame con tu gracia" DIA 21 DIA 22 DIA 23 Quita todos los parásitos que te robe sentimientos y aleje tu corazón de tu cónyuge: cualquier adicción o influencia que se adhiere en tu corazón y le chupa la sangre a tu matrimonio: drogas, alcohol, juego, pornografía,…Consume tus pensamientos, te roba tu lealtad a aquellos a los que amas. También la rutina y el aburrimiento. DIA 24 Ponle fin ahora. Identifica todo objeto de lujuria en tu vida y quítalo. Distingue cada mentira que has tragado al buscar el placer prohibido y recházala. No se puede permitir que la lujuria viva en una habitación trasera. Hay que matarla y destruirla (hoy mismo) y reemplazarla con las promesas de Dios y con un corazón lleno de su amor perfecto. DIA 25 DIA 26 DIA 27 DIA 28 DIA 29 DIA 30 DIA 31 DIA 32 DIA 33 DIA 34 DIA 35 DIA 36 DIA 37 DIA 39 DIA 40 Ver también: Prueba de fuego: una película encaminada a salvar el matrimonio
Aunque el amor se comunica de distintas maneras, nuestras palabras a menudo reflejan la condición de nuestro corazón. Durante el próximo día, decide demostrar paciencia y no decirle nada negativo a tu cónyuge. Si surge la tentación, elige no decir nada. Es mejor contenerte que expresar algo que luego lamentarás.
Hoy, también, además de no decirle nada negativo a tu cónyuge, realiza al menos un gesto inesperado como acto de amabilidad.
Es difícil que te importe algo en lo que no inviertes tiempo, energía y dinero. Además de refrenarte de los comentarios negativos, cómprale algo a tu cónyuge que le comunique: "Hoy estuve pensando en ti"
Ponte en contacto con tu cónyuge en algún momento del día. Pregúntale cómo está y si puedes hacer algo por él.
Pídele a tu cónyuge que te diga tres actitudes que le incomodan o le irritan de ti. Debes hacerlo sin atacar ni justificar tu conducta. Su perspectiva es la importante en este caso.
Frente a las circunstancias difíciles de tu matrimonio decide reaccionar con amor en lugar de irritación. Haz una lista – por prioridades- de las cosas que necesitas añadir en tu agenda.
Busca dos hojas de papel. En la primera escribe cualidades positivas de tu cónyuge, en la segunda, los aspectos negativos. En algún momento del día elige un atributo positivo de esa lista y dale gracias a tu cónyuge por esa característica.
Como el amor no es egoísta y coloca a los demás en primer lugar, te lleva a celebrar los éxitos de tu cónyuge en lugar de sentirte contrariado por ellos. Dile a tu cónyuge cuánto te alegra algo que haya logrado hacer recientemente.
Piensa una manera especial de saludar hoy a tu cónyuge para reflejar tu amor por él. Hazlo con una sonrisa y con entusiasmo.
Haz algo fuera de lo común por tu cónyuge: Lava su automóvil. Limpia la cocina. Compra su postre favorito. Dobla la ropa lavada. Demuéstrale amor por la pura satisfacción de ser su compañero en el matrimonio.
¿Qué necesidad de tu cónyuge podrías satisfacer hoy? Elige un gesto que diga: "Te valoro" y hazlo con una sonrisa.
Demuestra amor al decidir de buen modo ceder en un área de desacuerdo entre tú y tu cónyuge.
Habla con tu cónyuge en cuanto a establecer unas reglas de juego saludables durante las discusiones.
El desafío de hoy puede llevarte a un cambio verdadero y radical en tu manera de pensar. Con determinación deja de lado una actividad que hagas en general para poder pasar tiempo de calidad con tu cónyuge.
Elige una manera de mostrarle respeto a tu cónyuge que sea diferente de lo habitual. Quizá sea abrirle la puerta a tu esposa, o guardarle la ropa a tu esposo, o sea la forma en que escuches y hables cuando se comuniquen. Muéstrale a tu cónyuge que lo tienes en alta estima.
Comienza a rezar por el corazón de tu cónyuge y tu matrimonio.
Hoy mismo puedes comprometerte a reestablecer la comunicación perdida. Habla con tu cónyuge, escúchalo de verdad cuando te cuente pensamientos y luchas personales, haz que se sienta seguro.
Desea conocer a tu cónyuge más y mejor de lo que la conoces, transfórmala en tu campo de estudio elegido. Te sorprenderás de su belleza. Prepara una cena especial en tu casa. Hablar, conoceros. Decide que sea una noche agradable para los dos.
Vuelve a mirar los desafíos de los días anteriores, ¿hubo algunos que te parecieron imposibles o que los hiciste con desgana? ¿Has tomado la conciencia de la necesidad que Dios cambie tu corazón y te de la capacidad de amar? ¿Qué tal si le pides a Dios que te muestre como está tu relación con Él y la fortaleza y la gracia para resolver tu destino eterno?
Busca para orar y leer las Sagradas Escrituras. Sumérgete en el amor y las promesas que Dios tiene para ti.
El amor es una decisión, no un sentimiento. Es una acción que se pone en marcha, no un acto reflejo. Hoy mismo, elige comprometerte con el amor aun si a tu cónyuge ya casi no le interesa recibirlo. Dile hoy con palabras parecidas a estas "Te quiero. Elijo amarte aún si no me retribuyes"
Hoy mismo, perdona cualquier cosa que no le has perdonado a tu cónyuge. La falta d perdón os ha mantenido encarcelados en la soberbia durante mucho tiempo. Desde lo más profundo de tu corazón y con sinceridad, di: "Elijo Perdonar".
Pídele perdón a Dios por las cosas que has hecho mal y luego humíllate lo suficiente como para confesárselas a tu cónyuge. Hazlo con sinceridad. Aún si responde con crítica, acéptala y recíbela como un consejo.
Elimina de tu hogar el veneno de las expectativas poco realistas, y dile a tu cónyuge que lamentas haberle exigido tanto. Prométele que intentarás comprenderlo y reafirmar tu amor incondicional.
¿Cuál es la mayor necesidad en la vida de tu cónyuge en este momento? ¿Puedes ayudarle aún a costa de un sacrificio heroico? No importa si la necesidad es grande o pequeña, proponte hacer lo que puedas por satisfacerla.
Antes de volver a ver a tu cónyuge hoy, reza por él mencionando su nombre y sus necesidades. Sin importar si te resulta fácil o no, di "te amo" y luego expresa amor por tu pareja de alguna manera tangible. Vuelve a rezar y agradécele a Dios el privilegio de amar a esta persona especial... de forma incondicional, como él nos ama.
Pídele al Señor que te revele cualquier actitud de tu corazón que esté amenazando la unidad con tu cónyuge y para que haga lo mismo con él. Habla con franqueza con tu cónyuge sobre esta cuestión, buscando a Dios para hallar la unidad.
¿Todavía hay alguna área en la que no hayas sido lo suficientemente valiente para afrontarla? Confiésala a tu cónyuge hoy mismo y decide solucionarla. La unidad de tu matrimonio depende de eso. Luego comprométete con tu cónyuge y con Dios a transformar tu matrimonio en la prioridad sobre toda otra relación humana.
Si es posible, intenta hoy iniciar la relación sexual con tu cónyuge. Hazlo de una manera que honre lo que tu cónyuge te haya dicho (o te haya dado a entender) con respecto a lo que necesita de ti en el área sexual. Pídele a Dios que los dos puedan disfrutarlo y que se transforme en un camino hacia una mayor intimidad.
Reconoce que tu cónyuge es esencial para tu éxito. Hoy mismo déjale saber que deseas incluirlo en tus próximas decisiones, y que necesitas su opinión y su consejo. Si en el pasado has ignorado sus aportaciones, admite tu descuido y pídele que te perdone.
Busca un ejemplo específico y reciente de cuando tu cónyuge haya demostrado el carácter cristiano de una manera evidente. En algún momento del día elógialo por esto.
Busca un buen consejero para tu matrimonio.Si te parece que es necesaria la terapia, da el primer paso y concierta una cita. Durante este proceso pídele a Dios que te de discernimiento y dirija tus decisiones.
Toma el compromiso de leer la Sagrada Escritura todos los días. Consigue un libro de meditaciones o algún otro recurso que te sirva como orientación. Comienza a construir tu vida sobre roca.
Pregúntale a tu cónyuge si pueden comenzar a orar juntos. Usen este tiempo para confiarle al Señor las inquietudes, los desacuerdos y las necesidades. No olviden darle gracias por su provisión y sus bendiciones. Aun si tu cónyuge se niega a hacerlo, decide pasar este momento diario en oración a solas. Piensa qué le gustaría a tu cónyuge, si fuera posible. Ponlo en oración y comienza a trazar un plan para cumplir algunos de sus deseos (sino todos) hasta donde puedas.
Escríbele una carta de compromiso a tu cónyuge. Incluye la razón por la cual te comprometes con este matrimonio hasta la muerte, y exprésale que te has propuesto amarlo sin importar lo que suceda. Deja la carta en un lugar donde tu pareja la pueda encontrarla.
Escribe una renovación de tus votos y colócala en tu hogar. Quizá, si corresponde, podrías planear una renovación formal de tus votos matrimoniales ante un pastor, con la familia presente. Que sea una afirmación viva del amor del matrimonio a los ojos de Dios y del alto honor de ser como la sal y la pimienta: dos personas diferentes que hacen su vida juntas.
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