lunes, noviembre 10, 2008

Los judíos, nuestros abuelos. Recuerdo del horror


El Papa, a la hora del Ángelus del día 9, recordó el holocausto judío.


Nosotros añadimos: hubo una ideología, "de izquierdas", "nacional-socialista", "hija del materialismo" y "enemiga de Dios" que quiso construir el "super-hombre" y decretó que había hombres inferiores a los que podía eliminar en este orden: primero los judíos, luego los eslavos y así los demás pueblos que no derivasen de la sangre "aria".


Generaron una clase de elegidos y otra de esclavos.


Hubo otra ideología, también de "izquierdas", "comunista" y "enemiga de Dios" que quiso construir también el hombre sin-clases, el paraíso de un grupo al que denominó proletariado, una masa ambigua y declaró dos enemigos: a los que tenían y a los que creían. Entre los que creían estaban también los judíos, los católicos, los ortodoxos... en este orden y eliminaron millones y millones de seres humanos.


Generaron una clase de elegidos y una multitud de esclavos... y repartieron pobreza.


Hoy hay una ideología, que se llama progresista, también de "izquierdas", en parte "socialista" y "enemiga de Dios" que también quiere construir un hombre perfecto, sano, inteligente, sin conciencia de pecado, y fuerte y declaró enemigos: a la religión católica y a la vida. Crearon la cultura de muerte y han matado ya millones de seres humanos.


Generaron una clase de elegidos, personas saludables y multitud de esclavos manipulables en el laboratorio y repartieron desesperanza.


Por eso es magnífico tener MEMORIA HISTÓRICA y saber que cuando recordamos el genocidio judío, recordamos todo genocidio de seres humanos.


Pero, para no dsviarnos, veamos lo que comenta la nota vaticana: Después del Angelus, el Papa recordó que hoy se conmemora el 70 aniversario “de aquel triste evento en la noche entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938, cuando se desencadenó la furia nazi contra los judíos”.

“Fueron atacadas y destruidas -dijo- oficinas, viviendas y sinagogas, y también asesinadas numerosas personas, dando inicio a la sistemática y violenta persecución de los judíos alemanes, que concluyó con la Shoah. Todavía hoy siento dolor por cuanto sucedió en aquella trágica circunstancia, cuya memoria debe servir para que horrores como este no se repitan nunca más y que nos empeñemos, en todos los niveles, contra toda forma de antisemitismo y de discriminación, educando sobre todo a las generaciones jóvenes al respeto y a la acogida recíproca. Invito además -terminó- a rezar por las víctimas de entonces y a que os unáis a mí a la hora de manifestar profunda solidaridad al mundo hebreo”.


Esas fuerzas del mal no han desaparecido y yo invito a manifestar una profunda solidaridad a todo el mundo de embriones humanos que han muerto en experimentos, en desechos de fecundaciones in vitro o que yacen abandonados en los nuevos campos de concentración: los frigoríficos blancos

No hay comentarios: